La joven Rally Vincent y su amiga Minnie May poseen una armerĆ­a en Chicago. Sin embargo, son conocidas por su labor de cazarrecompensas, teniendo alta valoraciĆ³n y hasta siendo convocadas por la policĆ­a cuando los problemas azotan a la ciudad. Cada una posee un pasado que se va contando a pequeƱas dosis, y que lograron hacer a este dĆŗo un par de compaƱeras excepcionales en el manejo de armas. 

AquĆ­ hablamos de escopetas, rifles, pistolas y revĆ³lveres en caso de Rally, siendo una autĆ©ntica friki en cuanto a calidad, sonidos y pertenencias, sabe armar y combinar distintas categorĆ­as para sacar el mejor provecho de cada artĆ­culo. Una fanĆ”tica de las llamadas medio alcance, para poder usar su tĆ©cnica "arranca pulgares". May no se queda atrĆ”s con su elemento: los explosivos. Todo lo que se pueda detonar y arrojar es su especialidad, llevando consigo siempre un par de granadas: de distracciĆ³n por humo, lumĆ­nicas o autĆ©nticas bombas de pĆ³lvora, manejando el tiempo para no terminar siendo ella la que vuele por los aires.

 


El autor ademĆ”s combina su pasiĆ³n del armamento con otra predilecciĆ³n: los autos. Las protagonistas usan vehĆ­culos a escalas reales de marcas reconocidas, teniendo la exclusividad casi total el Shelby Mustang GT500, modificado por su dueƱa para hacerlo mĆ”s suave al andar y no perder caballos de fuerza, una maravilla rodante. Chevrolet Corvette de 1969, AC Cobra 427, Lotus Elan o Mustang V8 son muestras del talento de Kenichi Sonoda para dibujar transportes, fascinaciĆ³n plasmada al formato papel con detalles realistas.

Con una pistola Cz75 de fabricaciĆ³n checa (''el modelo antiguo que alcanzĆ³ la perfecciĆ³n") Rally hace hazaƱas para cumplir sus objetivos, misiones donde tiene que desbaratar a bandas menores, o de mayor fuerza tales como mafias regionales, aunque se centra mayoritariamente en acabar con grandes traficantes de cocaĆ­na, y por supuesto las persecuciones por las distintas carreteras, secuestros y salvadas a Ćŗltimo momento no se hacen esperar.

Este manga no es recomendable para nada para lectores menores, ya que es bastante traumĆ”tico visualizar ciertos eventos y no es raro encontrarnos cĆ³mo los criminales asesinan a personas inocentes, rehenes o a cualquiera al alcance de las balaceras. TambiĆ©n veremos escenas de sexo suavizadas, que no aportan nada a la trama, pero era algo bastante habitual en los mangas de la Ć©poca. 


Muchos capĆ­tulos son auto conclusivos, otros dejan pie para revancha de rivales y sicarios, con la meta de tener que estar las protagonistas cuidĆ”ndose siempre las espaldas por malhechores resentidos que no valoran la oportunidad de vida que tuvieron, regresando para tener un enfrentamiento final (y mortal) con alguien del dueto. Y si hablamos de equipo tenemos tambiĆ©n a aliados incondicionales tales como el detective Roy, o la vendedora de informaciĆ³n Becky, que cobra caro, pero es precisa en sus redacciones y bĆŗsquedas.

Para terminar, tenemos al aliado-enemigo de toda obra, hablamos de Bean Bandit, un transportista con habilidades de conducciĆ³n aĆŗn mayores que Rally Vincent. Cuando un cliente paga su elevadĆ­sima tarifa llevarĆ” cualquier encargo a destino, aunque mantiene cierto cĆ³digo de honor que redime sus actos. 

AdemĆ”s de sus 8 tomos recopilatorios, 4 en la ediciĆ³n Kanzenban de Editorial Planeta, cuenta con su continuaciĆ³n Gunsmith Cats Burst, publicado tambiĆ©n por Planeta. Sonoda es tambiĆ©n diseƱador de personajes de Bubblegum Crisis, Gall force y la ya analizada Riding Bean, donde vemos las aventuras de Bean Bandit antes de la historia principal.

Tres de las aventuras fueron pasadas a formato Ova a mediados de los aƱos 90, pero son prescindibles, no haciendo nada de gala a lo mostrado en el manga.

Lo mejor: la quĆ­mica en la pareja de cazarrecompensas. El dibujo

Lo peor: te aburrirĆ”s si lo tuyo no es la acciĆ³n