Un rechazo a la violencia que genera más aún
Un marido, un cuñado y una hermana, ellos serán los
encargados de contarnos el descenso a los infiernos de Yeonghye, la
protagonista de La Vegetariana, escrita por Han Kan. En esta peculiar historia, las emociones están a flor de
piel donde, sin embargo, el cariño brilla por su ausencia. A través de sus palabras,
podremos ver cómo una mujer es cosificada en extremo y cómo su cada vez mayor
rechazo hacia todo cuanto le rodea le causa mayor alegría, pero también mayor riesgo
para su salud.
Dividida en tres capítulos tratados por cada uno de los
narradores antes citados, la historia abarca varios años. En el primero, el
marido de Yeonghye se lamenta acerca de cómo su matrimonio cómodo con una mujer
a la que apenas prestaba atención, ni se comunicaba con ella pero le servía, se
ha ido a pique en una noche. La noche en la que la encontró despierta de madrugada,
tirando a la basura todos los productos animales que tenía en cas como carne,
pescado o huevos, la mujer le dice que ha tenido una pesadilla, pero lejos de preocuparse
por su bienestar o calmarla, solo le reprocha que está tirando dinero y le
pregunta qué va a comer él de ahí en adelante si ella se hace vegetariana.
En cada episodio la tensión irá subiendo de un modo u otro,
y solo en el tercero, narrado por su hermana mayor, encontraremos a alguien que
habla de Yeonghye con un poco de humanidad y cariño, que se preocupa por ella
como persona. Será también a través de ella que conozcamos el pasado de la protagonista.
Así veremos que la violencia e indiferencia han marcado su vida desde la niñez y sabremos algo más de la motivación de Yeonghye al negarse a comer nada
animal.
Han Kang, ganadora del Premio Nobel en 2024,
nos retrata aquí las convenciones sociales y familiares de la sociedad
surcoreana desde una mirada que combina el surrealismo con la poesía y que es
imposible parar de leer. En palabras de la propia autora, en Corea del Sur,
comer carne-pescado-marisco no es solo gastronomía, es un poderoso símbolo
cultural que se relaciona con el estatus social. Una alimentación rica en
productos animales implica que vives mejor que tus vecinos, que eres más
próspero y de mayor nivel social. Que los demás deben mirarte y sentir envidia
por ello, aunque tu corazón esté vacío, tu familia sea pura fachada y tú mismo
vivas sumido en la depresión. Todo eso da igual si tienes mucho dinero y los
demás te ven gastarlo.
Esta situación la vemos a menudo en la novela a través de
comidas de negocios o familiares. Los personajes masculinos se tienen envidia
mutuamente porque cada uno cree que el otro tiene mayor poder adquisitivo y que
se ha quedado con la mejor de las hermanas, sin pensar en ellas realmente como
personas, sino como un bien más similar a una casa grande o un coche caro, cada
uno a su particular modo. La hermana mayor, en cambio, viendo el extraño modo
de actuar de Yeonghye, trata de defenderla frente a los demás, a la vez que se
pregunta si el estado de ella puede ser culpa suya. Paralelamente, al compararse
con ella, se preguntará si su propia vida tiene sentido, si ella misma ha
vivido de verdad alguna vez o si sólo se ha limitado a hacer lo que se esperaba
de ella en cada ocasión, si, de tomar decisiones distintas menos orientadas a
la sociedad y más a su corazón, no hubiera podido evitar el estado de Yeonghye.
Para ser una novela ganadora del Nobel, La vegetariana no es una lectura inaccesible ni complicada para el lector. Sí es una novela dura y llena de desesperanza, grafismo y violencia, que refleja cómo la sociedad fagocita a los pequeños, los débiles, a todos cuantos no desean entrar en la rueda, igual que nosotros comemos carne. Las necesidades propias, deseos o sueños, incluso en el terreno sexual, no son importantes cuando tienes el lugar más bajo del escalafón, alguien sobre ti te utiliza y aún te dice que ese es el orden natural de las cosas, tu obligación. Igual que a nadie le importa, ni siquiera pensamos en si el pollo tenía otros planes, aquí a nadie le importa si a una mujer no le apetece o hasta le repugna -por un ejemplo- acudir una cena de negocios con su marido o incluso mantener relaciones con él.
La vegetariana es una historia que
no deja indiferente, que merece la pena leer y reflexionar.
Ficha técnica

LA VEGETARIANA.
HAN KANG.
COREA DEL SUR.
EDITADA POR RANDOM HOUSE
168 PÁGINAS.
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