Taiwán bajo el dominio japonés (1895-1945)


Las islas Pescadores (Peng-hu), incluida Taiwan, fueron cedidas a Japón en 1845 como resultado del final de la primera guerra sino-japonesa, situada entre el 1894 y 1895. Al firmar el tratado de Shimonoseki del 17 de abril de 1895, Taiwán pasó a ser de manera oficial la primera colonia de Japón, seguida de Corea y de Manchukuo, entre las más importantes.

Este paso marcó un importante hito en la historia de Japón, ya que había supuesto una victoria sobre China y había conseguido así el estatus de potencia colonial, ya en camino para emular a las potencias occidentales que inspiraban al Japón Meiji.

Unido a ello, supuso una importante inyección económica, ya que Taiwán suministraba materias primas para sustentar la política expansionista japonesa a la vez que la ventaja geoestratégica que les daba, ya que se trataba de un importante bastión de defensa del sur de Japón, así como una buena base para la futura expansión por el sureste de Asia.

A su vez, en Japón se preparaban para lidiar con la incertidumbre de cómo iban a relacionarse con la colonia, por lo que se debatieron dos propuestas: la francesa, donde se buscaría la integración de ambos lugares; o la británica, que permitía a Taiwán gestionarse a sí misma. Sin embargo, debido a la resistencia taiwanesa, la vía democrática se agotó pronto.

Kabayama Sukenori, general japonés y primer gobernador de Taiwán, tuvo que hacer frente a una serie de levantamientos, que se llevaron a cabo desde diciembre del 1895 al diciembre del 1896. Debido a ello, pidió refuerzos a Japón, además de solicitar autoridad adicional, la controvertida ley 63, aprobada por la Dieta Imperial. Este tipo de acciones parecían llevar al modelo británico en la gestión de la isla, aunque en años posteriores esta cambiaría, ya que la dōka, o asimilación, sería la piedra angular de políticas posteriores.

A lo largo del período del 1895 a 1897 se aplicaron amplios esfuerzos dirigidos a la pacificación mediante el uso del ejército con resultados decepcionantes, ya que varios sectores de la población taiwanesa continuaron siendo rebeldes.

La situación de indignación general provocada por la cesión por parte de China de la isla, hacía que esta se encontrara con dificultades para romper los lazos que la unían a su antiguo territorio. Así, el general chino Tang Jingsong aprovechó el momento de turbulencias políticas para declarar la República de Formosa en el 1895, alegando que lo que buscaba era retrasar la ocupación japonesa para obligar que las potencias extranjeras, muy particularmente Francia, a que entraran a formar parte del conflicto. No obstante, las caóticas condiciones en las que la capital, Taipéi, se encontraba a finales del mayo de 1895, hicieron que la república desapareciera del norte de la isla y que Tang se escabullera al continente. En el sur, Li Yung-Fu formó un gobierno temporal con tintes dictatoriales en el centro de la antigua prefectura de Tainan, aunque esta terminó por rendirse frente a las tropas japonesas a mediados de octubre de 1895.

Este conflicto desembocó en la aparición de una resistencia armada, en forma de «bandidos locales» o «rebeldes», como los llamaba Japón, y que actuaron sobre todo en zonas montañosas o remotas de Taiwán por lo menos durante siete años.

La reforma colonial de Taiwán (1898-1915) 

Mapa de Japón de época imperial con Taiwán.
Mapa de Japón de época imperial con Taiwán.

Cuando Kodama Gentarō asumió el cargo como cuarto gobernador general de Taiwán en 1898, propuso una serie de cambios que sentarían las bases para un gobierno efectivo en la isla.  A Kodama Gentarō le ayudó en su trabajo el estadista Gotō Shinpei, que buscaba desarrollar la economía de manera extensiva junto a una modernización de la colonia. Para ello se hizo valer de muchos proyectos, entre los que destacan el desarrollo del ferrocarril en la isla, sobre todo para conectar los principales puertos de la isla, la ampliación de la red de carreteras, mejoras en el correo y en el servicio de la red del telégrafo, la creación de centrales hidroeléctricas o la mejora de la banca y la contabilidad del gobierno taiwanés, con la creación del Banco de Taiwán en 1899. Se mejoró también el comercio con Japón y se intentó convertir a Taiwán en una extensión agrícola de Japón, potenciando la producción de arroz y de caña de azúcar. También se introdujeron mejoras en sanidad, en el saneamiento público, con lo que se redujo la incidencia de enfermedades como el cólera, e igualmente se aplicaron amplias reformas educativas, extendiendo un sistema de escuelas comunes, o kōgakkō, aunque el acceso a este tipo de educación fue limitado a un pequeño porcentaje de la población taiwanesa.

Tiempos de paz en la colonia (1915-1936) 

Soldados japoneses en Tainán


Durante este período, se dio especial importancia al siguiente punto del plan colonial japonés, la integración o dōka.

Un punto de inflexión dentro de la política japonesa en la colonia fue el incidente de Tapani (1915), donde un grupo de combatientes taiwaneses y chinos, dirigidos por Jian Ding y Yu Qingfang, asaltaron varias estaciones de la policía japonesa y declararon la efímera República de Tai, que duró apenas doce días. Aunque los aborígenes taiwaneses continuaron con la oposición armada, la oposición de los chinos Han terminó.

Sin embargo, debido a la fuerza de los movimientos de autodeterminación, unido al inicio de la época Taishō en Japón, a la vez del nombramiento de un nuevo gobernador de la isla en el 1919, Den Kenjirō, se inició la ya citada dōka, donde los taiwaneses serían educados para que entendieran su papel como súbditos de Japón, política que se extendió durante veinte años. Es también de esta época la introducción de una suerte de democracia en la isla, un gobierno local, aunque siempre dependiente de la Dieta Imperial japonesa, y se estimuló el uso del japonés como lengua de la isla. Esto terminaría de forma abrupta con el inicio de la segunda guerra sino-japonesa, que estalló el 7 de julio de 1937, con la invasión de China por parte del ejército japonés desde el estado títere de Manchukuo.

La kōminka (1937-1945) 

Con el importante auge del militarismo en Japón en la década de 1930, el país nipón intentó aprovechar los recursos de la isla, tanto materiales como personales, por lo que debía procederse a «japoneizarse» a la población, el denominado movimiento kōminka, para la propagación del yamato damashii, o espíritu japonés, que culminaría en 1945 con el alistamiento masivo, aunque, en contraparte, Taiwán conseguiría la entrada a la Dieta Imperial.

Tras la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Taiwán fue entregado de nuevo a China siguiendo la Declaración de Postdam del 26 de junio del 1945, dando fin a cincuenta años de dominio japonés de la isla.

Bibliografía 

Rubinstein, Murray a.: Taiwan, a new history. Routledge, Nueva York, 2007.

Wikipedia

                   El dominio japonés de Taiwán. Consultada el 10/10/2022