Cuando uno piensa en las famosas buceadoras, automĆ”ticamente se nos vienen a la cabeza las haenyeo coreanas. Sin embargo, JapĆ³n tambiĆ©n tiene a sus sirenas, las llamadas Ama (ęµ·å„³) cuya traducciĆ³n es mujer del mar y cuya primera menciĆ³n data del aƱo 750 D.C., concretamente aparecen en el libro de poemas Man'yoshu . Parece ser que tambiĆ©n en el libro Gishi Wajinden (魏åæ—倭äŗŗ伝) 286 A.C hay algĆŗn tipo de menciĆ³n relacionada con estas mujeres, aunque aĆŗn estĆ” en debate.

Recalco lo de sirenas, porque buceaban solamente con un taparrabos llamado fundoshi tapĆ”ndose la cabeza con un paƱuelo llamado tenugi ; usaban gafas de buceo desde la Era Meiji y aunque tambiĆ©n recolectaban abulones, eran duchas para encontrar marisco y muy especialmente, perlas que llevaban a las cabaƱas llamadas amagoya. Koichi Mikimoto, fascinado por las perlas y que fundĆ³ una empresa dedicada a las perlas y su cultivo, premiaba y muy bien a las ama que traĆ­an tan preciado material.

Podemos ver hasta quĆ© punto se las sexualizĆ³ en la pelĆ­cula You Only Live Twice donde James Bond flirteaba con una preciosa Kissy Suzuki que mĆ”s parecĆ­a una sirena real que una cazadora de perlas, pero no fue ni mucho menos la primera, ya que en occidente se malinterpretĆ³ el arte, especialmente el Shunga (1600/1900) donde podemos ver a alguna ama que precisamente por su atuendo pasaba a ser un mito sexual de occidente, relacionada con los ya famosos tentĆ”culos. Poco despuĆ©s el traje pasĆ³ a ser de cuerpo entero, de algodĆ³n blanco, e iba acompaƱado de una cuerda atada a una boya para saber dĆ³nde estaba la trabajadora.



Vivieron su pleno apogeo durante la II Guerra Mundial ya que los soldados japoneses reclutaron tambiĆ©n a las haenyeo para hacer el trabajo, asĆ­ que su nĆŗmero disminuyĆ³ drĆ”sticamente al finalizar la guerra.

Su atuendo cambiĆ³ en 1964, cuando fue sustituido por el traje de neopreno. Al contrario que sus coetĆ”neas coreanas, no hubo primero hombres haciendo el trabajo, ya que, por su constituciĆ³n, las mujeres eran consideradas idĆ³neas por la reparticiĆ³n de la grasa corporal, que las hacĆ­a soportar mejor el frĆ­o.

TambiĆ©n tienen un silbido caracterĆ­stico cuando suben a exhalar llamado isobue y actualmente se puede encontrar un buen nĆŗmero de ellas en la isla de Ishe-Shima, en la prefectura de Mie, donde luchan por no desaparecer y parece ser que el turismo es una buena baza para ello. Son mujeres mayores (algunas llegan a los 90 aƱos); la juventud no estĆ” por la labor de continuar con un trabajo arriesgado con la de adelantos tecnolĆ³gicos que hay hoy en dĆ­a.

El nĆŗmero total de buceadoras estĆ” censado en unas 2000, de las cuales, unas 600 se encuentran en la mencionada isla de Ishe-Shima.

BibliografĆ­a

-Wikipedia consultada el 30 de octubre de 2022

- Documental AMASAN, The Women of The Sea