Comenzaste en el mundo de los cómics con la publicación de los fanzines Frenzy. ¿Cómo fue aquella experiencia?

Guardo muy buen recuerdo de aquello. El fanzine lo creamos entre dos amigos que habĆ­amos crecido leyendo las clĆ”sicas revistas de cómic para adultos de los aƱos ochenta: Creepy, 1984, El VĆ­bora, Cimoc, Dossier Negro… SabĆ­amos que iba a salir algo completamente diferente, pero estas publicaciones fueron sin duda el primer resorte para hacer Frenzy. Contactamos con dibujantes y escritores que conocĆ­amos, fuimos fichando otros por el camino y asĆ­ llegamos a seis nĆŗmeros que crecieron en pĆ”ginas y contenido a lo largo de seis aƱos. HabĆ­a mucha variedad en cuestión de estilo, algo muy normal en una revista amateur, pero que le daba mucha riqueza y sorprendente… de ahĆ­ lo de “sorprendentes cómics de horror”.

Si no recuerdo mal, Frenzy fue proclamado como el mejor fanzine en el 2003 en el salón del cómic de Barcelona. ¿QuĆ© tal fue para vosotros aquel reconocimiento?

Nos llevamos una sorpresa y una alegría muy grande, sobretodo porque se trataba del premio del público; no imaginÔbamos que nos conociera tanta gente y que ademÔs gustÔramos. No era un premio remunerado, pero si nos dio cierto prestigio en el mundo fanzinero.

¿Por quĆ© dejasteis de publicarlo?

Hacia el 2006 habĆ­a retomado mi actividad musical, que tenĆ­a abandonada. MontĆ© Zombie Valentines, Los Imposibles sacamos Lost & Fun, muchos conciertos… esto absorbió gran parte de mi tiempo y me desvinculĆ© del mundo del cómic. El Ćŗltimo nĆŗmero, aunque participĆ©, lo coordinó gente que se habĆ­a ido sumando al proyecto a lo largo de los aƱos. Hicieron  un gran trabajo, pero una vez distribuido hubo un total desentendimiento por parte de todos, incluido yo que estaba con la cabeza en otro sitio.

Ha habido varios aƱos de parón desde aquello, ¿A quĆ© te has dedicado desde entonces? Porque me consta que no has estado en ningĆŗn momento desvinculado del mundo artĆ­stico.

Como te decía Me había metido muy de lleno en el mundo de la música. Esto me venía de lejos porque en los noventa estaba muy activo cantando en Stupid Baboons y tocando en Los Imposibles, así que la vuelta fue muy venenosa. De todas formas no estuve desvinculado del todo al mundo grÔfico porque siempre he tenido encargos de carteles y portadas de discos.



Vuelves por todo lo alto con «La torre de los siete jorobados» al mundo del cómic. ¿QuĆ© fue lo que te hizo decidirte a volver?

Bueno, creo que empecĆ© a pensar en adaptar la novela poco tiempo despuĆ©s de dejar Frenzy. El proyecto fue avanzando muy despacio porque la mĆŗsica y el trabajo me dejaban poco tiempo, y un buen dĆ­a las circunstancias personales cambiaron y “La torre” se quedó archivada en una carpeta. Esa espinita se quedó clavada aƱos hasta que llegó este amago de apocalipsis y me encontrĆ© con algo que no habĆ­a tenido hasta entonces: tiempo. DesempolvĆ© la carpeta y me puse manos a la obra. Estaba todo el cómic, las 83 pĆ”ginas dibujadas a lĆ”piz y 46 entintadas. Cuando volvĆ­ al trabajo el avance se frenó bastante. Me llevo tres  meses terminarlo.

¿Cómo acabaste publicando con Desfiladero? ¿QuĆ© tal trabajar con ellos?

Desfiladero fue la Ćŗltima editorial con la que contactĆ©. ConocĆ­a sus libros de cine y tambiĆ©n los cómics, pero no los relacionaba entre sĆ­. Cuando me entero de que se trata de la misma gente y de que ademĆ”s tienen una colección, Otranto GrĆ”fica, dedicada publicar adaptaciones a cómic de novela fantĆ”stica, fue como ¡Dios, tiene que ser aquĆ­! A los pocos dĆ­as de enviarles el dossier se pusieron en contacto conmigo. Otras editoriales a las que enviĆ© el proyecto tambiĆ©n estuvieron interesadas, pero el tema de los derechos de la novela les frenó un poco y Desfiladero tomó la delantera.

La verdad es que estoy muy contento de trabajar con ellos. Demuestran preocupación por el autor, su obra, cuidan la edición, estĆ”n abiertos a nuevos proyectos… se les ve entusiasmo por lo que hacen.

¿Por quĆ© «La torre de los siete jorobados»? ¿QuĆ© tiene esta obra de Emilio Carrere que te ha llevado a querer adaptarla?

Bueno, sin duda es la obra mĆ”s popular de Carrere, en parte gracias a la pelĆ­cula del mismo tĆ­tulo de Edgar Neville. Las dos se han convertido en obras de culto y cuentan con una pequeƱa legión de seguidores. Yo, como muchos, conocĆ­ primero la peli y Cuando el libro cayó en mis manos, la maquinaria creativa se puso en funcionamiento. Hasta entonces solo habĆ­a dibujado historietas cortas, de ocho o diez pĆ”ginas, y querĆ­a dar el paso de hacer una novela grĆ”fica para publicarla en una editorial de verdad. TenĆ­a ideas para hacer un guión de cosecha propia, pero estaban muy en paƱales y el desarrollo iba para largo. “La torre” me ofrecĆ­a una historia ya construida que ademĆ”s encajaba muy bien con lo que querĆ­a dibujar en ese momento.

Utilizas deliberadamente un estilo mĆ”s limpio y unos colores mĆ”s planos para esta obra que en otras que te hemos visto. ¿QuĆ© es lo que te ha llevado a hacerlo? ¿QuĆ© papel crees que juegan los colores en tu adaptación? ¿Hay algĆŗn detalle que hayas metido en la obra y que haya pasado desapercibido por el pĆŗblico?

Tuve claro desde el principio el estilo que iba a manejar. Como bien dices, en La Torre me alejo un poco de lo que habƭa hecho antes, para tirar hacia un rollo mƔs europeo, con menos trama y en color, que era algo nuevo para mƭ. No sƩ por quƩ, esa idea la tenƭa en la cabeza antes de ponerme a escribir.

Elegƭ una paleta muy reducida para darle sobriedad al conjunto, acotar escenas, ambientes, y que tambiƩn me facilitara el uso del color como elemento narrativo; el tono de la piel de algunos personajes, las gamas utilizadas en algunos escenarios, ya buscan contarte algo.

La verdad es que detalles que hayan pasado desapercibidos… voy a tener que hacer una encuesta.

¿EstĆ”s trabajando en algĆŗn proyecto nuevo de cómic actualmente?

Ahora mismo estoy enfrascado en la realización de un Ć”lbum donde adapto los relatos de Horacio Quiroga. Se trata de una selección de sus cuentos mĆ”s macabros, unidos entre sĆ­ por episodios biogrĆ”ficos. Horacio Quiroga es uno de los cuentistas mĆ”s importantes de Uruguay y Argentina. Su obra tiene una clara influencia de Poe y estĆ” marcada por una vida en la que la tragedia y la muerte le persiguen hasta el final. Algunos de sus relatos mĆ”s importantes como “La gallina degollada” o “El almohadón de plumas” han sido llevados a cómic, pero nunca se ha hecho un Ć”lbum que recopile estas historias de forma unitaria, lo cual me ha llamado siempre mucho la atención, por la importancia que tiene Quiroga, especialmente en su paĆ­s, y por la cantidad de autores de cómic argentinos maravillosos que hay y ha habido.

Para finalizar, ¿podrĆ­as dar algĆŗn consejo a la gente que empieza en el mundo del cómic?

¡Ostras! Pues no sĆ©… Algo que he aprendido es a que nunca hay que abandonar un proyecto en el que uno cree.