Desenvainamos la espada, la elevamos al aire y a luchar a favor de lo que nos depare nuestro destino. FantasĆa Ć©pica con la mayorĆa de elementos de los mitos artĆŗricos se encuentran en esta historia Dreambreaker. Parece un cómic tĆpico de fantasĆa heroica clĆ”sica pero no es asĆ, Fernando Llor y Fran P. Lobato le dan otro aire, otra vuelta de tuerca mĆ”s, que convierte este cómic en mucho mĆ”s interesante. Esos toques de terror lo hacen irresistible para la lectura.
En Dreambreaker La protagonista es femenina y con una ambientación mÔs oscura y violenta que las habituales de este género. La espada que blande la protagonista, convertida en un arma con reloj de cuenta atrÔs, marca el ritmo de este cómic, como si fuera un personaje mÔs. Espada que no es brillante como la excalibur del Rey Arturo, sino mÔs oscura, siniestra y repleta de magia negra.
Nuestra heroĆna (o antiheroina), Eri de Dunbar vuelve a visitar el castillo de su familia en el Reino de Alba. Se encuentra su hogar destruido y con su familia asesinada a manos del mago Rudolf, que ademĆ”s impone su poder en el reino. Los hechiceros de forma dĆ©spota gobiernan ahora. La protagonista decide vengarse de este vil acto y de camino que vuelva la paz a esta región. Este destino y venganza al mismo tiempo se apodera de la protagonista en forma de espada mĆ”gica oscura. Camino heróico que supera a nuestra joven protagonista. Narrado asĆ tambiĆ©n tiene toques de un excelente western fantĆ”stico. El final no os lo voy a contar, para eso hay que leer el cómic.
Avisamos del excelente despliegue iconogrÔfico en las escenas de acción, muy bien narradas y donde si hay que derramar sangre para que aparezca la misma. El dibujante aquà se luce. Escenas que no se limitan solo a la lucha sino también definen magistralmente la historia. Sin embargo, con los personajes secundarios se dejan numerosas ventanas abiertas y, en ocasiones, con escaso desarrollo o evolución psicológica. Llor y Fran han abierto la puerta de este extraordinario universo y se espera se vayan rellenando esos caminos en próximas entregas.
Otro valor a tener en cuenta son las expresiones de los personajes que ayudan a definir la historia sin gran proliferación de cartelas para introducir al lector en este universo. El uso de los usos (tropos) de la fantasĆa heroica no interfieren en el desarrollo de los personajes, mĆ”s aĆŗn, asĆ es mĆ”s entendible este universo para el lector.
La narración no es lineal. Para ayudar en la lectura de esas diferentes etapas y épocas, que van apareciendo casi desordenadamente, los autores utilizan múltiples tonalidades de colores, que reflejan al mismo tiempo los diferentes y distintos momentos sentimentales por los que transcurre este viaje de nuestra protagonista. El morado y el fresa sobresalen del resto de tonalidades, por si esto os da una pista por donde se dirigen las pÔginas de este cómic.
El cómic, excelentemente editado, se completa con un epĆlogo de Albert Monteys y numerosos extras grĆ”ficos que ayudan tambiĆ©n a entender mĆ”s el cómic y el devenir de los personajes. Muy interesante la incorporación de canciones de este universo fantĆ”stico que asoma por primera vez.
Con una buena documentación como siempre nos muestra el guionista Fernando Llor y de la que nos maravillamos en El EspĆritu del Escorpión, sitios, ropajes y la manera de hablar, nos traslada directamente a la Ć©poca artĆŗrica. Es un guionista muy versĆ”til que plasma a travĆ©s del dibujante la riqueza de sus ideas e iremos viendo cómo el demonio que posee la espada ve acrecentar su poder mientras la vida de Eri va mermando. ¿HabrĆ” alguna manera en que ella pueda desafiar al Hechicero Supremo antes de desaparecer?
Dreambreaker al fin y al cabo es un emocionante cómic de fantasĆa heroica, dirigido no sólo para lectores habituales de este gĆ©nero y que nos introduce en un mundo fantĆ”stico que esperamos pronto verlo mĆ”s desarrollado. ¿Para cuĆ”ndo la siguiente entrega de este universo?
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