«Si matas a un asesino, el nĆŗmero de asesinos en el mundo no ha variado». Batman.               

Pena de muerte. El castigo mĆ”s cruel e inhumano inventado por el hombre, por mĆ”s que el Conde de MonteCristo lo alabara en su simplicidad. Mucho se ha escrito a su favor y en su contra, la obra que hoy nos ocupa no es ajena a esa bibliografĆ­a y, aunque se puede disfrutar y juzgar sin una documentación previa, «Death Note» es un manga para leer, al menos, dos veces: la primera siendo adolescente, dejĆ”ndose llevar por la fantasĆ­a de la historia y su justicia poĆ©tica. La segunda, siendo adultos y gozando de todas sus implicaciones filosóficas.



                En el manga, un joven estudiante de secundaria llamado Light Ayami, con una inteligencia tan notable como su orgullo, encuentra, tirado en el patio de su instituto, una curiosa libreta negra con el tĆ­tulo «Death Note». En la contraportada del cuaderno figuran las instrucciones de uso, que dictan que, si alguien escribe el nombre de una persona mientras piensa en ella, dicha persona fallecerĆ” de un ataque al corazón en los siguientes cuarenta segundos. La libreta nos deja dar rienda suelta a la imaginación (a la vez que abre las puertas del sadismo) al darnos casi siete minutos para escribir la muerte que deseemos para nuestra vĆ­ctima si no deseamos algo tan simplón como un ataque cardĆ­aco. Light, hijo de un policĆ­a y convencido de ser la persona mĆ”s adecuada, el Ćŗnico capaz de algo asĆ­, se erige en juez absoluto del Bien y del Mal, y decide acabar con la delincuencia escribiendo en el cuaderno los nombres de los criminales a los que desea eliminar.


                Dejando aparte la demostración prĆ”ctica de que la pluma es mĆ”s fuerte que la espada, Light eliminarĆ” -quĆ© duda cabe- a un gran nĆŗmero de delincuentes, pero muy pronto sucederĆ”n dos cosas que alterarĆ”n el rumbo de su perfecto plan: la primera, que el FBI se darĆ” cuenta de que un nĆŗmero tan elevado de fallecimientos entre criminales no puede ser accidental. Segundo, que aparecerĆ” el dueƱo natural de la libreta. Un shinigami llamado Ryuk.

                En el folclore nipón, un shinigami es una criatura sobrenatural de esencia maligna que provoca en los seres humanos sentimientos de autodestrucción y muerte. SegĆŗn la cultura popular, si un humano tiene la desgracia de cruzarse o ser tocado por un shinigami, de inmediato perderĆ” toda alegrĆ­a e intentarĆ” suicidarse. TambiĆ©n se dice que son similares a Morta, la parca de la mitologĆ­a griega que cortaba el hilo de la vida de los mortales, en el sentido de que ellos deciden el momento de la muerte de las personas y lo hacen de modo completamente aleatorio.



                AsĆ­, Ryuk el shinigami le confiesa que dejó caer el cuaderno a la Tierra porque «se aburrĆ­a»,
algo que ya había hecho en otras ocasiones (tirar el cuaderno, no aburrirse). Pero, mientras que los anteriores humanos que lo poseyeron escribieron en él apenas un puñado de nombres y eso les acabó afectando psicológicamente, Light en cambio ha acabado con mÔs gente que George R. R. Martin en un día tonto, y eso no parece haberle afectado lo mÔs mínimo. La revelación no dejarÔ de reforzar la idea del protagonista de que él es alguien especial, de inteligencia superior, destinado a convertirse en el dios de la nueva era de orden que pretende crear.

                No obstante, matar es matar, y las fuerzas de la Ley tratarĆ”n de descubrir su identidad y detenerle. Para ello, se servirĆ”n de un joven de inteligencia superdotada especializado en enigmas: L.

Light, bajo el nombre falso de Kira, y L mantendrÔn un inquietante juego del ratón y el gato, persiguiéndose y esquivÔndose mutuamente a través de internet, los medios de comunicación y aún la vida real, que los llevarÔ a conocerse sin saber quién es cada uno.

                «Death Note» ha sido adaptada al anime y al cine. Ya en 2006, poco despuĆ©s de finalizar la serialización del manga, su enorme popularidad dio como resultado la primera pelĆ­cula de imagen real, con un apartado visual muy fiel al cómic. Esta se convertirĆ­a en la primera de una trilogĆ­a que adaptarĆ­a el cómic y aĆŗn incluirĆ­a un spin-off sobre L. En 2017, Netflix hizo su propia adaptación que, todo hay que decirlo, no era especialmente fiel al manga y no tuvo muy buena aceptación. Entre el merchandising de la serie sĆ­ cabe destacar el famoso cuaderno (que ya os digo yo que no tiene el poder de matar, salvo que lo estampemos contra una mosca), en el que no solo recrearon las instrucciones de uso como el original, ademĆ”s, tiene cubiertas intercambiables, de modo que estas puedan ser reutilizadas cuando lo gastemos.



                Publicada entre los aƱos 2003 y 2006, Death Note es un manga de suspense y thriller psicológico con implicaciones filosóficas y Ć©ticas, lo que la hace muy atrayente. Para mi gusto, la primera mitad de la historia es muy superior a la segunda y el guión general adolece de algunos fallos lógicos. En ocasiones, L no es que sea listo, es que es adivino y saca las conclusiones sin mĆ”s fundamente que porque Ć©l lo vale. AĆŗn asĆ­, el argumento y la idea general son tan atractivos que hacen fĆ”cil perdonar esos errores.