En el tercer año de primaria, Rio pasa la Navidad junto a su familia y amigos de estos, donde conocerÔ a Ian, un chico de su edad. A pesar del mal recuerdo por culpa de las travesuras del pequeño, Rio tuvo la fortuna de recibir cada año posterior una felicitación en esas fechas.
Pero el mal sabor por el escarabajo de juguete camuflado como chocolate, robar el pastel o abrir los regalos no deja de irritar sus pensamientos y estar pendiente de cómo se encontrarÔ ahora. Parece que sus deseos se cumplen cuando, en un malentendido, Ian hace presencia frente al novio Kou, salvÔndola de una supuesta agresión.
Usando el sĆŗper clichĆ© de trama de «padres en viajes de negocios» (y siempre en el exterior, estĆ” vez Nueva York, hay que ver cómo se abusa de esto, parecieran que no hay padre que desee pasar con sus hijos) la protagonista no disfruta del 24 de diciembre, aunque descubre que todos los dĆas hay un ornamento festivo en forma de muƱecos que le llegan a su casa. Sus progenitores no son, ni tampoco de su novio, ¿pueden ser de Ian? ReciĆ©n va por el tercer dĆa y promete llegar hasta completar los 24 regalos.
Vamos viendo que este joven ahora se esfuerza por conseguir trabajos temporales, y a pesar de varias recaĆdas, no cesa en cumplir su objetivo, a la vez Kou muestra su verdadero ser, haciendo que dude de sus intenciones a futuro. ¿Es realmente amor o solo desea tener sexo con ella y abandonarla? Tengamos en cuenta que al no estar presentes sus seres queridos estos dĆas no son muy alegres, se puede palpar la soledad que posee y de alguna forma pide a gritos cambiar lo que sucede a su alrededor.
Las bromas e indirectas de Ian se multiplican, que se ha convertido en un hombre responsable aunque siempre sin dejar su lado infantil. Sin embargo pareciera leer a la perfección el estado de Ć”nimo de los que estĆ”n cerca de Ć©l, teniendo la particularidad de querer hacer el bien. ¿CuĆ”l es el regalo final?
Al ser de corta duración, sus casi 60 pĆ”ginas se recorren y aunque conocemos el epĆlogo por anticipado no deja de venir bien estas narraciones cada tanto, va al grano y todos felices.
El estilo de dibujo en casi todo su repertorio es a base de lĆneas suaves y con personajes que logran empatizarnos desde entrada. AquĆ al estar remarcando la Navidad de forma constante no deja de plasmar nieve y Ć”rboles decorados, incluso los abrigos y gorras hacen que tiritemos en ocasiones. Sin llegar a clĆ”sico como Chocolate christmas de Naoko Takeuchi, este tĆtulo es uno de los que suelen aparecer para agasajar el 24. ¡Chin, chin y pĆ”senla junto a su pareja!
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