Inuyasha es, sin duda, una de las obras mĆ”s conocidas de la veterana del manga Rumiko Takahashi. Las aventuras de este medio demonio, Kagome y los demĆ”s en busca de los fragmentos de la joya de las cuatro almas, junto a su enfrentamiento contra Naraku, lo han convertido en uno de los grandes clĆ”sicos del gĆ©nero shōnen.

Y aquƭ nos encontramos frente a la ingente tarea de hacerle una reseƱa decente a una de las leyendas mƔs famosas del manga cuando se han escrito ya rƭos de tinta sobre esta obra. Asƭ pues, intentaremos hacerle una reseƱa lo mƔs digna posible a esta historia.

Sinopsis

La historia de Inuyasha estĆ” repleta de subtramas y es que 56 tomos recopilatorios dan para mucho. Sin embargo, la trama principal nos presenta a Kagome, una chica de 15 aƱos que vive en Tokyo con su madre, su hermano y su abuelo en un templo sintoĆ­sta bastante antiguo. Un dĆ­a cualquiera, escucha un ruido que proviene de un antiguo pozo sagrado. Cuando Kagome se acerca, una enorme mujer ciempiĆ©s sale del pozo y la lleva con ella al perĆ­odo Sengoku, o de las guerras civiles. AllĆ­ descubrirĆ” que en su interior estaba alojada la «gema de las cuatro almas», una poderosĆ­sima reliquia perdida desde hacĆ­a 50 aƱos.

Para poder librarse del ataque del monstruo, Kagome romperĆ” el sello que mantenĆ­a preso a un poderoso medio demonio, Inuyasha, que accederĆ” a ayudarla, aunque no con buenas intenciones. Gracias tambiĆ©n a un conjuro de la anciana sacerdotisa Kaede, que pondrĆ” un rosario en el cuello de Inuyasha y que responde a la orden de «¡Al suelo!» por parte de Kagome, esta podrĆ” pararle los pies al medio demonio.

MĆ”s tarde, a causa de un lamentable incidente relacionado con un yōkai cuervo y una flecha, la gema se rompe y sus fragmentos se dispersan por un amplio territorio. Kagome e Inuyasha se verĆ”n obligados a marchar juntos en busca de los fragmentos de la joya para poder completarla de nuevo y evitar que caiga en malas manos.

Sobre el manga de Inuyasha

El manga de Inuyasha fue publicado por la editorial Shogagukan a partir de 1996 en Japón y cuenta con un total de 56 tomos recopilatorios. En España fue Glénat (y después EDT) la encargada de publicarla, lo cual hizo al completo hace ya varios años. Lamentablemente, en la actualidad ninguna editorial parece interesada en este título, aunque habrÔ que esperar a ver si tras el spin-off del anime la cosa cambia.

Puede que una de las cosas que mÔs impacten sobre este manga sea el arte de Rumiko Takahashi, especialmente si es la primera obra de ella que se lee o se viene de ver la adaptación al anime. El estilo de dibujo de Takahashi-sensei es bastante menos espectacular que el de muchos mangas que se publican en la actualidad. Personalmente, siempre me ha parecido que tenían cierto estilo cartoon y caricaturesco, mÔs parecido a lo que hacía Osamu Tezuka en su momento frente al dibujo ultradetallado de Takehiko Inoue, por poner un ejemplo. Pero eso no os debería llevar a engaño: Takahashi-sensei domina la técnica, la anatomía y el movimiento de tal manera que ya les gustaría a muchos otros mangakas. Consigue que sus históricas tengan dinamismo y, si bien es cierto que al principio puede resultar chocante, no tardas mucho en acostumbrarte a su estilo.

Por lo que respecta al estilo que utiliza la autora en esta obra, cabe destacar que las tintas que emplea para ello son mucho mĆ”s oscuras que las que utiliza para otras historias como Ranma ½ o Urutsei Yatsura. PodrĆ­amos decir que Inuyasha es mĆ”s parecido en concepto a otras historias mĆ”s macabras como Mermaid’s Saga. Otro detalle que hace a Inuyasha un poco diferente a las otras obras de la autora es el hecho que, para la representación de los yōkai, Takahashi-sensei parece haberse inspirado en los grabados e ilustraciones de estos seres mitológicos realizadas en los siglos xviii y xix, lo que le da tambiĆ©n un aspecto mĆ”s etĆ©reo y cercano a la ilustración clĆ”sica japonesa, lo cual marida muy bien con el tono oscuro de la historia.

AnÔlisis y opinión de la obra

Inuyasha toca varios temas diferentes y variados que van mĆ”s allĆ” de lo que puede ir un shōnen puramente de acción. He de admitir que me ha sorprendido bastante la relectura reciente que le he hecho a este manga. Me explico: es una obra que empecĆ© a leer con 15 aƱos, y sĆ­, recordaba la historia en general, pero al releerlo con unos cuantos aƱitos mĆ”s de experiencia a mis espaldas, he descubierto tramas y matices que en su momento me pasaron desapercibidos, tanto para bien como para mal. Evidentemente, no he podido darme cuenta de todo, pero voy a intentar hablar aquĆ­ de los personajes, de sus arcos argumentales y lo que me han parecido.

De lo primero que quisiera hablar es de Inuyasha y Kagome, ya que son la pareja principal y por tanto, el motor de la obra. No voy a incluir en la ecuación del triÔngulo amoroso a Kikyo, porque, aunque estÔ, creo que merece que hable de ella con mÔs profundidad mÔs adelante. El tÔndem protagonista responde al cliché habitual que la autora suele utilizar en sus mangas: empiezan peleÔndose, aunque luego desarrollan una relación amorosa, donde tardan mÔs o menos en declarar sus sentimientos el uno por el otro.

En este caso, creo que hay dos elementos que lo diferencian y hacen mÔs madura que otras obras. El primero de todo es el propio personaje de Inuyasha. No es que sea un personaje que evolucione a lo largo de la trama, pero sí que tiene un trasfondo muy interesante, lo que convierte en este personaje en un protagonista masculino un tanto atípico a otros. Inuyasha carga en su conciencia con la muerte de Kikyo, suceso que le atormenta. Sobre ese tema se darÔn varias vueltas y se plantearÔ hasta donde llega la fidelidad por un amor, si eso es sano o no lo es y hasta cuÔndo hay que cargar con la culpa de algo de lo que fuiste mÔs víctima que verdugo, ante lo cual creo que Takahashi-sensei acierta bastante en la evolución de los sentimientos propios de Inuyasha y es acorde con la personalidad que le ha otorgado al medio demonio.

El segundo sería el desarrollo de la propia relación en sí. No a mucho tardar parece ser que los dos son conscientes de que estÔn enamorados, aunque no lo digan de forma clara en ningún momento. No vemos aquí los tintes de una comedia romÔntica, sino de algo mÔs semejante a una tragedia, en el que no pueden estar juntos a causa de los sentimientos de culpabilidad de Inuyasha, incompatibles en su cabeza con tener una relación con Kagome y, en definitiva, avanzar mientras que Kikyo estÔ muerta o sufre como no-muerta.

Hablemos ahora de Kikyo y de Kagome. Ambas son el ying y el yang de una misma alma. Este es un concepto que se utiliza en el manga, sobre todo para referirse a la joya de las cuatro almas y que se repite: la batalla de la luz contra la de la oscuridad. Mientras que Kikyo es puro rencor, Kagome es bondad. Sin embargo, son la misma, pero como no han vivido circunstancias semejantes, a pesar de compartir alma, no se comportan igual.

Kikyo es uno de los personajes con mayor evolución del manga. Comienza como un alma rencorosa y llena de odio hacia Inuyasha, pero el descubrir que fue vĆ­ctima de un engaƱo mortal por parte de Naraku hizo que perdonara al medio demonio e iniciara con Ć©l una relación mĆ”s que tóxica, ya que lo que ella anhela es que Inuyasha le acompaƱe en su fĆŗnebre destino. AdemĆ”s, Kikyo se convierte en uno de los personajes mĆ”s importantes, ya que es la Ćŗnica que puede herir de gravedad a Naraku a causa de los sentimientos que el bandido Onigumo, el humano que sirvió de base para Naraku, tenĆ­a hacia ella. Asimismo, es una gran sacerdotisa con amplia experiencia en la lucha contra el mal, a pesar de ser una no-muerta y alimentarse de almas (hitodama äŗŗé­‚ especĆ­ficamente, almas de los reciĆ©n fallecidos).

Aclaración: Aquí estoy segura de que hay algo que se me escapa sobre el concepto de alma japonesa. He sido incapaz de encontrar información sobre ello, pero entiendo que el concepto de alma japonés, lo mismo que la palabra kokoro, son total y absolutamente diferentes a los nuestro, por lo que la relación, para mí, disfuncional entre Kagome y Kikyo se me escapa, creo que va mÔs allÔ de un odio irracional, insisto en que creo que muestran dos partes de una misma moneda.

El viaje de Kikyo finaliza una vez ha perdido todo el rencor hacia Inuyasha y ha conseguido hacer las paces con Kagome. De alguna manera, Kikyo parece entender que su tiempo en ese mundo ha acabado y cede, de forma simbólica, entregĆ”ndole su arco, su «labor» como sacerdotisa a Kagome, que recordemos que es su propia reencarnación, para que termine con Naraku. No deja aquĆ­ de sorprenderme que, cuando Kikyo muere, su alma no se una a la de Kagome y, por otro lado, se vaya al cielo, teniendo en cuenta que salió de ella.

Pero, sin duda alguna, el personaje que tiene el arco de evolución mĆ”s marcado en el manga es el del hermano mayor de Inuyasha, Sesshōmaru. En un principio, Sesshōmaru se nos presenta como uno de los antagonistas de la obra, ya que en un principio lo Ćŗnico que parece que mueve a este yōkai es el ansia de poder y la envidia hacia su medio hermano, simplemente porque su padre le habĆ­a dejado la colmillo de acero a Ć©l. Una y otra vez intenta conseguir la espada a travĆ©s de diversos subterfugios, pero jamĆ”s la consigue. Poco a poco iremos conociendo, en gran medida gracias al forjador de espadas Tōtōsai (porque Sesshōmaru no es precisamente el mĆ”s expresivo del mundo), parte de su historia y su relación con las espadas. En herencia, su padre le habĆ­a dejado una espada bastante especial, la colmillo vital, una espada que no mata, si no que cura.

¿Por quĆ© se la deja? AquĆ­ tenemos que hablar de dos personajes muy importantes para la evolución de Sesshōmaru, Kagura y Rin. La primera era una yōkai que habĆ­a formado parte de Naraku, aunque tiene consciencia propia y deseo de libertad. Se enamora de Sesshōmaru y por eso, cuando muere, lo va a buscar para verle una Ćŗltima vez y morir en paz. Rin es una niƱa humana que intentó cuidar a Sesshōmaru cuando este se encontraba herido. Por ese gesto de amabilidad, parece que algo se movió en el interior del yōkai y pudo utilizar su colmillo vital para resucitarla. Esta empezó a acompaƱarle y fue la chispa para el cambio de este personaje.

De su contacto con ellas, Sesshōmaru aprendió la empatĆ­a y la misericordia, algo que su padre deseaba que comprendiera, junto al hecho de que aceptara a Inuyasha como su hermano y su propio rol como hermano mayor que debĆ­a protegerle. Al final, gracias a todo este viaje, Sesshōmaru obtiene su propia espada, una poderosĆ­sima katana llamada colmillo explosivo, y se une a Inuyasha y a los demĆ”s en el combate final contra Naraku.

Ya solo por ver la evolución de estos personajes vale la pena leer este manga. Takahashi-sensei nos da una clase maestra de cómo deben construirse los personajes, incluidos los secundarios, aunque deja a varios otros totalmente desaprovechados. Estoy hablando, por ejemplo, del caso de Sango, que salvo lo de su hermano Kohaku no tiene mĆ”s que ser el interĆ©s romĆ”ntico de Miroku, el cual tampoco tiene toda la chicha que debiera, aunque asuma un rol mĆ”s importante que la que se supone experta en matar demonios. Y ya no hablamos de Shippō, simple desahogo cómico.

Otro punto que quiero destacar es a la extensión del manga. 56 tomos pueden antojarse demasiados, sobre todo si la trama al final se convierte en Naraku con mejores poderes e Inuyasha metiéndole mejoras a la espada para poder ganarle. No era necesario y podía haber aligerado la trama, pero ya sabemos qué pasa con este tipo de publicaciones tan exitosas en Japón.

En mi opinión, los mejores tomos son los del principio, en los que la historia iba mezclĆ”ndose con yōkais tradicionales japoneses con un toque personal de Rumiko Takahashi y, a pesar de que en algunos tomos del final se pueden ver, dejan de ser en la mayorĆ­a de ocasiones cuentos para convertirse en mata-matas sin sentido.

En definitiva, y sabiendo que me dejo muchĆ­simas cosas en el tintero para analizar de esta extensa obra, resumo. ¿Vale la pena leerse Inuyasha? SĆ­. ¿Acaso lo dudas? ¿No te vas a leer uno de los mejores clĆ”sicos del shōnen y encima aprender algo de folklore japonĆ©s?