El eterno retorno a los orígenes. El descubrir quiénes somos a través de la familia y ésta como origen de nuestros problemas y solución, al final, del puzle que compone nuestra vida. Portugal, de Cyril Pedrosa, estudia esta premisa a lo largo de sus pÔginas, donde nos lleva hasta tierras portuguesas para contarnos tres historias: la de Simon, el protagonista; la de su padre; y la de su abuelo. Publicado en nuestro país por la editorial Norma, Portugal es una propuesta de la nouvelle BD francesa que ha persistido con estoicidad en las librerías a lo largo de los años convirtiéndose en un fondo de catÔlogo imprescindible. Veamos algunos de sus motivos a continuación.

Sinopsis


Interiores del cómic «Portugal»

Simon Muchat es un dibujante que estĆ” sufriendo un gran bloqueo artĆ­stico, el cual derivarĆ” (o era provocado) en una gran crisis vital que harĆ” que tome una serie de decisiones que le llevarĆ”n a romper con su actual vida y a refugiarse en el pasado de su familia en busca de «eso que no sabe que le falta».
Así, tras un primer contacto con Portugal a través de la invitación a un festival de cómics, retomarÔ contacto con el país de su infancia y de sus orígenes, donde irÔ recuperando, poco a poco, las riendas de su vida.

Opinión


Interiores del cómic «Portugal»

Portugal ha sido, desde hace varios años, un cómic que tenemos en la librería y que siempre vendemos. Admito que de él solo había visto la portada, que llamaba bien la atención por ser amarilla y de un formato mÔs grande que otras novelas grÔficas publicadas, pero nunca me había dado por leerlo hasta el día de hoy.

La primera sensación que me ha dado es lo muy parecida que me ha resultado a los Combates cotidianos de Larcenet. Si no recuerdo mal, esta se publicó unos años antes de Portugal en Francia y ambas coinciden con el movimiento de la nouvelle BD, del que ya hemos hablado en alguna ocasión en la revista. En ambas historias se comparte el motivo original que no es otro que el de un artista, uno fotógrafo, otro dibujante, con un gran bloqueo artístico que les hace plantearse temas que hasta el momento no habían hecho.

Sin embargo, la principal diferencia entre ambas obras es el tono en el que estÔn escritas. Si los Combates cotidianos tienen un tono mÔs lúgubre y pesimista, Portugal se acerca a los propios problemas desde un punto de vista mÔs positivo. La BD estÔ cargada de color, sobre todo cuando se encuentra en Portugal, donde nos muestra la belleza de una vida sencilla, sin demasiadas pretensiones, donde el escenario se convierte en un personaje mÔs del cómic.

Como suele suceder con este tipo de historias, la narración sucede en diferentes tiempos: se inicia con los recuerdos de infancia de Simon, luego pasarÔ al presente para, finalmente, entrelazar la historia con la de sus abuelos, su padre y sus tíos. A pesar de que conserva en gran medida una trama lineal, a veces estos saltos temporales, para los cuales se han empleado diferentes técnicas de aplicación del color para diferenciarlos, son habituales y contribuyen al enriquecimiento y profundidad de la trama principal.

El dibujo de Pedrosa no destaca especialmente en esta obra, con un trazo de BD mÔs que clÔsico. Pero donde realmente destaca este cómic es en el ya citado uso del color, que da a la obra el empaque necesario y que le ayuda, a su vez, a explicar a través de las emociones que nos provocan los colores, matices que han podido escaparse en el guion.

Portada espaƱola de «Portugal»

La edición espaƱola corre a cargo de la editorial Norma, como ya hemos dicho al principio. Se trata de una edición en cartonĆ© a color de 23,2 x 30,2, con 264 pĆ”ginas a 29€, un precio mĆ”s que razonable teniendo en cuenta el tamaƱo y el acabado del cómic.

Portugal es la típica novela grÔfica que al menos hay que leerla. Es colorista y explora los entresijos de la personalidad del protagonista a través de la familia de forma constructiva. GustarÔ sobre todo a aquellos que busquen historias intimistas y de autor, para los cuales esta es una excelente opción.