Dejadme que os cuente una historia. Corría el año 1988 cuando se estrenó una cinta algo controvertida que trataba acerca de las dudas que pudo haber tenido Jesucristo antes de la Pasión, si realmente quería ser sacrificado, o si prefería vivir como hombre junto a una mujer. La película, que se trataba de La última tentación de Cristo, se estrenó en un clima de crispación y en no pocos cines se hicieron cadenas humanas de católicos que intentaron impedir el paso a los espectadores. Independientemente de que el film fuera bueno o no, tuvo una publicidad poderosísima gracias, precisamente, a quienes pretendían impedir que tuviese resonancia. Hoy, ha vuelto a suceder, en este caso con el comic de Carles Ponsi, Sexo mal.

                Ponsi ha dibujado, entre otros medios, para la revista satĆ­rica El Jueves haciendo cómics de sus vivencias y aventuras sexuales. Como homosexual, ha representado un soplo de aire fresco en este tipo de cómics, casi siempre centrados en personajes hetero y edulcorados en muchas ocasiones para inclinarse al lado romĆ”ntico-pasteloso como en el clĆ”sico Video Girl (que debo decir que no se lo recomiendo a nadie a no ser que tenga por pasatiempo el explorar los lĆ­mites de la depresión), o hacia el erotismo. En su lugar, Ponsi nos ha presentado la realidad descarnada en sus aventuras, dejĆ”ndonos ver -en clave de humor, sĆ­, pero sin ambages- sus escarceos sexuales en toda su honestidad, con todo lo que tienen de divertido, de bello, de cĆ”ndido y de travieso.

Una de las viñetas que os encontraréis en el interior del cómic


                Personificado como un personaje mĆ”s y sin idealizarse en absoluto, Carles Ponsi se dibuja como un tipo bajito e inseguro que nos robarĆ” el corazón desde la primera pĆ”gina. Su viaje a travĆ©s del cómic le lleva por su primer amor y a travĆ©s de un rosario de aventuras amorosas que igual le darĆ”n placer, que le harĆ”n vivir situaciones tan grotescas y ridĆ­culas como sólo pueden darse en la intimidad. Buscando un compaƱero a travĆ©s de aplicaciones de ligoteo, no encontrarĆ” el amor, pero todo el mundo se ofrecerĆ” a aliviar su soledad con un buen rato de sexo; experimentarĆ” el miedo y la intranquilidad al quedar con desconocidos que no sabe si realmente quieren sexo o hacerle daƱo; sufrirĆ”, se enamorarĆ”, se encapricharĆ”, se sentirĆ” usado para el sexo, e intentarĆ” reponerse con mĆ”s sexo. Algo que, en mayor o menor medida hemos hecho todos, pero aquĆ­ el protagonista es homosexual. Y esto enlaza con el primer pĆ”rrafo, del que ya os habĆ­ais olvidado.

                ¿Por quĆ© enlaza? Porque en este paĆ­s nuestro, a estas alturas del siglo XXI, un blog especializado en reseƱas, cuyo nombre fue sensatamente ocultado por el autor, al que Ponsi envió su obra para que fuese reseƱada, le mandó una carta tipo en la que le felicitaban por ella, encomiaban su calidad y con muy buenas palabritas le decĆ­an que, para la reseƱa, verdes las habĆ­an segado. Que, en el clima actual de controversia con el colectivo homosexual, temĆ­an ofender a alguien -y por lo tanto perder lectores y seguidores- si reseƱaban una obra que trataba el sexo homo con tanta alegrĆ­a. Ante lo sucedido con algunos videojuegos en los que la protagonista es lesbiana, o la patulea montada con el decorado de algunos buzones y furgonetas de Correos con los colores del Orgullo, hay quien ve «entendible» que ciertos medios no deseen correr riesgos. Yo digo que los medios y mĆ”s un blog independiente especialista en reseƱar, debe correr riesgos. Debe incluir a todos entre sus autores y lectores y no debe doblegarse ante las voces de unos cuantos protestones que gritan «discriminación» al mero hecho de ser conscientes de que existen seres humanos diferentes a ellos y tienen que compartir el mundo con los mismos, lo quieran o no.

Portada de la edición de Fandogamia


                A fin de que su cómic pudiera ser reseƱado por otros medios, Ponsi lo subió a internet, y en las Ćŗltimas horas ha recibido crĆ­ticas de un sinnĆŗmero de pĆ”ginas y medios independientes (entre ellos, el nuestro), desde donde se le ha hecho toda la publicidad que precisaba y mĆ”s. Desde los mismos, le deseamos toda la suerte que merece su obra, una obra fresca y divertida, con momentos muy tiernos y llenos de comicidad, y que merece un espacio en nuestras estanterĆ­as y en nuestros corazones.


                «Periodismo es publicar todo aquello que alguien no quiere que se publique. Lo demĆ”s son relaciones pĆŗblicas». George Orwell.