HacĆ­a tiempo que el mito de Romeo y Julieta no estaba tan presente en una serie. En este caso, los Montesco pertenecen a Corea del Norte y los Capuleto a Corea del Sur. O a la inversa, que no tengo preferencias.

Lo primero que hay que tener claro es que todo es ficticio, porque la trama es subrrealista pero muy divertida.

Yoon Se Ri ha forjado todo un imperio cosmƩtico pero sus dos hermanos, no han tenido tanta suerte, asƭ que depositan sus esperanzas en suceder a su padre, dueƱo de una gran empresa coreana.

Todo se va al traste cuando el progenitor designa a Se Ri para llevar las riendas. Ella lo quiere celebrar por todo lo alto, volando en parapente.

Un fuerte tornado la arrastra y se despierta encaramada en un Ɣrbol; un capitƔn extraƱamente vestido la encuentra y es entonces cuando descubre que estƔ en la vecina Corea del Norte. Sus problemas acaban de empezar.

La serie ģ‚¬ėž‘ģ˜ ė¶ˆģ‹œģ°© se estrenaba en la plataforma netflix en diciembre de 2019, finalizando en febrero de 2020 con 16 capĆ­tulos.

El protagonista masculino estÔ encarnado por Hyun Bin, que debutó en 2002 en la película Shower. Su físico y tablas le han llevado a protagonizar dramas donde es un protagonista con carisma y fuerza física, como Memorias de la Alhambra (2018).

Son Ye Jin se mete en la piel de Yoon Se Ri. Debutó en 2001 en el drama Delicious Proposal y desde entonces no ha parado. Su personaje es una mujer elegante y decidida que se contrapone al que protagonizó en Something in the Rain (2018).

El pícaro Goo Seung Joon estÔ protagonizado por Kim Jung Hyun, actor y modelo que debutó en 2013 en la película Getting an Orientation ; su personaje es un estafador que encontrarÔ a su alma gemela donde menos se lo espera.

Seo Ji Hye es Dan Seo. Actriz que debutó en 2003 con el drama All In, se mete en la piel de la que en principio es Dan Seo, con un matrimonio concertado y que lucharÔ porque se lleve a cabo.


Menos mal que avisan que es ficticio, porque una mujer que se salta todos los controles en un paƭs como Corea del Norte y no la pillan pese a no pasar desapercibida, me ha parecido de lo mƔs divertido, junto a que todo un capitƔn lo primero que haga para perseguirla sea pisar una mina... En fin, es lo que tienen las mentes fantƔsticas, que nos llevan a su mundo.

Eso sĆ­, tiene una fotografĆ­a espectacular, tanto de Corea del Norte, como Corea del Sur, incluyendo Suiza, ya que los protagonistas coincidieron allĆ­ y se dan cuenta a mitad de serie.

Hay tres tramas importantes: la relación de Se Ri y el capitÔn Ri Jung Hyuk, la lucha familiar que llevan a cabo los hermanos para hacerse con el poder (con el beneplÔcito de la madre, por lo menos al principio) y la vida truncada del capitÔn, con una carrera como famoso pianista que tuvo que dejar al morir su hermano, puesto que su padre es el jefe del Buró.

Las tres se entretejen de manera perfecta, llevando a los protagonistas a su propio mundo: Se Ri estƔ amenazada por su propia familia, Jung Hyuk descubre que su hermano fue asesinado por el mismo que le persigue a Ʃl (Cho Cheol Gang, quien trafica con armas y vende patrimonio) y una lucha fronteriza que es mucho mƔs que lo que nos dejan ver.

Por otro lado tenemos la parte "cómica" en uno de los hombres del capitan, fan de los doramas de Corea del Sur y que sueña con vivir una historia como las que ve. Su sueño se hace medio realidad cuando envían a los cinco hombres de confianza a traer de vuelta a Jung Hyuk, que ha ido a buscar a Se Ri puesto que Cheol Gang le dijo que acabaría con su vida.


Exageradas maneras de comportarse en Corea del Norte, con un pueblo que parece sacado de principio del siglo XX, sin neveras, cocinas rústicas, carretillas, bajo el férreo estado militar. Todo muy curioso pero rallando la exageración.

La banda sonora, impecable y un dato curioso: la serie fue denunciada en enero de 2020 por el partido conservador Christian Liberty Party por, supuestamente, violar la Ley de Seguridad Nacional y por aportar glamour a Corea del Norte, presentando a los soldados como gente pacĆ­fica.

Ahora tenĆ©is mĆ”s ganas de verla, ¿verdad?