Confieso que lo primero que pensƩ al ver el tƭtulo, era en que se trataba de una secuela de la exitosa El Bosque de los Suicidas de El Torres y Gabriel H. Walta. Pero lo cierto es que solo comparten el emplazamiento en el que suceden los hechos, el famoso bosque de Aokigahara.

                Portia se encuentra en JapĆ³n. Solo ha cogido un billete de ida ya que no pretende volver. Tildada de friki e incomprendida, el bosque de los suicidas en Aokigahara, acabarĆ” con sus sufrimientos. Se toma unas pastillas y espera que le llegue la hora… Pero solo ve unos espĆ­ritus que la asustan. Ryoko, la guardabosques la encuentra y empieza una relaciĆ³n que aĆŗna tradiciĆ³n y actualidad. ¿Por quĆ© quieren los seres que Portia sea parte del bosque?


Interiores de La llamada del bosque de los suicidas


                A la guionista Desiree Bressend la conocemos por tĆ­tulos como El ministerio del Tiempo: Comic tiempo al tiempo o 1937: La batalla de Guadalajara y en todos encontramos lo mismo que hallamos en esta obra: una exhaustiva documentaciĆ³n y la percepciĆ³n de que los videojuegos le han influido a la hora de narrar las secuencias. Hay una disposiciĆ³n de viƱetas que me ha dejado loca, haciendo girar el suelo. Maravillosa. Y junto a las portadillas de los 5 capĆ­tulos que forman un pĆ³ster que resume bien la historia, me ha ganado.

                Por otro lado, tenemos a RubĆ©n Gil al que conocemos de trabajos como True Detective para la revista Comic On Fire o Un Mundo Maravilloso para la revista Cthulu. Un estilo de dibujo detallista, expresivo y que yo personalmente llamo sucio (no de guarrerĆ­a) por la cantidad de negros y sombras que usa. Un color azul que nos adentra en la oscuridad estĆ” presente en toda la obra, y podrĆ­amos decir que es un personaje mĆ”s de la historia que crea esa atmĆ³sfera opresiva durante todo el relato; el rojo de Portia y esos pocos beiges, representan la fusiĆ³n de dos mundos, un recurso fabuloso que da aire.

                Hay dos partes donde podemos ver unas pĆ”ginas manga, ejecutadas por Irene Roga (La CanciĆ³n de Ariadna) y Eve Mae (Hacker Ć‰pico), cada una en su estilo y llenas de color, que nos adentran en el mundo de Portia que Ryoko empieza a descubrir.

                Como decĆ­a al principio, pensĆ© que se trataba de una secuela y solamente comparten el personaje de Ryoko, la guardabosques. Sin embargo, en esta ocasiĆ³n nos adentramos en su personalidad, si bien en la primera obra supimos del conflicto con su padre, aquĆ­ explora un poco mĆ”s las, llamĆ©moslas asĆ­, consecuencias de que la llevara al bosque a ver muertos.


Interiores de La llamada del bosque de los suicidas


                Portia, con el pelo rojo, es la parte occidental. Su personalidad tildada de friki, nos adentra en lo que conocemos del paĆ­s del Sol Naciente: mangas, animes y Jpop, junto a un poco de cultura, como son los yokai.

                Aunque al principio parece que van a chocar ya que Ryoko es tradicionalista y Portia una gaijin, lo cierto es que terminan aprendiendo una de la otra.

                La documentaciĆ³n es perfecta: el budismo, sintoĆ­smo, ropajes, localizaciones,etc.

                Un viaje inquietante donde los miedos de ambas se fusionarĆ”n dando paso un desenlace que no parecĆ­a posible unas pĆ”ginas atrĆ”s, donde Ryoko pone por delante la tradiciĆ³n y Portia le planta cara a lo que la aterroriza: su propia vida.


Clicka en la imagen para que te lleve a la pƔgina de la editorial


                Las portadas alternativas de Pasqual Ferry dan el colorido que desde occidente percibimos de ese paĆ­s.

                Una historia perturbadora precisamente por lo realista que parece, donde mĆ”s de uno se verĆ” identificado. Sin llegar a pensar en acabar con su vida… digo yo.