Por Dita


Por norma general, el cine nos pone en una situación y nos cuenta una historia. Historia que sucede en un momento determinado y no podrĆ­a suceder ni antes, ni despuĆ©s. Pero hay ocasiones, y hay cineastas que eso de “contar una historia”, lo interpretan muy a su manera. En el caso que nos ocupa, Moe no suzaku, cinta dirigida por Naomi Kawase, la historia prĆ”cticamente no existe.

    En la cinta conocemos a Eisuke, un niƱo que vive con sus tĆ­os, su abuela y su pequeƱa prima, poco mĆ”s que un bebĆ©, porque su madre le ha abandonado. No esperĆ©is mĆ”s argumento, porque no lo hay. Lo que vemos a travĆ©s de las imĆ”genes son eso, imĆ”genes que nos acercan al modo de pensar o sentir de unas personas que la cineasta parece haber escogido de forma aleatoria, y frente a unos momentos de su vida que han sido escogido de manera aleatoria tambiĆ©n. La pelĆ­cula da un salto temporal de quince aƱos pero, de haberse quedado en la niƱez de Eisuke, o de haber dado un salto mayor aĆŗn, podrĆ­a plasmarnos otros acontecimientos y la cinta seguirĆ­a teniendo el mismo atractivo.

    Naomi Kawase plasma en Eisuke su propia relación con su familia. Nacida de unos padres que la abandonaron, se vio obligada a vivir con su tĆ­a abuela durante toda su juventud, hasta que se independizó, y en no pocos de sus trabajos (tanto en el cine como en la literatura, pues tambiĆ©n es escritora), hizo patente la ansiedad que experimentaba por ese abandono, haciendo que muchos de sus personajes sean niƱos abandonados tambiĆ©n o provengan de familias rotas, desestructuradas, con problemas, etc.



     A travĆ©s de las imĆ”genes, vemos cómo los personajes viven en su mundo interior y, aunque es indudable que quieren a las personas con las que viven, tienen serios problemas en exteriorizar ese amor. Los diĆ”logos son muy escasos y absolutamente concisos, y es mĆ”s la disposición de los escenarios, los paisajes y el lenguaje corporal quien nos da mayor información de los sentimientos y de las emociones, que los propios personajes. Estos no hablan para sĆ­ mismos, y apenas lo hacen entre sĆ­. Salvando a Michiro, la prima de Eisuke, la mayor parte de los personajes son un misterio y a pesar de convivir con ellos durante hora y media, poco o nada sabemos de ellos.

     Michiro nos muestra aquĆ­ a la adolescente que desea soƱar y vivir. Ella es la Ćŗnica de quien sabemos a ciencia cierta lo que piensa y desea. Como adolescente, vive un secreto interior, pero desea fervientemente que alguien le descubra su secreto. En su nĆŗcleo familiar, tan frĆ­o y poco comunicativo, esto no solo serĆ” casi imposible, sino que chocarĆ” contra las paredes de los demĆ”s personajes. De nuevo, el motivo de tan escasa comunicación, no nos serĆ” revelado, ¿son asĆ­ todas las familias asiĆ”ticas? ¿No expresan cariƱo alguno de ninguna manera, no abrazan ni besan a sus hijos, siempre comen en absoluto silencio, es “normal” esa situación? No se molestan en explicĆ”rnoslo.

     Naomi Kawase ganó dos premios en el festival de Cannes de 1997 por esta producción, y es actualmente una de las directoras y escritoras mĆ”s conocidas en el cine de Japón. Ya reseƱamos de ella la pelĆ­cula Una pastelerĆ­a en Tokio, en la que tambiĆ©n trató los temas de la soledad, el fin de la vida y la ancianidad, a travĆ©s de un hondo simbolismo.

     Moe no suzaku es una pelĆ­cula que nos es presentada con lentitud y a travĆ©s de los ojos de un niƱo primero y un joven despuĆ©s; un personaje separado de sus raĆ­ces maternas y criado por sus tĆ­os, en quienes anhela ver a sus padres por mĆ”s que sepa que no lo son, y que parece sentir una atracción que raya en lo enfermizo por su tĆ­a, que es pariente no sanguĆ­neo (quiero decir que, al no estar emparentada con sus padres, no habrĆ­a incesto propiamente dicho si llegara a ocurrir algo entre ellos). Es una cinta lenta, Ć”rida, difĆ­cil, y en la que en realidad no hay acción o una historia propiamente dicha. Como dije mĆ”s arriba, es simplemente un cĆŗmulo de imĆ”genes a travĆ©s de las cuales nos hacemos una idea de las sensaciones y de los pensamientos de una serie de persona, siendo algunos mĆ”s fĆ”ciles de percibir que otros, y que no tienen una especial relevancia. La pelĆ­cula se reduce a enseƱarnos un retazo de la vida de una familia durante un tiempo concreto, sin que Ć©ste tenga una importancia especial. Cuando la vemos y nos topamos con una secuencia que no aporta nada a la trama, hemos de corregirnos: es que NO HAY trama a la que puedan aportar algo o no.

     Se trata, pues, de una pelĆ­cula difĆ­cil en conjunto, que es aconsejable para verla sólo por amor al Cine. Si deseamos interesarnos por los trabajos de esta cineasta, acercarnos a lo mĆ”s especializado del cine nipón, o si queremos comprobar cómo es el cine en el contrapunto de lo comercial y conocido, nos viene muy bien ver esta pelĆ­cula.

¿Es MI OPINIƓN lo que quieres? Aburrida, muy aburrida. Siempre digo que la poesĆ­a, en todas sus formas, y yo, estamos reƱidas y no nos pondremos de acuerdo nunca, y este es un buen ejemplo. Se trata de una cinta poĆ©tica, en la que no es que cuente mĆ”s la manera de narrar que la narración, es que no hay narración en absoluto, punto. Me era imposible sentir la menor simpatĆ­a sobre unos personajes de los que nadie me contaba nada en absoluto, eran frĆ­os e impersonales como el hielo y no tenĆ­an los unos hacia los otros la menor consideración ni en hablarse, ni en tratarse con la mĆ”s pequeƱa muestra de afecto, y que encima sólo pretendĆ­an llegar a mĆ­ con penas y desgracias. Pues para eso, me basta con mirar mi nómina, gracias.


“¡He perdido los bips, los barrips y hasta los tics!” Si no coges Ć©sta frase, tienes que ver mĆ”s cine.