Por Ysora

En mi viaje a JapĆ³n tuve la enorme suerte de poder visitar uno de los tres grandes jardines de JapĆ³n, el Kenrokuen. Lamentablemente, no conocĆ­a nada sobre las tĆ©cnicas paisajĆ­sticas ni sus significados, pero quedĆ© tan fascinada por lo que vi que tuve que indagar sobre ello. AsĆ­ que, si visitĆ”is en un futuro un jardĆ­n japonĆ©s, con este artĆ­culo intentarĆ© haceros una pequeƱa introducciĆ³n sobre su complejĆ­simo mundo, para que no os veĆ”is en mi misma situaciĆ³n.

                Como ya os dije, el Kenrokuen es uno de los tres grandes jardines de JapĆ³n. Jardines hay de muchos tipos y muy hermosos, pero estos son los mĆ”s famosos:
·         El Kenrokuen en Kanazawa
·         El Korakuen en Okayama
·         El Kairakuen en Mito

                Las seis caracterĆ­sticas o ideales en un jardĆ­n japonĆ©s son las siguientes: kodai, o que el lugar sea grande; yusui, o que el paisaje sea profundo y tranquilo; jinriki, o que tenga objetos hechos por el hombre como bancos y faroles; soko, o que sea o parezca antiguo y encantador; suisen, o que abunde el agua en Ć©l; y por Ćŗltimo chobo, o que tenga buenas vistas de lugar o de sus alrededores.

                Luego, los jardines tambiĆ©n se pueden agrupar en diferentes tipos, siendo los principales el chisen teien, o que tienen un estanque; los karensansui, o que utilizan grava o arena blanca para imitar el agua; o los chaniwa, que se encuentran alrededor de una casa de tĆ©.

                Conocemos sobre la construcciĆ³n de los jardines gracias al poeta Tachibana no Toshitsuna (1028-1094), que compilĆ³ el «Sa-kuteikio», o «registro de creaciĆ³n de jardines», en donde se explican los elementos ideales de los jardines no sĆ³lo para conseguir que sea hermoso, sino para que traiga prosperidad y buena fortuna a su propietario. La cultura de los jardines llegĆ³ a JapĆ³n a mediados del siglo vi d.C. en el perĆ­odo Nara y en posteriores periodos se fue adaptando hasta conseguir la estĆ©tica actual.


                Existen a su vez tres elementos artificiales, creados por el hombre, en todo jardĆ­n japonĆ©s que se precie:

·         Tōrō, o faroles
·         Takeshogi, o bancos
·         Los tobiishi, o caminos de piedras

Una vez hecha esta breve introducciĆ³n, podemos adentrarnos en algunas de las particularidades que se pueden apreciar en el Kenrokuen de Kanazawa. Por ejemplo, podemos ver la tĆ©cnica del shoukei aplicada a este jardĆ­n. Por la entrada de la puerta Renchimon, se ve un camino tranquilo y una ligera cuesta. Esto se realiza asĆ­ para generar una expectativa sobre lo que se va a encontrar en el otro lado y se pueda disfrutar mĆ”s.

                Otra de las tĆ©cnicas utilizadas en este jardĆ­n tiene que ver con uno de sus puentes, en particular el denominado koumonbachi, el tercero mĆ”s largo realizado con una Ćŗnica piedra de todo JapĆ³n. Este puente estĆ” realizado por piedra local llamada tomuro y mide 6 metros de largo por 1 m de ancho. Se construyĆ³ conforme la estĆ©tica japonesa, para que pareciera mĆ”s ligero y hecho con dos losas, pero realmente es sĆ³lo una tallada. Otro de los puentes emblemĆ”ticos de este parque es el llamado gankoubashi, que tiene la forma del kanji «entrada» (å…„), aunque realmente recibe su nombre de los gansos salvajes, porque tiene la misma forma que un ave volando por el cielo.



                Otra de las estrategias utilizadas por los jardineros japoneses para sorprender nuestros sentidos en el Kenrokuen es la tĆ©cnica meianjogihou, en donde juegan con la densidad de los bosques y su oscuridad junto con la claridad de los estanques, para que esa zona parezca mĆ”s luminosa de lo que es.

                El punto principal del parque es su gran estanque, el hisagoike, construido y rodeado de conceptos muy complejos. Por ejemplo, la enorme cascada que surte de agua el lugar tiene nombre propio, midoritaki, y para poder recrear el sonido de una cascada natural, se tiraron piedras desde arriba para que cayeran lo menos artificialmente posible. El arce que crece frente a la cascada tampoco estĆ” ahĆ­ porque sĆ­. La tĆ©cnica que se utiliza con ello se llama hisensawarino-ki y lo que buscar es tapar parte de la cascada y crear una sensaciĆ³n de aĆŗn mĆ”s profundidad en el paisaje.

                Otro de los estanques importantes del Kenrokuen es el kasumigaike, con una isla en medio que recuerda a una tortuga, en donde las piedras serĆ­an la cabeza y la torre imitarĆ­a a la cola. Como la tortuga representa la longevidad, en esta representaciĆ³n se puede observar el deseo de una vida eterna y prĆ³spera. TambiĆ©n llama muchĆ­simo la atenciĆ³n dentro de este estanque el farol kotojitourou, el sĆ­mbolo del Kenrokuen, y que imita a los kotoji que sujetan las cuerdas del koto, un instrumento tradicional japonĆ©s. Tradicionalmente, se suelen colocar faroles para destacar una zona que por algĆŗn motivo, interesa destacar, como en este caso, una hermosĆ­sima vista que varĆ­a y es Ćŗnica en cada Ć©poca del aƱo.


                Para finalizar el repaso esencial a este jardĆ­n, hablaremos de dos pinos Ćŗnicos, cada uno por mĆ©ritos propios, como el neagarinomatsu, con 16 metros de alto y con las raĆ­ces que salen directamente del suelo. El karasakinomatsu es otro hermoso pino que extiende sus ramas sobre el estanque y que lo cubren, para asĆ­ desdibujar el lĆ­mite entre la tierra y el agua con la tĆ©cnica nageshinomatsu.

                Y estos son algunos de los puntos principales que encierra el elegante y hermoso jardĆ­n Kenrokuen en Kanazawa. No sĆ© a vosotros, pero a mĆ­ me ha hecho reflexionar profundamente acerca de la estĆ©tica japonesa y en como todo, hasta el mĆ”s Ć­nfimo detalle, estĆ” meditado y pensado para crear un conjunto bello y Ćŗnico. No olvidĆ©is visitar este jardĆ­n si pasĆ”is por Kanazawa, os prometo que serĆ” una visita Ćŗnica.











Todas las fotos que aquƭ aparecen estƔn bajo el copyrigth de esta pƔgina al pertenecer a la autora del artƭculo.