Cuando Banana Fish fue publicado por primera vez en 1985 en la revista Shōjo Comic, mĆ”s de uno debió pensar que alguien se habĆ­a equivocado de gĆ©nero. Sus lectores tenĆ­an entre manos uno de los tĆ­tulos mĆ”s inusuales hasta la fecha, no sólo por su temĆ”tica policĆ­aca y su cruda representación del narcotrĆ”fico, la violencia entre bandas o la prostitución infantil; tambiĆ©n por adentrarse en el yaoi sin ser cursi y a la vez logrando una representación positiva de una sólida historia de amor y amistad -lo segundo es de particular importancia- entre dos hombres como oasis de la barbarie y sordidez del mundo que les rodea.




                El eje central gira en torno a dos individuos que son como la luz y la oscuridad. Dos mundos opuestos pero complementarios que se necesitan mutuamente. Ash Lynx es un joven de 17 aƱos, cuyo hermoso rostro angelical esconde a un mafioso curtido en el mundo del crimen desde su mĆ”s tierna infancia. EstĆ” decidido a derribar a Papa Dino, su antiguo mentor y un capo de la droga quien, aƱos antes, le rescató de las calles sólo para convertirle en su juguete sexual y formarle para ser su eventual sucesor; destino frente al que Lynx decide rebelarse. En el camino de su venganza se cruza Eiji Okamura, el ingenuo y sentimental asistente de un fotoreportero asignado a cubrir el mundo de las bandas callejeras. A pesar de ser dos aƱos mayor, su inocencia le hace parecer realidad el menor de los dos. La atracción mutua es inmediata y serĆ” su vĆ­nculo con Eiji el que proporcione a Ash un anclaje con su propia humanidad, gracias a una amistad sincera que le permitirĆ” pequeƱos momentos de vulnerabilidad que de otra forma serĆ­an imposibles de expresar en el hostil universo del crimen organizado. El contraste bipolar entre las escenas de violencia y los escasos instantes de ternura casi infantil enriquecen la construcción narrativa de unos personajes sobre los que por momentos es fĆ”cil olvidar que apenas son unos adolescentes. La complejidad argumental y el contexto del relato es lo que le ha permitido trascender las barreras de la audiencia habitual del shōjo para convertirse en un tĆ­tulo mĆ”s transversal y atraer seguidores tambiĆ©n entre el pĆŗblico de shōnen o seinen.



                El tĆ­tulo de la obra es un prĆ©stamo del cĆ©lebre relato corto de J. D. Salinger, A Perfect Day for Banana Fish, una reflexión acerca de la pĆ©rdida de la inocencia y la irreparable sensación de alienación respecto a la sociedad sufrida por quien ha experimentado el horror de la guerra. TemĆ”ticas sobre las que trata el manga de Akimi Yoshida, cuya introducción nos sitĆŗa en plena guerra de Vietnam para, acto seguido, llevarnos al inframundo neoyorquino de los 80s. La adaptación al anime opta por trasladar la acción a la Ć©poca contemporĆ”nea, sustituyendo Vietnam por Irak e implementando las correspondientes actualizaciones tecnológicas, como el actual uso de telĆ©fonos móviles. La modificación del contexto cronológico trae consigo el problema de restar verosimilitud a la historia cuando hoy en dĆ­a, la ciudad de Nueva York se encuentra a aƱos luz de aquella urbe sumida en unos niveles de delincuencia y violencia juvenil tales, que para el momento de la publicación del manga estaba considerada entre las mĆ”s peligrosas del paĆ­s. Precisiones aparte, la adaptación y el diseƱo de personajes es suficientemente fiel al material original y no decepcionarĆ” a los fans del manga despuĆ©s de esperar mĆ”s de 30 aƱos por una versión animada de la historia.



Ficha TƩcnica


Nombre Original: ćƒćƒŠćƒŠćƒ•ć‚£ćƒƒć‚·ćƒ„
Director: Hiroko Utsumi
Estudio: MAPPA
AƱo: 2018
Género: Romance, Acción, Policíaco
CategorĆ­a: Shoujo