Cuando Alejandro Ramos y Rodrigo Yepes empezaron a escribir su novela Hacker Épico, lograron fusionar un manual técnico de un buen hacker, con una trama negra que – desgraciadamente- es más habitual de lo que desearíamos. La artista Eve Mae fue la encargada de llevarlo al cómic desarrollando un guion en el que le dejaron total libertad.

                Ángel Ríos termina un trabajo muy importante (como todos los que le encomiendan) y no puede negarse a tener una cita con Yolanda, una antigua compañera de clase por la que se siente atraído; ella le pide que descifre un misterioso archivo y a partir de aquí sus vidas están en constante peligro. Muchas tramas y mentiras para solucionar, si es que sobreviven.

                La adaptación al cómic de una novela con mucho lenguaje informático y muchos elementos técnicos no fue un problema para Eve Mae, quien experimentó con la composición de viñetas y los pensamientos del protagonista para evitar parrafadas explicando los detalles.



                Tras participar en la adaptación de Las aventuras de Tadeo Jones. Viaja y descubre tesoros (Ed. Planeta, 2014), Eva María Román deja claro su estilo americano en la obra que nos ocupa; sin ser un dibujo típico de superhéroes, posee esa narrativa que le ha hecho desembarcar en el mundo marvelita. Tal vez os suene más el nombre si hablamos de Call Of The Suicide Forest (con guion de D. Bressend, co-dibujado con Rubén Gil y publicado por Amigo en 2018), el spin off de un cómic de culto como es El Bosque de los Suicidas, de El Torres con el fabuloso dibujo de Gabriel H. Walta y en el que nuestra autora ha logrado dejar su impronta.

                Muy detallista y expresivo, el personaje principal cobra vida dejando claras sus intenciones de no pasar desapercibido, y el uso de grises en detrimento del color, vuelve la historia más oscura y con más fuerza, entrando de lleno en el género noir, adentrándonos en las mafias que mueven el mundillo virtual, cuyas huellas son difíciles de seguir porque no son físicas.

                Espectacular el trabajo de búsqueda de imágenes, donde la recreación del Xanadú madrileño y otros lugares emblemáticos dejan constancia de la magnífica labor de los pinceles de la autora.

                La novela engancha desde la primera página, fluye a la perfección y las tramas son rápidas y fáciles de seguir. Sin embargo en el cómic, ralentiza el ritmo narrativo con los pensamientos de Ángel, aunque dada la historia era un hándicap que se ha solucionado de la mejor manera posible, evitando largos textos explicativos. Va mejorando con las páginas en cuanto te adentras en el quid de la cuestión y disfrutas con los personajes.

                Me encantaría hacer hincapié en la evolución de los secundarios, como Marcos, que va ganando terreno a medida que trascurre la historia, da seguridad y proporciona carisma al principal, Ángel, así como Yolanda que se descubre como algo más que una cara bonita.



                Se trata de un relato policíaco muy real, con detalles y tramas que ocurren todos los días por desgracia y cuyo lenguaje nos es bastante familiar porque se ha adaptado a nuestro día a día. El lenguaje técnico está perfectamente adaptado y la labor de investigación hace que sea casi un manual de herramientas: la fuga de datos, el phishing, las redes sociales…

0xWord ha sido la editorial que ha apostado por una obra distinta, fresca y que aunque se ha dicho que no habrá continuación (del cómic), esperamos que se lo piensen porque el mundo de internet y que da tanto juego.

                El hacker perfecto al servicio de la ciudadanía… O no. Esto queda a vuestra elección, pero no os dejará indiferentes.