Estamos ante un trabajo que mezcla ambiente ciberpunk, robots, delincuentes, terrorismo y tecnologĆ­a....y un ente policial encargado de los casos difĆ­ciles: la Cyber City Oedo

Todo empieza con tres delincuentes que pueden escoger su futuro: cumplir cada uno su sentencia correspondiente o unirse a las filas de la Policía en misiones súper arriesgadas. El beneficio es una libertad limitada (cada personaje porta un collar que emite información de su salud y ubicación, sin la opción de quitÔrselo por un sistema que explota) o estar encerrado el resto de sus vidas ya que cada uno tiene condenas por mÔs de 300 años.

Con cada empresa cumplida se reducen los años teniendo hasta la posibilidad de la libertad si los criminales "clase A" son abatidos o capturados. Ojo, los protagonistas no son el arquetipo de héroe sino un conjunto de jóvenes malhechores muy dotados en su Ôrea, sin otra opción para no aburrirse en las celdas.
Fraude, asalto, armas ilegales, asesinatos y pirateo informÔtico son los cargos en común del trio. Sengoku, Benten y Gogol tendrÔn su capítulo, centrÔndose en arriesgar la cabellera pero libres de la penitenciaría orbital. Lo sobrenatural también tiene su lado en varias escenas, las computadoras tienen un grado de inteligencia elevada pero sin la afición de otras películas o series donde se maneja en su totalidad. La robótica tiene su importancia en la ayuda que brinda a los Cyber policias, especialmente a Sengoku pero no demuestran empatía o emociones.
La sangre es lo que abunda, el desarrollo de cada Ova es correr hacia el objetivo e intentar hacerlo con rapidez, el jefe de policia Hasegawa no es polĆ­ticamente correcto: lo importante es la eficacia y si ordena una muerte se debe cumplir. Para poder "dominar" a semejantes rebeldes el juego de obediencia se da con el collar, artilugio manejado a distancia que determina el tiempo para las misiones de extrema urgencia (detonando si no se respetan las reglas, como en Battle Royal).

La ciudad vive en un estado de criminalidad alta aunque se agradece que no abusen de los estereotipos de futuro condenado, la estética oscura rellena cada episodio y a la vez el cielo existe: se puede ver que el día es normal en varios cortes del último capítulo. No se asigna un cataclismo nuclear o desierto sin fin, Tokyo es una metrópolis con tecnología de avanzada que convive con lo cotidiano.
El director Yoshiaki Kawajiri ademƔs de animador, guionista y diseƱador, es un amante de las tramas que tengan estƩtica futurista y con reminiscencias ambiguas.

Con un excelente aporte en Wicked City sus demÔs trabajos tienen proyección propia, ayudando en los trazos y diseños de los personajes, tal es el caso en Ninja Scroll, A Wind Named Amnesia, Demon City Shinjuku y Vampire Hunter D: Bloodlust, por mencionar algunos. Poderes telequinéticos, cyborgs experimentales, corrupción dentro de las altas esferas y hasta el tema del vampirismo; violencia extrema, exageración, lenguaje soez y muertes, todo en tres entregas de 45 minutos.

Para ver de corrido en un fin de semana, lo malo es que la cantidad de Ovas no cierran la trama y deja el desarrollo de cada personaje en la nada. Un clĆ”sico que no pierde vigencia y encima remasterizado en dvd, nos vemos en otro nĆŗmero.  
Nombre original: ć‚µć‚¤ćƒćƒ¼ć‚·ćƒ†ć‚£ ć‚Ŗćƒ¼ć‚Øćƒ‰ ćƒćƒćƒžćƒ«ćƒćƒ
Dirección: Yoshiaki Kawajiri  
Guión: Akinori Endo  
Estudio: Madhouse  
AƱo: 1990
N° de Ovas : 3