Cuando un juego adquiere cierta fama y reconocimiento acaba expandiéndose a otros formatos; Urban Rivals, ese juego online de combate de cartas, es otro ejemplo más de este caso y por el cual reseñamos este manga que Fandogamia nos trajo ya hace un tiempo del estudio Makma. 

Bastien, un joven huérfano que siempre ha deseado entrar en la escuela de Urban Rivals para convertirse en jugador profesional y que ha sido rechazado más de una vez en los exámenes de ingreso, se contenta con jugar con cartas falsas del famoso juego hasta que el día de su quince cumpleaños le entregan un paquete que alguien misterioso le ha mandado con un guantelete de Urban Rivals y una carta que hará que entre en las Arenas no oficiales. Allí mostrará su valía y hará partícipes de parte del secreto de Urban Rivals. 

Seamos sinceros. No conozco el juego online más allá de la publicidad y un mero vistazo a su página principal. Tampoco me llama la atención. Y ésta obra no pretende ser más allá que un mero pasatiempo de género shônen que recuerda a Yu-gi-oh! A partir de aquí, vayamos al grano. De premisa sencilla y un arranque simple pero eficaz, Urban Rivals es un ligero entretenimiento con un correcto guión de Migoto Sen Chu, co-fundador de Makma y que ha trabajado en Amour Sucré, que aglomera como puede buenas premisas que por desgracia quedan algo caóticas pero cumpliendo con su cometido. Buenas premisas que parten gracias a dos líneas de historia: Bastien y su deseo de jugar un combate real de Urban Rivals y los acontecimientos que afectan a los personajes del mismo Urban Rivals que se irán entremezclando hasta que te desvelan por donde van los tiros. Dos líneas de historia que son perfectamente limitadas y explicadas en su segundo tomo pero que en el primero no dejaban de confundirme de mala manera, aunque al final consiguieran captar mi atención. Vamos, que se volvía caótico. Una historia que solo establece las premisas de algo más grande pero que nunca veremos y que hacen preguntarme qué necesidad había de hacer tanto hincapié en el protagonista Bastien y su pasado, cuando es el Otro Mundo de Urban Rivals y cierta amiga que conoce los que cobran mayor peso y sentido en el conjunto de la obra. Porque sí, para mi sorpresa, éste manga sólo se forma de dos únicos tomos ya cerrados. 

¿Hace esto que sea un mal shônen? Para nada. Incluso probablemente haga las delicias de aquellos que conozcan el juego, o incluso que haya gente que no lo conociera que ahora decida hacerlo. Pero no es mi caso. No sé si será mi edad, que juegos de este estilo no me atraen o que yo busco otro tipo de shônen; pero sin poder calificarlo como una mala obra (no lo es, como digo tiene premisas muy interesantes y se desarrolla con buen ritmo y bastante acción), me ha dejado bastante indiferente. 

Es sin duda el dibujo de Albert Carreres (Cálico Electrónico) el que llama la atención, dibujo de corte manga clásico que recrea en su interior todo lo que podemos ver en un shônen de Japón con agilidad y ritmo, lleno de clichés del género cumpliendo de manera holgada con su cometido, siendo también el tomo dos el que destaca sin lugar a dudas con viñetas y narración más fluidas y directas. 

Tal y como acabaría cierto compañero y amigo sus reseñas: en definitiva, Urban Rivals es un manga de aventuras de juego de cartas lleno de estrategias y normas que no sabes hasta qué punto siguen la realidad o es todo una ilusión que queda bien durante la ejecución de la historia, llena de acción, humor y momentos picantes que sin duda hará la delicia de todo buen devorador de shônen. Ahora bien, su final tan abierto, que te da la sensación de ser algo ya visto y unos personajes que no acaban del todo por atraerme (excepto precisamente por algunos secundarios) provoca en mi tal indiferencia que dudo que hubiera seguido ojeando el manga si hubiera continuado. Un shônen más, no malo, pero que no destaca. 


Ficha Técnica:


Nombre: Urban Rivals.

Estudio: Makma

Guión: Migoto Sen Chu

Dibujo: Albert Carreres

Género: acción, aventuras, juego de carta.

Categoría: Shônen

Editorial: Fandogamia

Tomos: 2