Adaptar una buena pelƭcula a formato manga, no es tarea fƔcil. Y mucho menos que el resultado satisfaga tanto a los que disfrutaron su visionado como los que prefieren leer la obra. En el caso que nos ocupa, la mangaka Mizu Sahara ha puesto toda la carne en el asador y el resultado es una obra tierna y que a pesar de tener solo un tomo, no necesita mƔs: cumple su cometido de no dejar cabos sueltos y a su vez no apabullar con detalles sin importancia.

Estamos en el aƱo 2046 y han descubierto que no estamos solos en el universo. Las ruinas de Tharsis en Marte, asƭ lo confirman.

Mikako Nagamine y Terao Noboru tienen unos fuertes lazos de amistad y cuando Nagamine es seleccionada para partir a explorar a bordo de un tracer (robot de exploración humanoide) en la inocencia de sus quince años, no ve cómo este hecho puede cambiar su vida.

Se escriben mensajes en el móvil casi a diario, pero cuanto mĆ”s lejos llega la flota, mĆ”s tardan los servidores y Noboru empieza a desesperarse. ¿CuĆ”nto tiempo esperarĆ” el regreso de Nagamine?

Makoto Shinkai es el historietista que llevó a pantalla su obra. Como es habitual en la mayoría de sus películas (5 ctms por segundo, Your Name, El Jardín de las palabras) los sentimientos que afloran en la adolescencia son los mÔs difíciles de dominar y Shinkai es un maestro de la empatización.

La elección de Mizu Sahara para dibujar el manga no es casual. Conocida en el mundillo de la BL bajo el pseudónimo de Yumeka Sumomo o como mangaka de shÓjo bajo el nick de Keita Sahara, lo cierto es que sus dibujos tienen una sensibilidad especial.

Unos trazos finos, los sentimientos a flor de piel que transmite no necesitan de diƔlogo. Cada viƱeta se explica por sƭ sola. Sin ser detallista en los fondos y mucho menos en el diseƱo de los robots, se centra en hacernos ver lo que Shinkai sensei tiene en su mente: ternura a raudales y relaciones personales fuertes por su pureza.

Hoshi no Koe empezó a serializarse en la Afternoon (Kodansha) en 20015, reuniendo diez capítulos que se recopilaron en un tomo de 230 pÔginas.

Como sucede en Kotonoha no Niwa (El Jardƭn de las palabras, ilustrado por Midori Motohashi) las primeras pƔginas a color nos transportan al mundo de los sentimientos que nos vamos a encontrar. En este caso, triste.

Las relaciones a distancia son difíciles de llevar en un solo planeta, imaginemos cuanto serÔ con varios planetas de por medio, cuando la comunicación cada vez es menor y solo se mantiene con los recuerdos.

Triste pero a la vez revelador que hace mƔs cierto si cabe aquel refrƔn que dice: "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Dos amigos que descubren que se encuentran mƔs a faltar de lo esperado, que se lamentan de lo que no hicieron y de como pasa la vida ante sus ojos mientras esperan reencontrarse.

Eso sƭ, debido a que el paso del tiempo es distinto en La Tierra a otro lugar, tal vez Noboru haya envejecido mƔs que Nagamine...

Dejémonos de conjeturas. Esta obra es deliciosamente triste pero tan real que duele; aunque el trasfondo sean los viajes espaciales, ahondemos en lo que sienten los protagonistas, su soledad, culpabilidad incluso. Todos nos hemos sentido así. No hace falta llegar a Júpiter para descubrirlo.


Ficha TƩcnica:

TĆ­tulo Original: Hoshi no Koe

Autor:M. Shinkai/M. Sahara

Género: Drama, romance psicológico

CategorĆ­a: Seinen

Año de publicación: 2005 (Japón), 2016 (España

Editorial: Planeta Cómic