El Josei es un género bastante escaso de encontrar en España (con permiso de Ivrea que suele apostar con algún que otro one-shot), así que me he asomado al país vecino para leerme algo que me atraiga. Tomu Ohmi es garantía de que será así.

Dark Sweet Nightmare, título quizá más comercial que The Secret Of The Black Ivy Mansion, que se acerca más al japonés, nos transporta al idílico primer amor, pocas veces correspondido.

Han pasado ya unos años desde que Chizuru abandonara la mansión de la Hiedra Negra. Pasó allí casi toda su infancia debido a que su madre era el ama de llaves y jugaba con el hijo de los dueños, Yukihiko; por cosas del destino ella tuvo que partir y regresa tras la muerte de su madre.

A su llegada, descubre que no hay ningún sirviente y ella se presta a trabajar como hicieron sus familiares puesto que Yukihiko está enfermo y muy débil; poco a poco irá descubriendo que él guarda todas sus prendas infantiles hasta parecer algo enfermizo, desde sus primeros sujetadores hasta unos pantys que puso a lavar hace un par de días.

Sin embargo, hay una puerta en la mansión que no debe cruzar…

Tomu Ohmi es conocida en nuestro país por títulos como Midnight Secretary o El Crucero del Amor, ambos publicados por la editorial Ivrea.

La obra que nos ocupa se publicó en Japón en la revista Petit Comic (Shogakukan) en el año 2013 y se reunió en tres tomos que finalizaron en 2015.

El dibujo netamente shôjo con un protagonista masculino de complexión fuerte y mirada inquietante que tiene como contrapunto femenino a una joven pequeña, muy femenina y como sucede en todas sus obras, con baja autoestima; sin apenas fondos donde recrearse, se centra en las emociones personales. La mezcla de texturas y la expresividad de los rostros son santo y seña de esta autora que a diferencia de otra reina del josei, Mayu Shinjô, sí dibuja cuerpos proporcionados y deja las perversiones de lado.

Si seguís la carrera de la mangaka desde Zoku - Kindan no Koi wo Shiyou (2001) vemos que la fusión romance-sobrenatural es la pauta que sigue y tan solo en sus obras Tsumiyori Amai Ai ni Oborete (2006), Kekkon (2014) y Yoru no Itoshi sa ( 2015) no es así. Licántropos, vampiros o seres que absorben almas son personajes que dan mucho juego en sus historias, adaptando las leyendas existentes a romances imposibles con mucho erotismo de por medio.

Tras leer Midnight Secretary he vuelto a ella para regocijarme con un relato en principio inocente en el que la pasión gana por goleada y en el que las almas están en juego. Un secreto por descubrir (no, Yukihiko siente verdadero fetichismo por las prendas de Chizuru, pero no es este) y el despertar de los sentimientos de nuestra chica cuyas contradicciones están servidas.

Lo políticamente correcto no siempre es lo mejor ni lo que realmente nos conviene y sí, los malotes y/o rebeldes siempre tienen ese puntito glamuroso que a todas nos gusta y Ohmi explota como nadie llegando a hacerlos adorables e imprescindibles sin llegar a convertirlos en perritos falderos. Eso sí, lo que menos me gusta es que la protagonista femenina suele tener complejo de inferioridad o física ya que no cree estar a la altura de su homónimo masculino, aunque finalmente deje sus prejuicios en un segundo plano y su arrolladora personalidad tape sus teóricas carencias.

Dejaros seducir por la Mansión de La Hiedra Negra donde nada ha cambiado y todo es distinto.


Ficha Técnica:


Nombre Original: Kurotsuta Yashiki no Himegoto

Autor: Tomu Ohmi

Género: romance, sobrenatural

Categoría: Josei

Nº Tomos: 3

Año: 2015 (Japón), 2016 (Francia)

Editorial: Soleil