-Para Mahogany, pasta de verdura con salsa de espinacas y champiƱones, y picarƔ de los huevos rotos, de la ensalada... y le dejamos cerca las croquetas de setas y las quiches de verduras. - tacho su nombre, otro despachado.

     -¿Y no va a tomar carne? - Pregunta ZombiD.

     -No, dice que con ser carnicero ya ve la carne todo lo que la tiene que ver, que prefiere comer verduras, pescado... - mi novio asiente y continuamos mirando la lista. - Para Freddy, una pizza con doble de queso, y muchas albóndigas.

     -Para el tĆ­o Creepy, rata a la sal, ¿una o dos? - me pregunta. 

     -Mmmh.. dos, mejor dos, que a la rata le quitas la costra y luego se queda en nada.... ¡Arrea! ¿Y a Ć©ste?

     ZombiD mira el siguiente nombre de la lista del banquete de Halloween, y se queda igual de pasmado que yo. No se trata de uno de los habituales del Castillo porque vive en el PsiquiĆ”trico, y no es sólo que le conozcamos menos, es que nadie recuerda haberle oĆ­do hablar nunca, ni haberse expresado de ninguna manera. Sin embargo, la celebración es muy suya. Mientras pensamos, vamos a hablar un poco de Ć©l, y quizĆ” se nos ocurra algo. Hoy, en Cine Freak Salvaje, Halloween. 


 

  En la larga competencia entre los admiradores de los asesinos ficticios del cine de terror, encontraremos a adoradores de prĆ”cticamente todos y cada uno de ellos; los que amamos a Freddy somos legión, hay quienes prefieren a Jason, otros adoran el estilo refinado del dr. Lecter, tambiĆ©n hay amantes de la fantasĆ­a gore traĆ­da por Pinhead y sus cenobitas... Sin embargo, y a pesar de que tambiĆ©n tenga fans, los del asesino que nos ocupa hoy suelen ser menos numerosos, pero mĆ”s incondicionales, precisamente porque cada elemento que nos gusta, refleja en cierta manera nuestra forma de ser. Michael Myers no se caracteriza por su labia, ni por un abuso infantil, ni por gustos refinados ni extravagantes, y casi ni siquiera por su forma fĆ­sica. Pero a cambio, es El Asesino.

     Nos encontramos en la noche de Halloween del aƱo 1963, y vemos a alguien observando a una chica adolescente que, a escondidas de sus padres, mete en casa a su novio y tiene sexo con Ć©l. Este hecho es el detonante que hace que la persona que les observa, franquee las fronteras de la cordura. El observador se pone la mĆ”scara del novio de la joven, se dirige a la cocina, agarra un gran cuchillo y asesina a la chica con Ć©l. Cuando sale de la casa, los extraƱados padres le quitan la mĆ”scara y vemos al asesino por primera vez. Se trata de un niƱo de seis aƱos vestido de dulce payasito. Pasan los aƱos y Mike Myers es encerrado en un psiquiĆ”trico y queda a cargo del dr. Loomis y en un estado de supuesto aislamiento mental. Myers crece allĆ­ sin hablar, sin rebelarse nunca, sin llorar... mientras que el resto de mĆ©dicos le consideran inofensivo y poco mĆ”s que un vegetal, Loomis sabe que todo eso no es mĆ”s que una comedia y se obstina en que sea encerrado bajo mayores medidas de seguridad. Para que haya pelĆ­cula, eso no sucede y, un dĆ­a antes de la noche de Halloween de 1978, se produce una fuga masiva de pacientes. Michael ha escapado y va de camino a casa.

     Si bien las pelĆ­culas de asesinos en serie ya existĆ­an y se habĆ­an explotado con Ć©xito tanto dentro
como fuera de los Estados Unidos, Michael Mayers fue el primer gran asesino de la dĆ©cada de los ochenta, y probablemente el que menos cambios ha sufrido durante las secuelas. Mientras que Freddy Krueger fue acentuando su cinismo y sus comentarios burlones, mientras que Jason pasó toda una transformación hasta que su mĆ”scara le encontró, Michael ha permanecido prĆ”cticamente inalterable. Ɖl salió de un psiquiĆ”trico, se colocó una mĆ”scara y se hizo con un cuchillo. Y nunca hemos visto su cara, nunca ha dicho nada, y ni tan siquiera le hemos visto acelerar el paso, otra gran diferencia con sus colegas terrorĆ­ficos; mientras que Freddy o Jason persiguen, buscan con impaciencia rompiendo cosas y una vez localizada su presa corren hacia ella, Myers no hace nada de todo eso. Ɖl elimina metódicamente a sus vĆ­ctimas una a una sin pasión, sin prisas, sin dejar traslucir ningĆŗn tipo de fastidio o ira; no corre jamĆ”s, cuando ha encontrado a su presa simplemente se desplaza hacia ella con un paso tan monótono como desquiciante. En ese aspecto, Mike es la misma encarnación de la Muerte, que no necesita perseguir por que sabe que va a atraparte, y tĆŗ lo sabes tambiĆ©n, por mĆ”s que intentes escaparte. Su absoluta frialdad, es lo que le hace realmente terrorĆ­fico, porque vemos que no hay modo alguno de llegar a Ć©l, carece por completo de humanidad o empatĆ­a, es simplemente un cuchillo móvil, una mĆ”quina de matar. No obstante, su estudiada ausencia de pasión es su escudo tanto como lo es su mĆ”scara, y a travĆ©s de la cinta vemos que cuando Laurie Strode (Jaime Lee Curtis) logra echar mano de ese escudo, puede quedar vulnerable.

     Halloween, como la cinta de bajo presupuesto que era, tuvo dificultades en el rodaje derivada de esa misma justeza económica. En primer lugar, la actriz que iba a dar vida a la protagonista, Laurie Strode, iba a ser una chica mĆ”s conocida, pero el director no logró encontrar a ninguna joven actriz de renombre disponible y dispuesta a rodar por tan poco dinero. Finalmente, encontró a una chica de diecinueve aƱos cuya madre habĆ­a trabajado en Psicosis junto a Hitchcock, y pensó que el pĆŗblico podrĆ­a sentirse interesado por el paralelismo. Fue la primera aparición cinematogrĆ”fica de Jaime Lee Curtis, y a pesar de su juventud y escasa experiencia, convenció. Cobró 8.000 dolares por el papel y, a falta de presupuesto para vestuario, tuvo que ir ella misma a un centro comercial y comprarse la ropa que usarĆ­a en la pelĆ­cula. Igualmente, para el papel del dr. Loomis se barajaron los nombres de Peter Cushing o de Christopher Lee, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a trabajar por un salario tan bajo como el ofrecido, de sólo 25.000$. La tercera opción era la de un gran nombre entre los secundarios, Donald Pleasance, quien en un principio no las tenĆ­a todas consigo, pero la hija del actor habĆ­a visto la anterior pelĆ­cula del director John Carpenter, Asalto a la comisarĆ­a del distrito 13, y le habĆ­a encantado, de modo que convenció a su padre de que aceptase el papel.

    Estas, no fueron las Ćŗnicas dificultades a las que el equipo hubo de enfrentarse. Al carecer de un presupuesto decente, tuvieron que improvisar para conseguir localizaciones; recorriendo lugares a la bĆŗsqueda de los mismos, encontraron un pueblecito en Pasadena del sur, California, donde iban a derribar una vieja iglesia que amenazaba ruina. El equipo quedó prendado del edificio y pidieron permiso para rodar en Ć©l, haciĆ©ndolo pasar por la casa familiar de Mike Myers. No sólo lo obtuvieron, sino que cuando los vecinos se enteraron de que venĆ­an a rodar una pelĆ­cula en su pueblo, se ofrecieron a ayudar, de modo que pudieron disponer de todas las tomas de calles, zona comercial, colegio... que precisaron durante los 21 dĆ­as primaverales que duró el rodaje, la gente del pueblo hizo de extras y vistieron a sus hijos con disfraces de Halloween para que salieran en la cinta.

    Por su parte John Carpenter, decidido a utilizar el mĆ”ximo dinero posible en la cinta, no sólo la
dirigió, también se encargó del guión cinematogrÔfico y ademÔs dio vida a la inmortal música del film. No contento con ello, habló con el productor, Moutapha Akkad y se comprometió a cobrar poco mÔs que uno de los actores... a cambio de llevarse un 10% de los beneficios de taquilla, tal era su confianza en el éxito de la película. Ni que decir tiene que el trato se aceptó y, para que os hagÔis una de lo que esta cinta tan baratita de presupuesto recuadó en taquilla, os diré que la parte de Carpenter ascendió a 4.700.000$. Halloween tuvo enseguida segunda parte y hoy día es una franquicia de terror mÔs con, hasta la fecha, siete secuelas. Jaime Lee Curtis fue una de las grandes "scream queens" gracias a Myers, y una de las pocas que puede decir que, por mal que lo haya pasado en las películas, ha ido sobreviviendo.

     Halloween es una cinta slasher en la que los crĆ­menes abundan y el asesino da verdadero miedo. Una cinta de terror en la que vemos cumplirse los estereotipos del gĆ©nero, pero que cuenta con una heroĆ­na valiente y juiciosa, que a diferencia de otras chicas de pelĆ­cula de miedo, no sobrevive por azar o porque la rescaten, sino por que, aunque estĆ© asustada, no se arredra y es capaz de luchar por ella misma y por los niƱos a los que cuida. Cinefiliabilidad 4, lo que significa que es un poco dura de ver debido a la aridez de carĆ”cter y falta de humanidad de su asesino, pero merece la pena por el gran ejercicico cinematogrĆ”fico y la calidad de un director y unos actores que lo dieron todo por un proyecto en el que confiaban.

Nota curiosa: la mÔscara de Mike Myers es la cara de William Shatner (el CapitÔn Kirk de Star Trek). La pintaron de blanco, agrandaron los ojos y le añadieron pelo para darle una impresión aún mÔs falsa, de rostro artificial... y también para que Nick Castle, el actor que encarnaba a Myers, pudiera ver mejor por dónde iba.

"¿Es esto lo que buscabas, corazón...?"



"Os voy a hacer falta hasta para haceros una paja". Si no coges esta frase, tienes que ver mƔs cine.