I went down to the crossroad
fell down on my knees
I went down to the crossroad
fell down on my knees
Asked the lord above “Have mercy now
save poor Bob if you please"

Con estas palabras el bluesman Robert Johnson nos hablaba de su pacto con el diablo para ser el mejor tocando blues. Para mitigar el dolor que le produjeron las muertes de su esposa e hija, pasó de ser un guitarrista del montón a ser un maestro, así que esto sólo podían explicarlo con un pacto con Satanás... El que se produce en un Cruce de Caminos.

Avery está de vuelta de todo. Solo bebe whiskey y se empeña en ganarse la vida como bluesman. Un día se encuentra con un oscuro personaje, el diablo y le propone cambiar su alma a cambio del éxito. Pero el diablo le dice que con lo que bebe a lo sumo le quedan unos 8 años, que puede esperar... Sin embargo, le propone otro trato: que le traiga un alma pura, sin mácula y él le otorgará su favor.
Tras buscar por el pueblo, da con un chiquillo, Johnny, que puede ser perfecto. A cambio de un par de botellas de bourbon barato, le hace ver que es una carga para sus padres, que con él tiene esperanzas.
Emprenden el viaje hasta el cruce de caminos, donde debe producirse el intercambio de su alma por el éxito...

Juan Manuel Anguas (Angux) es el impulsor del festival ESCOGE y conocido principalmente por sus reseñas en blogs como La Caraviñeta o El Hojeador, así como diversas entrevistas para La Guía Del Cómic. Adorador del medio y conocedor de palabras y cultura comiquera, se embarcó en este proyecto para llenarlo de emociones, contando con los trazos de Núria Tamarit. La dibujante conocida por Duerme Pueblo (junto a Xúlia Vicente) tiene un trazo alejado del cartoon y salpicado de esos trazos que funcionan tan bien en la BD francesa; un dibujo que se antoja sencillo al primer vistazo, pero efectivo que recuerda vagamente a los del gran Paco Roca y que junto al color, hecho de manera que recuerda a las retorcidas pinceladas de Van Gogh en determinadas viñetas (¿tal vez Núria se inspire o siga a Rodolphe Töpfer, el primer ilustrador de cómics con su obra Mr Talbot?) usando colores cálidos, nos traslada a la época americana post-esclavista.

La leyenda de Fausto es archiconocida: aquél que vende su alma al diablo a cambio de éxito o riquezas y cuyo intercambio tiene lugar en un Cruce de Caminos (con la metáfora que ello supone: cruce de caminos, cambio de dirección). Sin embargo, los autores van más allá y no sólo el alma de Johnny es pura, su buen hacer dará paz a la de Avery y durante el desarrollo de la historia, en la que los cuervos (esos bichejos del demonio, espías de su satánica majestad), irán abrien su paso hacia lo que en principio es su caída a los infiernos.
Digo en principio, porque como todo buen blues es una historia emocional pero triste que sin dejar nada en el tintero, abarca desde la personalidad del protagonista, con su infancia triste y un secreto que Johnny descubre, querer robar y no dejar que el muchacho lo haga... Y descubrir que Johnny tiene talento para los acordes con la guitarra.
Un final bastante inesperado a pesar de las pistas y una historia fantásticamente narrada.
La vida (más bien la leyenda) de Robert Leroy Johnson, sirven como inspiración a este cómic con sus más y sus menos. Y sí, la película CrossRoads (Cruce de caminos, 1986) también parece tener parte de culpa (aunque Steve Vai no toque blues, la guitarra es lo suyo, sin duda. A ritmo de rock).
Donde el blues se hace cómic "La suerte es el cruce de caminos donde la búsqueda se encuentra con la oportunidad." - Norman Vincent Peale. Avery's Blues.
Ficha Técnica:

Título original: Avery's Blues

Autor: Angux/N. Tamarit

Género: Costumbrista

Año: 2016

Editorial: Dibbuks