
-La mĆa fue una vieja pelĆcula de Ed Wood en la que Bela Lugosi era el narrador - dice el tiĆto Creepy -. Su personaje me dejó prendado, y sĆ, yo tambiĆ©n quise ser narrador, ¡el mejor cuentacuentos de terror de todos los tiempos!
-Pues la mĆa fue "¡A tope!" - sonrĆe ZombiD bebiendo su cerveza - Bueno, la primera-primera, no fue porque yo tendrĆa unos diez aƱos, pero sĆ fue la que me marcó. Nos habĆan dicho que salĆan tetas, y yo quise verla a toda costa, logrĆ© colarme en el cine del barrio y la vi. Y sĆ, la verdad que tenĆa algunas "escenas", pero lo que me gustó no fue eso, ¡sino toda la mĆŗsica que salió! ¡Lo mejor de la Movida, todo junto en una peli! Yo iba a ser rockero por encima de quien fuera.
-Mi primera pelĆcula fue a los tres aƱos de edad - digo yo, con las manos alrededor de la taza de tĆ©, y una sonrisa triste en mi cara.- De la pelĆcula no guardo recuerdos, pero sĆ de los mĆos, riĆ©ndose tanto que hasta se cayeron del sofĆ”. Creo que tambiĆ©n es desde entonces que quiero hacer reĆr a la gente... Ella tenĆa nueve aƱos. - Freddy estĆ” a punto de preguntar quiĆ©n, pero ZombiD se lleva un dedo a los labios y su brazo cĆ”lido aprieta mis hombros mientras guardamos silencio un minuto... Hoy, en Cine Freak Salvaje, la primera pelĆcula que vi. El regreso de la Pantera Rosa.
En lo que se refiere a continuaciones, la frase de "nunca segundas partes fueron buenas", es mĆ”s una directriz opcional que una ley inmutable. Por mĆ”s que durante la segunda mitad de la dĆ©cada de los ochenta nos encontrĆ”semos secuelas olvidables en su mayorĆa y que no eran mĆ”s que explotación de franquicia, a lo largo de toda la historia del Cine encontramos muchos otros casos en los que una continuación no sólo se pone al nivel de la primera parte sino que incluso la supera. La cinta Un candidato muy peludo, superó a El extraordinario caso de Willby (producciones ambas de la factorĆa Disney); 2001 manĆacos quedó mucho mĆ”s divertida que su sesentera predecesora, 2000 manĆacos, y la cinta que nos ocupa, por mĆ”s que la primera parte fuera muy divertida, nos ofrece un humor mĆ”s actual, menos blanco y una hilaridad ciertamente superior a ella.
En un museo de Lugash (paĆs imaginario de Oriente Medio) y bajo fĆ©rrea vigilancia, se expone el diamante mĆ”s grande del mundo, La Pantera Rosa, llamado asĆ porque colocado en cierta posición contra la luz, puede observarse la figura de una pantera. El museo, naturalmente, presume de que sus medidas de seguridad son inviolables, pero esa misma noche alguien se lleva el diamante dejando en su lugar un guante blanco con el bordado en oro de una letra P; la "tarjeta de visita" del Fantasma. Ante la crisis de poder que supone en el paĆs que se haya robado un diamante que representa un sĆmbolo religioso y polĆtico, Lugash exige que el caso le sea encargado al mismo detective que ya recuperó el diamante la Ćŗltima vez que fue robado, al inspector Clousseau.
La primera cinta, La Pantera Rosa, habĆa sido estrenada en 1963 y, queriendo hacer algo meritorio
con los tĆtulos de crĆ©dito, los hicieron animados y protagonizados por el personaje de la Pantera que hoy todos conocemos. El rosado felino se hizo tan popular, llegando incluso a aparecer en la portada de la revista Time, que ameritó una serie propia de dibujos animados. Intercalados en sus aventuras, estaban los cortos de "El Inspector", personaje que en la cinta encarnó Peter Sellers. En la primera entrega, que contaba con un gran nĆŗmero de secundarios (David Niven, Capucine, Robert Wagner, Claudia Cardinale...), el personaje de Clousseau quedaba algo velado... en las continuaciones, en las que, por mĆ”s que seguĆan existiendo secundarios, el protagonismo del inspector era absoluto, y su comicidad se expandió. Siguiendo un humor basado casi esencialmente en la estupidez y torpeza infinitas del personaje, Peter Sellers creó un detective inmortal cuya estulticia sólo era comparable a su increĆble suerte. De ese modo, Clousseau tiene una opinión elevadĆsima de sĆ mismo y se considera un policĆa inteligente, sagaz, y dotado de todas las virtudes de la agudeza... en realidad, es un patoso irredento y no deduce mĆ”s que obviedades, pero las circunstancias, el ansia de los verdaderos culpables por librarse de Ć©l o tenderle trampas, o simplemente su suerte, le ponen la solución en bandeja, de modo que el resto del mundo (salvo su superior, el inspector-jefe Dreyfuss, encarnado por Herbert Lom) coincide tambiĆ©n en que es un talento nato.
El regreso de la Pantera Rosa fue estrenada en el aƱo 1975, mĆ”s de diez aƱos despuĆ©s de la cinta original, si bien en el aƱo 64 habĆa sido estrenada El nuevo caso del inspector Clouseau (tĆtulo original: A shot in the dark. Sin comentarios), cinta que no se consideraba secuela oficial debido a que el diamante no formaba parte del argumento. El motivo de este lapso de tiempo tan largo entre ambas cintas se debió a diversas desavenencias entre los protagonistas y la productora, la Walter Mirisch Inc. y la Metro Goldwyn Mayer (gruaurgh). En un principio, se pensó en hacer una serie televisiva, a lo que Peter Sellers se negó, alegando que el trabajar para la pequeƱa pantalla reducirĆa su cachĆ©; paralelamente, David Niven exigĆa un mayor protagonismo para su personaje y tambiĆ©n mayores dividendos. El productor, Walter Mirisch, tiraba a favor de David Niven, mientras que el director, Blake Edwards, apoyaba a Sellers. Finalmente, Niven y Mirisch abandonaron el rodaje y Blake Edwards asumió las tareas de producción junto a las de dirección y contrataron a Christopher "Coronel VonTrap" Plummer para encarnar al Fantasma, y se hizo una pelĆcula para la gran pantalla y no una serie televisiva, tal como querĆa Sellers... pero Edwards tuvo el buen juicio de guardar un buen nĆŗmero de ideas, que se convertirĆan en secuelas de la presente cinta.
¿Acertaron Peter Sellers y Blake Edwards al dejar ir al consagradĆsimo David Niven y al
productor Mirisch...? Para que os hagĆ”is una idea: El regreso de la Pantera Rosa es la mĆ”s aclamada por crĆtica y pĆŗblico de todas las de la saga, dejó a la primera parte a la altura del betĆŗn y, con un presupuesto de cinco millones de dólares, recaudó mĆ”s de cuarenta... y eso, sólo en los Estados Unidos.
El Ć©xito de la cinta fue tal que, en las secuelas siguientes, David Niven y la MGM se avinieron a volver a participar. No obstante, como Ć©sta fue la Ćŗnica pelĆcula que no contó con el dinero de la MGM, sino que fueron Edwards y la United Artists quienes la produjeron, es la Ćŗnica que no puede ser distribuĆda por aquĆ©lla productora, de modo que no puede ser incluĆda en los packs recopilatorios de la saga (y a mĆ me hicieron bien la puƱeta, con perdón), tiene que ser adquirida aparte.
El regreso de la Pantera Rosa es una pelĆcula en la que la diversión no cesa y la carcajada no da descanso al espectador. Una comicidad propia de tebeos, en la que el protagonista es vĆctima de una bomba que vuela la mitad de su casa, pero Ć©l sólo acaba con la cara tiznada y el traje quemado. Una cinta llena de hilaridad estruendosa, de golpes de humor recurrente (y tambiĆ©n de los otros), de diĆ”logos divertidĆsimos y donde la seriedad del personaje principal contrasta con los innumerables desastres que ocasiona por doquier. Es una cinta ideal para ver en familia, apta y aĆŗn recomendada para niƱos, y si un dĆa estĆ”s de bajón, te garantizo que te harĆ” reĆr hasta hartarte. Cinefiliabilidad 2, lo que significa que se ve sola, y aunque sea cine de gansadas, no deja por ello de tener argumento sólido.
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-¡Suspendido 6 meses sin paga! ¿Algo que alegar? -Eeeh... ¿puede prestarme 50 francos? |
"Yo una vez tuve plena confianza en un pedo... y me caguƩ entero" Si no coges Ʃsta frase, tienes que ver mƔs cine.
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