Tensiones sociales propias de la época en las que se encontraban los países, reflejados con una mirada en donde se mezcla lo ingenuo con lo Ôcido. El trabajo, la opinión pública, los pormenores para llegar a fin de mes, la ecología, la cultura y la política son mostradas por una pequeña pandilla de amigos, una sÔtira inteligente en donde el dicho "pinta tu aldea y pintarÔs el mundo" le viene como anillo al dedo.

Una obra moderna, donde lo dibujado apenas ha cambiado a pesar de haber finalizado hace casi 40 aƱos.

El conflicto de Vietnam, las mentiras del gobierno estadounidense, las ganas de poseer una superioridad militar y demostrar el poderío es algo que la protagonista no tolera, pero no es sólo una advertencia ajena, ya que en muchas naciones se estaban llevando a cabo experimentos nucleares, siendo éste el temor mas infundido de las viñetas que componen la obra.

Si bien en la actualidad nos parece una tontería, el miedo a una guerra nuclear probable estaba latente, especialmente por la corta distancia entre las bombas de Hiroshima y Nagazaki, apenas dos décadas atrÔs. La visión de algo similar en Occidente era una fuerte preocupación, los conflictos entre EEUU y la Unión Soviética se hallaban a flor de piel y se sentía lo que después conoceríamos como la "Guerra Fría".

Cine, radio y luego... la televisión





Mafalda es una chica de 6 años que desea ver una sociedad justa, sin sobresaltos y donde prime la razón, un ejercicio difícil cuando escucha las noticias en la radio. Posteriormente se puede observar la llegada de los electrodomésticos y el factor de consumo, los vendedores ambulantes que iban a las casas para publicitar sus productos y el tema del "estatus", quien tuviera televisor pertenecía a la clase media, un pensamiento bastante común en la década del 60.

Si antes el cine "condenaba" a los espectadores al infierno, el televisor era el "causante" de las mentes podridas, el miedo a los contenidos son mostrados por el padre de la protagonista, algo que no nos resulta raro en el presente porque ¿quien no ha escuchado alguna vez que el anime (entre otras cosas) hace malvados a los niƱos? Si todavĆ­a ahora persiste semejante flagelo, imagĆ­nense en las dĆ©cadas pasadas.

El capitalismo, mostrado a travƩs de Manolito


Uno de los personajes mas queribles es el hijo del almacenero del barrio, siendo un homenaje y a la vez parodia por parte del autor hacia su familia, padres, tíos y abuelos de raíces españolas El capitalismo que manifiesta este pequeño niño es una clara imagen que el imaginario poseía sobre el país ibérico, donde con trabajo y mucho sudor uno podía ascender a una clase social mas elevada. Es el único que ya tiene su destino decidido: abrir una cadena de supermercados con su nombre...y fundir a Rockefeller, a quien admira, envidia y odia, todo a la vez. MostrÔndose con bajas notas en la escuela (su bestialidad es risible) intuye que el conocimiento lo harÔ mas capacitado para las ventas... aunque sus amigos deban soportar que cada tanto quiera enriquecerse de formas no tan licitas, con algunos alimentos en mal estado (las "ofertas del día"), morcillas duras como piedras, quesos humeantes, etc. La afición al dinero es gigante y goza de sentirse como futuro ejecutivo, espejo de varios millonarios que pululaban en los 60 y 70.

El nuevo rol de la mujer en la sociedad


Para mostrar la "humanidad" de Mafalda hacía falta alguien que fuera su antagonista en las decisiones que tomara, así Quino introduce a Susanita, totalmente opuesta a la primera ya sea en ideas, políticas, opiniones y sentimientos. Siendo a veces tan repelente con sus diÔlogos, se logra el propósito inicial del autor: la convivencia entre diferentes modos de pensar.

Los choques intelectuales entre las dos nos muestran la crudeza del mundo adulto, ella no razona con el grupo sino para si misma: si no lo veo, no existe. AsĆ­ es la mentalidad cerrada que en vez de erradicar la pobreza, prefiere esconderla.

Susanita es la arquetípica mujer de las viejísimas series de televisión: esposa devota donde su función es tener hijos, ser ama de casa y estar pendiente de la moda y los últimos modelos en vestimenta, nada de innovaciones y menos una idea revolucionaria. Con el contraste y la introducción del feminismo, la sociedad experimenta un cambio de valores que algunos no aceptan, viéndose las colisiones entre las nuevas y las viejas facciones. La madre de Mafalda también manifiesta su entusiasmo, y aunque no se recibió posee estudios universitarios.

Chusma, rencorosa y racista, si algo malo se tiene que mostrar en forma cómica, la elección serÔ para Susanita.

La imaginación, la inteligencia


Con un año mas que la pandilla, Felipe es la "contradicción misma"; seguro y valiente o tímido y deprimido, visualizamos al mas normal entre la muchedumbre. El poder de su mente para imaginar mundos alternativos o recrear un personaje favorito puede llegar a opacar incluso a Mafalda. Odia la escuela y se deprime con la enseñanza, pero Quino le brindo el don de la inteligencia. Con el nos enteramos de la cultura reinante por aquellos años, la música, los maestros del ajedrez, libros o historietas, entre otras cosas.

La inocencia y la voz del pueblo


Miguelito, con un año menor, es el paradigma de la belleza infantil, esperando siempre algo, es ingenuo y a veces resulta pedante con su increíble narcisismo, donde todo gira alrededor de el. Refleja los temores y la violencia de los servicios de orden público, especialmente los policías y militares. El mÔs chico de edad (exceptuando a Guille) que todavía no tiene las ideas bien claras, al punto de creer que "Mussolini era un buen tipo".

El último personaje que aparece es Libertad, donde su altura es irrisoria (otra parodia hacia la justicia) y siempre defendiendo las buenas costumbres de la democracia. La niña que mÔs lograda estÔ en guión, su madre hace traducciones francesas (el homenaje a la "liberación que provino de Paris"). La mÔs parecida a Mafalda en pensamiento.

AdemĆ”s de protestar contra la guerras, las injusticias, la opresión y la ignorancia, siempre habrĆ” tiempo para las actividades de la escuela y jugar, no toda la obra es polĆ­tica y con esto el autor consigue dar un descanso hacia gags muy cómicos, regodeĆ”ndonos con la codicia de Manolito, el egocentrismo de Miguelito, las vacaciones junto a los familiares, y un tema que afecta a todos los amigos... ¡la sopa!

La comida intragable


En otro indicio de rebeldía, casi todo el grupo odia este brebaje, después de considerarlo repugnante es la excusa perfecta para señalar el sometimiento de los hijos hacia sus padres. Mafalda es la portavoz oficial de la oposición, al punto de descomponerse cuando observa a su hermanito Guille la increíble devoción al tomarlo, una herejía para su estómago.

Si muchos lƭderes polƭticos no la hubieran tomado en su niƱez, estarƭan todos mejor, este es su fundamento para despellejar a Cuba, China o Rusia. No hay trato con la sopa, se odia o se odia...una batalla perdida cuando hay panqueques de postre.

Serie animada

 

En 1973, con la autorización de Quino, las travesías del papel se trasladaban hacia la pantalla grande en 52 cortos (El mundo de Mafalda). Si bien tuvo aceptación no fue el éxito esperado, bÔsicamente porque sin importar los acentos de cada lugar, una "historieta" posee la voz que uno se imagina, no siempre resultando fiel a lo que uno tiene en la cabeza. Sin embargo los episodios "mudos" estÔn bien logrados. Se consigue una versión remasterizada en dos dvds.

La pelĆ­cula: 


El largometraje se transmitiría en 1991, mejorando notablemente la calidad y cambiando el aspecto de algunos personajes, color de peinado, etc. Con una duración de 72 minutos, se intercalan gran dosis de humor. Mucho mÔs ameno para que sea apto para todos, estÔ menos politizado por lo que lamentablemente pierde mucho

El merchandising:


A excepción de Francia en donde se publicó en colores, la obra fue traducida a mÔs de 30 idiomas en su formato original. Lugares como Japón, TaiwÔn e incluso China recibieron las viñetas, principalmente para hacer frente a la piratería. En este último se suprimió gran parte de la participación de Susanita, por el estricto control de natalidad (el personaje desea al ser mayor tener varios niños, algo que afecta al país por la superpoblación).

En resumen: Historieta de a cuadros que perdura en el tiempo, mientras exista injusticia social en el mundo las criticas de Mafalda serƔn actuales.

Lo mejor: CrĆ­ticas inteligentes, personajes queribles.

Lo peor: Que muchas cuestiones reflejadas existan todavĆ­a, para mal de la humanidad