Muy buenas queridos mĆ­os. Tiempo ha que no pasaba por aquĆ­, no me da la vida... Y tal vez deberĆ­a escribir un testamento ahora que aĆŗn estoy lĆŗcida (o llego tarde, segĆŗn se mire..). El caso es que no me sonaba en ninguna pelĆ­cula japonesa lo del famoso testamento tal como lo conocemos y encontrĆ© la palabra Jisei (č‡Ŗåˆ¶ ó 恘恛恄). PodrĆ­amos traducirlo como autocontrol, pero en realidad sirve para designar lo que ellos llaman "poema de despedida de la vida" y mĆ”s bien nada tiene que ver con nuestro testamento.

En el idioma japonƩs la palabra muerte (shi ꭻ ) se evita, aunque no asƭ la forma de morir; asƭ por ejemplo, hablan del roshi (muerte porque ya era anciano), senshi (muerte en la guerra) o shinju (suicidio de una amante) or poner algunos ejemplos. Siendo una cultura en la que la muerte estƔ muy presente, ya que son muy espirituales y morir es dejar atrƔs la pesada carga terrenal, sigue sorprendiƩndome que eviten usar el tƩrmino, como si algo malo les fuera a suceder y sin embargo pasan la mayor parte de su vida preparƔndose para ello.

Los llamados Jinsei no Ku son poemas que se escriben en el umbral de la muerte, cuando aĆŗn se estĆ” lĆŗcido.
Históricamente deberíamos remontarnos muchos siglos atrÔs y aunque no hay datos fidedignos sí podemos señalar que uno de los mÔs antiguos fue escrito por el príncipe Otsu (663-686) que fue condenado a muerte por traicionar a su padre. Un poema que le hizo pasar a la historia y que traducido dice así:
Hoy es el Ćŗltimo dĆ­a
en que verƩ a los patos reales
graznar sobre el lago Iware.
DespuƩs desaparecerƩ
entre las nubes

A pesar de saber que se va, el apego a la vida mediante la visión de los patos, el disfrute de su "graznido" , que parecen tan poca cosa, esas minudencias son las que nos recuerdan que estamos vivos. Preciosa metÔfora.

Podrƭamos decir que los japoneses quieren dejar su "legado espiritual" a travƩs de estos poemas.
Los mĆ”s interesantes (por contenido) los encontramos en el PerĆ­odo Heian (794-1185) donde el auge militar y especialmente la divulgación del budismo, donde vida y muerte van de la mano (el ser humano se funde con la naturaleza) en el que encontramos a Minamoto no ShitagĆ“ (911-983) cuyos jinsei nos transmiten una imagen demoledora a pesar de arrancar con una belleza etĆ©rea; fue el compilador del Wamyō Ruijushō, diccionario japonĆ©s mĆ”s antiguo que se conoce y antecedente de las enciclopedias japonesas.

La etapa feudal del Perƭodo Kamakura (1192-1333) los samurƔi dejaron de usar las flores como sƭmbolo de lo efƭmera que era la vida y tambiƩn empezaron a escribir a sabiendas de que iban a morir y dejaban constancia de lo vacuo de su existencia.

Durante el PerĆ­odo Muromachi o PerĆ­odo Ashikaga (1338-1573) la agricultura y el comercio exterior, la ceremonia del tĆ©, el ikebana (arte floral) y el nō (drama musical japonĆ©s), "sobrehumanizaron" a los samurĆ”is existentes y a todos los guerreros en general y suyos son algunos de los pĆ”rrafos que han pasado a la historia, como este de Ota Dokan (1432-1486), poeta y militar apuƱalado mientras tomaba un baƱo y que tuvo tiempo de escribir con ese puƱal:


Si no hubiera sabido
que ya estaba
muerto,
habrĆ­a lamentado
perder la vida

Llegamos al Perƭodo Edo(1603-1868), donde el asentamiento de las bases del Bushido dio paso a jinsei donde la fuerza de los guerreros se traslada tambiƩn a su alma.

No podría cerrar este artículo sin mencionar a los artistas del Haiku (escritura poética que ensalza la naturaleza) y pese a que casi evidentemente, serÔn las mejores piezas poéticas, también las hay que con un punto y una coma (traducción de los kanjis a nuestro idioma) de Shidoken vienen a dejar al ser humano a la altura del betún. No somos ni mÔs ni menos que por ejemplo los gusanos.
En la próxima entrada os hablaré de la primera mujer que escribió un jisei y los tankas.

BibliografĆ­a:

- Wikipedia consultada el 22 de abril de 2016.
-Japanese death Poems, Monks Z./Hoffman Y., ed. Tuttle