A mediados de los ’80 cayó en mis manos el cómic Peter Pank del gran Max. Un cómic gamberro y repleto de humor (amén del erotismo por llamarlo finamente) que me llevó a descubrir publicaciones como Makoki, Creepy y Comix Internacional.
De esta última, Broadway era una de mis series favoritas, así que en cuanto Tyrannosaurus Books la recuperó, me la agencié.

Broadway, conocida como la puta de Utah, recibe la ayuda de Contestador Automático durante una trifulca en un club; este pobre diablo va colocado todo el día con una droga de diseño llamada A.A.C (Alucinógeno Activador Cerebral), con lo que sexualmente no vale un euro. Pero Broadway decide ayudarlo y juntos se embarcan en la aventura de reclutar gente para crear su propia banda: Los Super Suckers.
Un desierto de Nevada post-apocalíptico será el marco perfecto para que esta banda de delincuentes/folladores/maleantes (y cualquier otro despreciable apelativo que se os ocurra) desarrolle su carrera.

Mike Ratera fue uno de los hijos pródigo del visionario Tutain. Unos lápices irreverentes, el gamberrismo llevado al extremo y el recargo en sus líneas, hicieron de él el autor perfecto para el tipo de cómic que empezó a surgir en la década de los ’80.
Las publicaciones arriba mencionadas empezaron a mostrar un humor satírico salpicado con porno “light” que vivió su máximo esplendor a finales de esta década con valores en alza como El Víbora o la ya nombrada Creepy; terror y erotismo a partes iguales que salpicadas con mucha violencia nos llevaron a un dibujo tétrico, casi barroco diría yo, en cuanto a detallismo se refiere, que ilustraba historias gamberras y cuyo lenguaje soez era un personaje más en ellas.

Dos décadas después, Broadway ha cambiado sus facciones, endureciéndolas más si cabe, y en las que podemos reconocer a la modelo fetiche de Ratera: Seffana Seff. Esa expresión entre lasciva e irreverente, está presente en todos los personajes principales femeninos del autor, ya sea Le Chant Des Elfes (Harpya) o en La Espada Salvaje de Conan; podríamos decir sin temor a equivocarnos, que la musa Seffana no le abandona.

La evolución del personaje durante este tiempo ha endurecido no solo sus rasgos, también la manera de pelear y enfrentarse a los retos, siendo más bruta (si cabe) que su predecesora. Recordemos que Broadway, a pesar de ser una serie cuyos capítulos concluían en cada número, solo tuvo seis, considerándose serie incompleta…

La editorial Tyrannosaurus Books ha hecho un trabajo magnífico con la edición y ha respetado el making off antiguo, donde las tintas no eran tan trabajadas y el guarreo de las viñetas es parte de la historia y son regocijables los extras y las explicaciones del autor. Una narrativa equilibrada acorde a una obra sucia y beligerante que nos mete de cabeza en un mundo destrozado a todos los niveles. Donde a los personajes no les queda más remedio que sucumbir y no precisamente a sus encantos.

Si tenéis nostalgia de aquella época, esta es una gran opción. Si no conocéis a un autor injustamente secundario, cuya labor no es reconocida por estos lares ( no es profeta en su tierra pero es aclamado fuera)
a pesar de haber formado parte de la revolución comiquil de la época, aportando algo más que un granito de arena a la causa, os invito a revisar su obra, ya sea Broadway, Stalag X o cualquier artbook con su firma. Os sorprenderá y reconoceréis en él algunos trazos vistos en artistas más noveles que bebieron de sus enseñanzas y disfrutaron dando tantas hostias como la Puta de Utah.
Además la situación política actual es el marco perfecto donde se podrían desarrollar las historias de los protagonistas. Sólo tenéis que cambiar los nombres y reconoceréis a unos cuantos. Pero pensad que esto está hecho (aunque se haya rehecho por completo) hace más de veinte años. ¡Qué poco hemos cambiado!

Vuelve la revolución gamberra. Vuelve Broadway.

Ficha Técnica:

Nombre original: Boadway. Mundo De Mierda

Autor: Mike Ratera

Género: Violencia, ficción

Año: 2015

Editorial: Tyrannosaurus Books