Si existe un shôjo que a todos nos viene a la cabeza, sin duda es Fushigi Yugi.
La obra inmortal (y que parece no tener fin, pues van saliendo tomos y tomos ) de Yuu Watase tiene todos los ingredientes para dejarnos en el sofá, con palomitas y agarrado a tu pareja durante un buen rato.
Lágrimas y risas aseguradas.
La obra inmortal (y que parece no tener fin, pues van saliendo tomos y tomos ) de Yuu Watase tiene todos los ingredientes para dejarnos en el sofá, con palomitas y agarrado a tu pareja durante un buen rato.
Lágrimas y risas aseguradas.
Vamos a jugar... El Juego Misterioso
El juego misterioso
Miaka y su amiga Yui se encuentran en la biblioteca cuando cae a sus pies un libro: "El universo de los cuatro dioses". Empiezan su lectura y de pronto y tras ver a un fénix rojo, son transportadas a la época medieval china, concretamente a un paÃs llamado Konan donde ahora se emplaza China y conocen a un joven llamado Tamahome... Allà empieza su aventura.
El paÃs de Konan
Cuando Yuu Watase finalizó el manga con 13 tomos, se enteró de su adaptación al anime y lo amplió hasta los 18 que tiene hoy; es una conocida mangaka especializada en shôjos como Ayashi no Ceres, Imadoki! y aún continua publicando Fushigi Yugi Genbu Kaiden, del que ya lleva 11 tomos y sigue abierta.
La sacerdotisa de Suzaku
Bajo la batuta de director de animación de Hideyuki Motohashi (Detective Conan), nombres como Minoru Yamazawa (Blood+), Hisatosho Motoki (Yu_Gi-Oh!) o Yoshinori Tokiya (Hikaru No Go), se unen para dar vida a los personajes de Watase.
Los detalles del paisaje al igual que en el manga, se ven magnificados con el uso de color: el verde de los prados, los adornos de los templos, cada detalle de su interior, se complementan con la vestimenta de los personajes acorde a la época en la que transcurre el anime. Los tejidos cobran movimiento y las expresiones faciales transmiten todo tipo de emociones.
La luminosidad parece traspasar la pantalla, especialmente cuando se iluminan los sÃmbolos que lucen todas las constelaciones (guerreros de un dios), tanto de Suzaku, de color rojo, como de Seiryû, de color azul. El misterio que destilan los hechos se ven reforzados con el desenfoque de los fondos, para centrar la atención en lo que acontece en aquel instante.
No se puede negar el gran parecido de los personajes, con los de Ayashi No Ceres, de la misma mangaka y con el mismo elenco de animación para el anime.
En el ending se utilizaron las ilustraciones de las contraportadas del manga y algún que otro dibujo original de Watase.
El cielo llora a un alma
La banda sonora del anime está muy acorde a la época medieval: música melódica e instrumental, a cargo de Yusuke Honma conocido por Yu Yu Hakusho y Osomatsu-kun entre otras.
El tema de inicio es ejecutado por Akemi Satô, cantante y conocida seiyuu de series como La corda d´Oro o Mushiuta, es una canción muy pegadiza y nos abre boca con acordes misteriosos, para continuar a ritmo de pop.
El ending de Konno Yukari titulado Tokimeki no Doukasen (Chispa de emoción), es igualmente pegadiza y cargada de ritmos poperos.
Tamahome, habla por boca de Hikaru Midorikawa (Lin en Cowboy Bebop, Arashi de Naruto) y nos suena Miaka por Usagi Sukino de Sailor Moon o Nagisa Nagase de GTO; el emperador Hotohori habla a través del cono cido seiyuu Takehito Koyasu (Rosario + Vampire).
Sin embargo, quiero mencionar el doblaje español, de la talla de actores como Francesc Rocamora, que ha participado en series como Inuyasha o Hunter x Hunter y Carmen Calvell (Ranma 1/2 o Bleach), con esa voz a caballo entre la niñez y la adolescencia. Kike Caraballo (Kare Kano, Yu Yu Hakusho) le pone voz al malÃsimo Nakago y la voz habitual del actor James McAboy cuando habla en español, o sea Toni Mora, es Hotohori, la voz aterciopelada del emperador.
Torbellino de dudas
Las diferencias más tangibles entre el manga y el anime son el inicio (en el escrito, Miaka escapa de su situación familiar y en la pantalla va a visitar la biblioteca) y en la vuelta a la realidad, en el manga regresan las dos (Miaka y Yui), mientras que en el anime solo lo hace Yui. Yui en el tankoubon no sabe que Miaka está en el libro, mientras que en la televisión sÃ, llegando a experimentar dolor en la pierna como su amiga o mojarse el uniforme mientras lee; hay hechos que en el anime ni siquiera se nombran, pero están bien documentados en el manga.
El final también es distinto en el manga (el final en el tomo 13, los otros 5 corresponden a las ovas) que en el anime.
No obstante, es bastante difÃcil encontrar un anime totalmente fiel al manga y Fushigi Yugi no es una excepción; a pesar de todo, tanto los lectores del manga como los que vieron el anime, se muestran satisfechos con el resultado y es una serie que goza de muy buena reputación.
Es una historia de amor en toda regla con sus altibajos y dudas, bellamente enmarcada en un mundo de fantasÃa que nos permite dejar volar nuestra imaginación; aunque es un shôjo al uso se tratan temas como las violaciones o la homosexualidad, lo que hace que sea un poco más adulto. No obstante tiene momentos bastante empalagosos y la relación parece no llegar a buen puerto; como contrapunto goza de geniales momentos humorÃsticos.
Las tres ovas del anime, difieren bastante del manga (del tomo 14 al 18) a excepción de Fushigi Yugi Eikoden que plasma todo el espÃritu del manga, analizando la idea de hasta donde llegan los celos y lo que podrÃan llegar a provocar, haciéndonos reflexionar sobre cuales son los sentimientos que realmente importan. En la cultura oriental existe la creencia de que en cada punto cardinal hay un dios protector: Suzaku (el fénix rojo), Seiryû (el dragón azul), Genbu (la tortuga negra) y Biakko (el tigre blanco), lo que da mucho juego para crear reyertas entre ellos y parece ser un filón para la autora de esta serie, pues empezó con Suzaku y Seiryû, pasó de puntillas con Genbu y continua con Biakko.
Las tramas y las batallas que allà se libran nos hacen partÃcipes en todo momento teniendo que escoger el lado del que vamos a estar y tanto el anime como el manga, nos sumergen con todo su esplendor. Tal vez faltarÃa más relevancia a los personajes de las estrellas de Seiryû, pues exceptuando a Nakago, sobre los demás a parte de su apariencia fÃsica, poco se deja entreveer con todo lo que podrÃan dar de sà (la mayorÃa de villanos tiene un aura especial...)
Cabe mencionar la parte que toca a la historia medieval china, con datos precisos y que se ve perfectamente plasmada en el dibujo, con los monumentos, la vestimenta y los gestos de los personajes.
Tened presente que salen desnudos, aunque no muy explÃcitos; en América se catalogó como serie para mayores de 13 años.
A tÃtulo personal, creo que Watase deberÃa dejar ya el universo de los 4 dioses, pero su serie sigue abierta y es cierto que a pesar de contener esa historia de amor imposible, ha cambiado los registros de los personajes, a ver qué se inventa, pues no quedan más dioses ya.
En resumen: un manga/anime que todos deberÃan visionar alguna vez, tanto si les gustan los relatos de amor, como si prefieren las luchas o algo de historia.
Lo mejor: el dibujo y el marco en el que se desarrolla la historia.
Lo peor: el paso casi de puntillas de algunos personajes.
Ficha Técnica:
Autor: Yuu Watase
Autor: Yuu Watase
Género: Aventura, romance
CategorÃa : Shôjo
Año: 1996
Estudio: Pierrot
Nº CapÃtulos: 52+ 2 OVAS
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