Debido a todos los cambios que hemos podido ir viendo en entregas anteriores, como por ejemplo, las magníficas del 24 o el gekiga, que sentaron las bases del actual manga, continuamos con una vertiente del manga que surgió en la década de 1980, llamada jôhô manga, o manga informativo.

En aquella década de 1980 el manga comienza a experimentar un claro movimiento que buscaba el realismo en sus historias, como evolución natural del público que consumía dicho producto: los editores de manga comenzaron a adaptarse al mercado actual, ya que los jóvenes que antes leían manga se habían convertido en trabajadores adultos, intentando encajar en las nuevas preocupaciones de su público. Gracias en parte a esta adaptación surgieron con más fuerza los géneros seinen y josei tal y como los conocemos.

En este marco se creó este nuevo género, también en parte como respuesta a una burla de los cómics occidentales, que no implicaría más que reportajes pero en modo manga, haciéndose muy populares los mangas relacionados con noticias empresariales o con estilo documental semejante a los periódicos, incluso mangas como reportajes culinarios. 


Importantísimo manga de esta época es Kachô Kôsaku Shima de Kenshi Hirokane, que vio la luz por primera vez en 1978 del cual podéis leer sus reseñas en el blog del traductor Marc Bernabé, que le ha hecho un extensísimo reportaje, donde ha plasmado también sus impresiones personales al leer esta larga trama de mangas en las que el protagonista es el oficinista perfecto que va escalando puesto en la empresa japonesa. En él queda reflejado vocabulario técnico y mucha información sobre como funciona por dentro la economía, la política y los intereses mercantiles japoneses. 

También importante sin duda alguna es el Arrogance Manifesto  de Yoshinori Kobayashi, una colección de ensayos en forma de crítica social que utiliza el manga como plataforma para su difusión.

Tan lejos fue la fama de este género entre la población nipona de la época que muchos periódicos comenzaron a dar las noticias de esta manera. Especialmente remarcable sería el hecho del periódico Nihon Keizai Shinbun que encargó al mangaka Shôtarô Ishinomori (Kamen Raider) la adaptación de una serie de conferencias al manga. 

Japan Inc. (Manga Nihon Keizai Nyumon) crea una ficticia historia en la que ensalza la Mitsumoto Trading Company, lo cual creó también una serie de parodias del mismo, como la Nippon owarai shihon shugi (o "el arte de reírse de Japón S.A.). Esta obra, a pesar de sus terribles fallos, especialmente en la construcción de los personales, fue una de las obras jôhô más importantes e inspiró otras tantas, como la conocida adaptación de la biografía de Akio Morita, presidente de sony, Made in Japan, que vio  la luz en 1987 de mano del mangaka Takao Saitô. 

Dentro del mundo culinario sigue teniendo éxito la larga serie Oishinbo (El gourmet), de Tetsu Kariya y Akira Hanasaki, en donde los lectores de paso aprendían sobre la selección de ingredientes, sobre técnicas o incluso recetas.

El jôhô manga también implicó a la larga un mayor control editorial sobre las obras, hasta el punto que la propia editorial buscaba a los autores para que realizaran dichas obras. Este jôhô manga dio también paso a otro tipo de género manga que iba dirigido a un público de clases más altas a las habituales y que demandaban otro tipo de temáticas que desarrollarían en muchos de los mangas que conocemos en la actualidad como reflejo de la sociedad, de sus valores y de sus inquietudes. Lo que vendría a ser una especie de novela gráfica occidental pero a la japonesa.

Fuentes
 
Bernabé, Marc : Mangaland: http://www.mangaland.es/2014/04/shima-kosaku-indice/ (consultado el 28 de octubre del 2014)

Berndt, Jacqueline; Kümmerling-Meibauer, Bettina: "Manga's Cultural Crossroads, Ed. Routledge, 2013.

Mazur, Dan; Danner, Alexander: "Cómics. Una historia global, desde 1968 hasta hoy" Ed. Blume, 2014.