Hay una cosa que personalmente me suele sacar de quicio y es todo aquel que pueda considerar que el manga es un ente apartado del mundo del cómic en general y que no puede compararse siquiera. Bien, mi experiencia en la vida, como a la de muchos otros me imagino, me ha ido alejando un poco de esa idea base que un otaku acérrimo puede tener.

Para entender las sutiles diferencias y las igualdades, hay que hacer un pequeño ejercicio de historia del cómic. Cada país tiene una forma diferente de llamar, digámoslo así, a la historieta, que sería la palabra española más adecuada (muy entrecomillado). La palabra generalizada cómic proviene de su apelativo inglés para el ídem. Comic en inglés no deja de ser cómico, es decir, hace referencia a las historietas de humor, antecesores del cómic actual. Manga tiene su traducción literal a garabatos y combina dos tradiciones: la clásica de Hokusai (ukyo-e) y los cómics propiamente americanos de la postguerra japonesa. En este aspecto Osamu Tezuka puso las bases del manga actual tal y como lo conocemos, inspirándose principalmente en la animación extranjera, en las historietas americanas, en la tradición japonesa y desde luego con una gran parte de su enorme genio.


Se conocen tres grandes escuelas de historietas en todo el mundo, muy diferenciadas:

- La bande dessiné o BD, franco-belga, con unos formatos típicos de album de entre 40 y 60 páginas, el más claro ejemplo es Astérix. Si váis a una tienda de cómics y os fijáis, comparten formato. Se suele contratar a los autores para albumes. Es un mundo aparte maravilloso que ya investigaremos más adelante.

- El cómic americano de superhéroes. Nada que ver con otros formatos de cómic también americano, que se asemejan más a la novela gráfica (diametralmente opuesta), a la BD o al manga. Tienen su propio ritmo de publicación y la grapa es su básico, para luego pasar a otro tipo de ediciones. Lo de las editoriales de cómic americano también es digno de estudio, hablaremos en algún otro momento.

- Finalmente, el manga. El manga es probablemente el mercado de cómic más importante del mundo a nivel de cifras, simplemente por la gran cantidad que se vende en Japón. Tiene un sistema diferenciado de publicación, se paga por publicación en revista (va por páginas) y luego aparecen tomos recopilatorios.

Luego existen más géneros locales, para nosotros es evidente que existe una forma diferente de hacer cómics en España, pero lamentablemente no es algo que afecte de forma tan directa como las otras expuestas. También si os fijáis, en Argentina tienen su propia concepción del cómic, como en Italia, otro de los grandes países con tradición.

Después me gustaría hacer mención a la novela gráfica. Esa sutil barrera que la diferencia del cómic de toda la vida, que explota otros temas, y que además, tiene un desarrollo similar (y curioso por el paralelismo) tanto en EEUU como en Japón, con Eisner y con Tezuka (entre otros).

Si utilizamos la palabra cómic como vocablo general para hablar de todas las historietas gráficas, que incluyan a sus tipos, sí, podemos decir que el manga es un cómic, porque lo es, lo entendemos como tal. Sin embargo, el manga tiene una forma diferente de construcción del argumento, un lenguaje gráfico distinto a los otros y desde luego una industria tras él que lo hace especialmente diferente. Mucha gente adopta el estilo manga para su arte, y no por ello está dejando de dibujar cómics. Hay tantas formas diferentes de manifestarse en este arte, es tan sano poder mezclar las principales diferencias de los géneros y crear algo nuevo, que ponerse en contra de todos los demás cómics y posicionarse sólo al lado del manga como algo único y apartado es como aquel que tiene orejeras como los burros y no ve que no deja de utilizar el mismo vehículo para plasmar las inquietudes de una sociedad que lo ha creado. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?