Batman Gotham Noir

La delgada lĆ­nea que a veces separa una cosa de otra puede ser lo que defina a un producto, a un personaje, o a toda una obra. Eso es precisamente lo que ocurre cuando Batman, creado en 1939 por Bob Kane y Bill Finger, hizo su primera aparición en la publicación Detective Cómics (nĆŗm. 27). Se suponĆ­a que el hombre murciĆ©lago iba a engrosar la galerĆ­a de coloristas hĆ©roes que por entonces copaban los kioskos de prensa. Los manda-mases de la editorial DC tenĆ­an pensando, debido al Ć©xito que Superman habĆ­a cosechado un aƱo antes, lanzar al mercado toda una avalancha de cruzados disfrazados, eso sĆ­, que no le pudieran hacer sombra al tipo de la gran” S”.

Como suele ocurrir en muchas ocasiones,  lo que uno pretende no es lo que acaba siendo, y gracias al cielo que no lo fue, o si no ahora no estarĆ­a escribiendo estas lĆ­neas. El caso es que Batman sufrió un proceso de mutación desde su misma creación cuando sus creadores pensaron que su apariencia, mucho mĆ”s siniestra que de otros personajes de la Golden Age, y el contexto en que se desarrollaban, luchando contra criminales de los bajos fondos en sórdidos callejones, comenzaron a moldear un fenómeno que traspasarĆ­a las fronteras del cómic para convertirse en un icono los siguientes 70 aƱos.

Para introducir este elemento diferenciador se tomó como referencia la literatura pulp y lo que se conoce por serie negra o noir. Durante los años 30, los de la gran depresión en EEUU, las diferentes corrientes artísticas, ya fuese pintura, cine o literatura, se vieron impregnadas de un trazo de negra desesperanza o cinismo. Sin ir mas lejos, si echamos un vistazo al cine de la época nos daremos cuenta que esta plagado de anti-héroes, mujeres fatales, y toda clase de personajes de baja estopa que pululan por escenarios de pesadilla hacía un trÔgico final. Los libros no son una excepción, tanto la novela considerada como mÔs seria como la de andar por casa estaban impregnadas de esta atmósfera derrotista. Pero esto son cómics, y no se trataba de hundir en la miseria al sufrido lector que derrochaba los pocos centavos que tenía en los bolsillos.

Batman Gotham Noir

Batman nació como un concepto, el de que cualquier hombre, por muy millonario que sea, puede llevar la mayor de las tragedias en su fuero interno. En el devenir de las siguientes dĆ©cadas esta desgracia que siempre perseguĆ­a a Bruce Wayne fue mĆ”s o menos maquillada por el efecto de la fantasĆ­a imperante en las publicaciones de los 50 y 60´s. Tuvieron que pasar muchos aƱos hasta que Batman AƱo Uno, de Frank Miller, nos devolviera al hombre murciĆ©lago mĆ”s genuino, el de sus inicios, imperfecto e inexperto. Aquella obra nos desveló alguna cosa, Jim Gordon el sempiterno comisario de policĆ­a de Gotham era algo mĆ”s que un seƱor bigotudo que fumaba en pipa y se pasaba el dĆ­a en un tejado haciendo funcionar la bat-seƱal. HabĆ­a un hombre lleno de inseguridades, no sabĆ­a si hacĆ­a lo correcto en poner toda su fe en un tipo en mallas que daba mĆ”s miedo que otra cosa...

En los últimos años, DC ha intentado reinventarse a si misma lanzando reboots de sus colecciones mÔs emblemÔticas, en algunos casos con escasa fortuna, aunque con Batman han dado en el clavo, quitando eso sí de esta afirmación la absurda muerte y posterior resurrección de Bruce Wayne, pero eso ya es harina de otro costal...

Lo cierto es que tanto las series regulares como los especiales brillan a gran altura. Este en particular pertenece a la serie “Otros Mundos”, donde se nos muestra quĆ© habrĆ­a sido de los principales hĆ©roes de la editorial si hubiesen vivido en otra Ć©poca y sus circunstancias vitales fueran otras. El planteamiento es bueno, de hecho a Batman le va que ni al pelo. Siempre te preguntas que habrĆ­a pasado si no hubieran matado a sus padres en aquel callejón...,pero ¡no!, en este caso han sido mucho mĆ”s originales, ya que en Gotham Noir lo que se nos plantea es un descenso al mĆ”s profundo de los infiernos, visto a travĆ©s de los ojos de Jim Gordon. El otrora inspector de policĆ­a malvive como detective privado inmerso en un delirio de alcohol, cuando una vieja amiga que regenta un prostĆ­bulo de lujo, Selina Kyle (mĆ”s conocida como Catwoman) le propone un encargo, a priori sencillo, pero que va destapar la lata de gusanos que es la vida Gordon.


Nuestro protagonista tiene que servir como guardaespaldas de una guapa chica pero todo se tuerce cuando esta aparece muerta con el detective a su lado, a partir de este momento nuestro protagonista tendrƔ que destramar una compleja madeja que va desde desde las cloacas de los bajos fondos hasta las mƔs altas instancias de Gotham, y claro, de paso probar su inocencia.

Batman Gotham Noir

En medio de todo este lío estÔ Batman, aquí convertido en una sombra, un rumor que tan solo Jim Gordon ve en ocasiones. La obra no deja claro si es tan solo una quimera de la etílica imaginación del detective o si realmente esta especie de fantasma sigue el curso de los acontecimientos, surgiendo solo cuando es realmente necesario. Indicar que el personaje del excéntrico millonario Bruce Wayne sí que es parte de la historia, una muy crucial seria preciso indicar.

El apartado tƩcnico de la obra es otro de sus puntos fuertes, cuenta en este primer arco argumental con Ed Brubaker, reputadƭsimo escritor en el medio, que ya ha sido guionista de Batman, donde este giro hacƭa el gƩnero negro ha sido una de sus seƱas de identidad, tambiƩn ha tratado a otros personajes con gran Ʃxito como CapitƔn AmƩrica, Daredevil, o la elogiada The Authority.

A los lĆ”pices tenemos al britĆ”nico Sean Phillips, tambiĆ©n con una con una larga singladura,  en los que el lector mĆ”s veterano podrĆ” reconocer de trabajos en Juez Dredd, Hellblazer, Wildcats, o en ese extraƱo experimento llamado Marvel Zombies junto a Robert Kirkman.

Ambos conforman una excelente pareja creativa. A Brubaker le encanta dar un aire muy realista a sus historias y a Phillips dibujarlas con toda la crudeza posible pero siempre respetando el tono de la obra, que en este caso nos debe trasladar a un lugar oscuro y decadente.

Para el final dejamos la segunda parte que conforma este especial, se trata de una pequeƱa historia que estĆ” a cargo de Brian Michael Bendis y del dibujante Michael Gaydos. En ella vemos la vida de Bruce Wayne como si del Ciudadano Kane de Orson Welles se tratara. La pregunta es la misma ¿quĆ© es Rosebud? Obviamente la respuesta no.

Es un pequeño pastiche, narrado con gran ingenio por el que para algunos revolucionó por completo la factoría de las ideas y concretamente el hoy tan cacareado universo Vengadores.

Aquƭ sin pretender tan altas metas se nos muestra un pequeƱo acertijo que estoy seguro que sorprenderƔ a mƔs de uno, y le harƔ acordarse de cierta pelƭcula de Tim Burton. Y no digo mƔs, solo que es una lectura muy recomendable que os harƔ pasar un buen rato, que al fin de al cabo es el objetivo de estas cosas.