Por Calistina e Ysora


Li Kunwu empezó harÔ unos 30 años en el cómic propagandístico de la mano de revistas como Lianhua Huabao o Humo Dashi, pero sus inquietudes con la sociedad china le llevaron a formar parte del Partido Comunista Chino así como a administrar la Asociación de los Artistas de Yunnan y el Instituto de Estudio del Dibujo de Prensa de China.

La historia mƔs cruel de su paƭs es retratada en sus obras Una Vida en China, formada por tres tomos en los que narra los cambios en China a partir de sus propias vivencias o Los Pies Vendados, en los que homenajea a su niƱera a partir de una prƔctica que se llevaba a cabo hasta hace menos de cien aƱos.

Sepamos algo mƔs de este autor a travƩs de sus palabras.

KZ-La Ćŗltima obra suya que nos ha llegado a EspaƱa se llama "Pies Vendados" y utiliza como punto de partida esa prĆ”ctica para explicarnos una historia completa que va mĆ”s allĆ” de la biografĆ­a de Chunxiu. ¿QuĆ© le llevó a la necesidad de plasmar esta historia?

LK- En mi primera obra Una vida en China, salían varios personajes. En esta obra me centro en la niñera que fue como una madre para mí, aunque a medida que iba creciendo, mis sentimientos hacia ella iban cambiando, viendo sus sufrimientos durante toda su vida. Ella me los confiaba a mí, pero a mi edad no los entendía muy bien y cuando crecí, sentí la obligación de contar su historia. Es una forma de que no desaparezca, que no se repita.



KZ- Sigamos con Pies Vendados; una historia un poco mĆ”s intimista basada en la propia experiencia de su niƱera y que quizĆ”s pueda parecernos mĆ”s cruda. ¿QuĆ© esperaba que el lector sintiera cuando se pusiera en la piel de la protagonista?

LK- Si habƩis leƭdo mi libro sabrƩis que tenƭa unos sentimientos muy fuertes hacia mi niƱera que siendo muy pequeƱo era simplemente eso, la niƱera, pero cuando crecƭ me atraƭa. Cada dibujo representa un sentimiento hacia su persona.

Cuando su madre la forzó a vendarse los pies para casarse "bien", pues los pies eran muy importantes a nivel estético y debían ser pequeños; era una costumbre enfermiza. Un hombre que la hiciera feliz, a pesar de lo inhumano y trÔgico que esto era y en el que vi su sufrimiento al doblarse los dedos hacia dentro sin casi poder andar.
 
Es una historia para que no olvidemos.

KZ- Sumidos en un capitalismo brutal que contrasta con el anterior comunismo, ahora mismo, ¿Considera que la mujer china sigue siendo reprimida pero bajo otro yugo distinto? ¿Existen otros "pies vendados" no fĆ­sicos? ¿Han ganado o perdido libertades con respecto al momento de la historia de Chunxiu?

LK- Hoy en día las mujeres chinas, comparÔndolas hace menos de un siglo, han mejorado mucho su condición.

Las mujeres chinas que han leĆ­do mi libro, tienen la sensación de ser equiparables a las occidentales. Han llegado a decir ¿cómo hemos dejado que ocurra esto?. Esto es lo que yo busco.

Todavƭa hay mujeres con los pies muy pequeƱos... Pero de mƔs de 85 aƱos. Solamente hace cien aƱos que se llevaba a cabo esta prƔctica o sea, tampoco es algo muy lejano.

Si miramos atrƔs, no hace tanto tiempo de esta atrocidad. Otra costumbre muy arraigada era la melena en los varones: no podƭan cortarse el pelo. Sus padres no les dejaban ni la sociedad tampoco, de esto tambiƩn hace apenas 100 aƱos.
Los cambios en China estƔn sucediendo muy rƔpido y muchos a la vez.
KZ- ¿Considera que tiene que hacer esta labor precisamente porque esta sociedad que estĆ” cambiando tan rĆ”pidamente, pueda olvidar la historia pasada?

LK- Sí, considero que estoy obligado. Imaginaros un gran país como China, evolucionando a esta velocidad, con tanta información, especialmente internet.

Demasiada información y no siempre realista, hace que la gente olvide pronto lo que ha pasado a su alrededor y se centre en ver qué es lo que se ha perdido.

Hay que tener los pies en el suelo, alguien tiene que recordar. No basta con ser uno solo, tenemos que ser mƔs, sino la memoria se pierde.

KZ- No es un libro para el gran pĆŗblico. Su contenido intimista, lo acerca a una minorĆ­a.

LK- Gracias. Es una historia muy pequeña en relación a nuestra Historia, pero siempre es mejor conocer un poquito para no juzgar sin tener una pequeña idea de lo que ha pasado a nuestro alrededor.

KZ- ¿Es factible vivir del cómic en China?

LK- No (risas). He tenido la previsión antes de jubilarme; trabajé de funcionario del Gobierno y tengo mi pensión.

Ahora puedo hacer lo que realmente me gusta y a mi ritmo. A lo mejor puedo sacar algún cómic que guste, especialmente infantil.


KZ- Tras visitar Barcelona (EspaƱa) que es completamente diferente a China, ¿ha cogido alguna idea para una próxima obra?

LK- Seguramente sĆ­. Es muy distinta; estoy trabajando en un libro que llevarĆ” por tĆ­tulo "Mi vida en el dibujo"  y aƱadirĆ© mi corta experiencia (solo 3 dĆ­as) en Barcelona.

Muy pocos chinos conocen EspaƱa, mĆ”s allĆ” del BarƧa y las olimpiadas... ¡Y los toros! En China adoran el toreo espaƱol. El Gobierno compra todos los derechos de televisión.

Me gustarƭa hablar espaƱol Wink.