"... por último, y sólo si os sobra sitio, tengo muchas ganas de tener una buena pantalla proyectora, de esas enrrollables, que ocupan tan poco espacio. Tened buen viaje, os dejaré leche y galletas. Y como sé el frío que hace, os dejo también tres buenos bocatas de tortilla calentitos en el horno, tres cervezas y una botella de whisky.
Ps.
Melchor, el año pasado te olvidaste de llevarte cierta parte de tu
vestuario; te los dejo bajo el árbol, están lavaditos y planchados ;) "*
¡Qué emoción, los Reyes están ya tan cerca...! Eso también implica que las
fiestas se están terminando, pero la emoción y los regalos hacen que
valga la pena. Y para la semana que viene, recuperaremos la sección Cine
que ya tendrías que haber visto. Hoy, ponemos la guinda navideña con el
clásico de clásicos: ¡Qué bello es vivir!, de Frank Capra.
Era la noche antes de Navidad, y en el cine, nadie se movía… excepto un montón de espectadores que lloraban a lágrima viva, y quizá, todos los fabricantes de kleenex del mundo frotándose las manos, cuando vieron a George Bailey recordando qué hermosa había sido su vida.
Hay muchas
películas navideñas que se han convertido ya en clásicos: De ilusión también se
vive, Muchas gracias, Sr. Scrooge; Solo
en casa, ¡Socorro, ya es Navidad!, e incluso, ¿por qué no? Jungla de Cristal o
Gremlins, que también suceden en época navideña… pero ninguna será jamás tan
emblemática, tan representativa de las pascuas y su espíritu como ¡Qué bello es
vivir! Sólo el Cuento de Navidad de Dickens, ha sido representado o parodiado más
veces que la cinta de Frank Capra que hoy nos ocupa.
La cinta comienza
en el pueblecito de Bedford Falls, en NocheBuena, donde muchas personas a las
que no vemos, están rezando por George Bailey. Su esposa, sus hijos, sus
amigos… piden por él. Y nos trasladamos al Cielo, donde, sólo mediante
estrellas, vemos que hablan los Santos que han escuchado las plegarias que les
son dirigidas y deciden mandar a un ángel a ayudar al citado George, que corre
peligro de suicidarse. El ángel, llamado Clarence, es un aprendiz que lleva
mucho tiempo en el Cielo sin conseguir sus alas, y a quien proponen éste
encargo para lograrlas. Para ayudarle en su tarea, le presentan a la persona
que precisa su ayuda desde su nacimiento.
Así, vemos crecer
a George Bailey como un niño valeroso que salva a su hermano pequeño cuando
éste cae en un agujero del hielo un día mientras juegan, y a consecuencia de
ello, queda sordo de un oído. Un niño curioso y despierto que se da cuenta que
su jefe, el boticario, está afectado por la muerte de su hijo y confunde las
fórmulas en la preparación de fármacos, y decide no llevar estos a su
destinatario, aunque esto le ocasione que su jefe le sacuda después.
El padre de
George regenta una vieja compañía de empréstitos, que se dedican a prestar
dinero a
escasos intereses a gente sin recursos, en lucha constante contra el
potentado del pueblo, el señor Potter, para quien los hombres son sólo ganado.
El pequeño George sueña con ser un aventurero y marcharse del pueblecito, pero
a medida que crece, se ve obligado a relegar sus sueños una y otra vez, para
sacar adelante a su familia y proteger a los obreros contra Potter, porque sólo
él puede hacerlo. Contrae matrimonio con Mary, enamorada de él desde que eran
niños, y en el día de su boda, quiebra la bolsa, y en un desesperado intento de
conseguir que la compañía siga a flote, usa el dinero de su luna de miel, con
el que por fin pensaba marcharse, para continuar luchando por ella.
George y Mary tienen cuatro hijos,
construyen una colonia entera de casitas para los trabajadores y les ayudan a
ser prósperos con su compañía de empréstitos mientras el protagonista pospone
sus sueños constantemente en su sacrificio por los demás. Finalmente, llegamos
al día de NocheBuena donde comienza la historia, va a producirse una inspección
de Hacienda y el tío Billy, hermano del padre de George y a quien éste salvó
tiempo atrás de su alcoholismo, tiene que ingresar ocho mil dólares en la
cuenta de la compañía, pero cuando va al banco, se encuentra con Potter, a
quien restriega el éxito de su sobrino, y accidentalmente, deja el dinero sobre
el periódico del viejo financiero, quien lo esconde apresuradamente. El tío
Billy, al no encontrar el dinero, se desespera, y George, casi por primera vez,
se enfada y se indigna con crueldad hacia su pariente y hacia todos sus seres
queridos, viendo que se le avecina una acusación por desfalco de ocho mil
dólares.
En su
desesperación, tras buscar por toda la casa inútilmente la cifra perdida, el
protagonista acude incluso a Potter, quien, aún sabiendo perfectamente que es
él mismo quien tiene el dinero, acusa a George de habérselo gastado en chicas o
juergas, y le dice que, con su seguro de vida, “vale más muerto que vivo”. El
protagonista, mareado por la desesperación, se dirige al puente para decidirse
a acabar con su vida… y entonces, alguien salta al agua. Instintivamente,
George se lanza detrás, para salvarle la vida.
George se da
cuenta que oye por su oído sordo, que la herida que le acaban de hacer en el
labio de un puñetazo ya no sangra… y cuando vuelve al pueblo, nadie lo conoce.
Sus más queridos amigos lo toman por un desconocido y reaccionan violentamente
contra él, y de hecho, el pueblo ni siquiera se llama Bedford Falls, sino
Potterville, porque Potter es el dueño de todo. Donde había supermercados,
bibliotecas y cines, sólo hay cabarets, clubs y tabernas. La colonia obrera no
se construyó. Su tío está en un manicomio desde hace años. Su hermano murió a
la edad de siete años, porque él no estaba allí para salvarle la vida, y todos
los soldados que su hermano salvó en la guerra, están muertos, porque su
hermano no estuvo allí… su madre, viuda y sin hijos, sobrevive realquilando
habitaciones. Su mujer es una bibliotecaria solterona, sus hijos no han nacido,
y los obreros no tienen familias, sólo viven para trabajar como esclavos y
emborracharse. George, en un principio, cree que le están gastando una broma de
mal gusto, después piensa que está viviendo una pesadilla, que le han drogado…
finalmente, anonadado, acepta que lo que le está ocurriendo, no es una
alucinación, sino que realmente, no existe. Y que el mundo sin él, es
espantoso.
En su
desesperación, regresa al puente donde intentó suicidarse y reza
atropelladamente, pidiendo
a Dios que le haga vivir de nuevo, cuando uno de sus
amigos lo llama. Al oírse llamar por su nombre, George se da cuenta que todo ha
terminado, y loco de alegría, corre hacia su casa, gritando su felicidad, aún a
sabiendas de que le espera la cárcel por evasión de impuestos, y deseando feliz
navidad a todo el pueblo: “¡Felices pascuas, almacén! ¡Felices pascuas, cine!
¡Felices pascuas, vieja compañía de empréstitos!”, hasta que por fin llega a su
casa, donde le esperan ya el sheriff y el inspector fiscal para detenerle, y
piensan que ha enloquecido cuando le oyen decir felizmente que “supone que
vienen para detenerle, ¿no es maravilloso?”. Coge a sus cuatro hijos en brazos
mientras llama a su mujer a gritos, y Mary aparece por la puerta de la calle,
acompañada de tío Billy y de un montón de obreros y trabajadores a los que
Bailey ayudó en su día, quienes han hecho una colecta entre todos para reunir
el dinero que precisa éste, y han conseguido mucho más aún.
Mientras el
inspector fiscal echa en el cesto del dinero la orden de arresto rota en dos y
todos cantan un villancico, George descubre un libro de Tom Sawyer, cerca del
árbol, donde hay una dedicatoria: “George; recuerda que ningún hombre es un
fracasado si tiene amigos. Clarence. Posdata: gracias por las alas”.
Bellísima,
terrorífica, simpática, lacrimógena y tierna, ¡Qué bello es vivir! es sin duda
la cinta navideña por excelencia. Imprescindible.
“Hijo, tienes que
tener cuidado; Santa Claus, no va a los entierros” Si no coges esta frase,
tienes que ver más cine.
*Se olvidó los calcetines. Cuando llegaron a mi pequeña mazmorra se conoce que se descalzó, y al volver a ponerse las botas, no se puso los calcetines, los dejó junto a mi chimenea. ¿Qué os habíais figurado....?
1 Comentarios
Mira que he visto películas navideñas. Pues nunca he podido ver esta completa. Siempre la pillo a la mitad o me tengo que ir a media peli. Será que no tengo suficiente espíritu navideño.
ResponderEliminarSe respetuoso o se borrará tu comentario. Gracias.