Si "El Padrino" (ya analizada por Dita_delapluma) es la cumbre de las películas de mafias, vendettas y acción, "El silencio de los corderos" puede estarlo dentro del género de suspenso.

 La historia es llevada con variaciones de ritmos, pero el protagonista indiscutido es un presidiario, quien posee la llave para atrapar a un criminal muy peligroso...estoy hablando de Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins.

 Jodie Foster interpreta a una reciĆ©n egresada agente del FBI, Clarice Starling, quien pide ayuda al psiquiatra  Lecter (en la celda donde estĆ” arrestado por canibalismo) para detener a un asesino en serie apodado Buffalo Bill.


Cumpliendo una serie de reglas: no acercarse en demasĆ­a, no dar ningĆŗn objeto sin antes revisarlo los guardias, etc., empiezan a conocerse, ambos son educados aunque sus egos se confrontan casi al instante, la integridad moral de Starling  y el deber hacia su trabajo fascinan a un carismĆ”tico Hopkins.

Si bien Buffalo Bill es buscado y los diarios acrecientan su fama, este, lejos de relajarse sigue buscando a una vĆ­ctima perfecta, ¿la razón?...seria spoilear, pero a la media hora de la pelĆ­cula nos enteramos de las intenciones del criminal. Y parece que tiene Ć©xito...justo con la hija de una senadora (misteriosamente los patrullajes y bĆŗsquedas en serio aumentan... quĆ© real plasmaron esto a la tv, cuando la vĆ­ctima es alguien poderoso las autoridades se esfuerzan el triple).

 Clarice sabe que juega contrarreloj, si no obtiene los datos rĆ”pido, otro cadĆ”ver aparecerĆ” en pocos dĆ­as siguiendo el esquema de las muertes anteriores, asĆ­ que hace un trato: responderĆ” las preguntas que deseaba el convicto, todas personales y de su niƱez, revelando los traumas que le quedaron cuando vivĆ­a en una granja, y la angustia al no poder salvar a un grupo de corderos del matadero, oyendo sus gritos y permaneciendo en la memoria.



Hannibal se regocija porque posee conocimientos avanzados en la psiquis, sabe si el interlocutor miente, sus fobias, pero da pistas. Lamentablemente el doctor Chilton, enemigo acérrimo (en la piel de Anthony Heald, con una muy buena actuación, se hace odiar con su soberbia) estropea los avances que Starling pueda obtener, queriendo sacar provecho y notoriedad en lo prensa.

¿Siguen leyendo? se viene la parte movidita, la tensión se acrecienta a grandes zancadas, por un lado la agente sospecha y se le "prende la lamparita", teniendo que luchar con el secuestrador y asesino. Por otro, y aquĆ­ viene lo mejor, es el escape que Lecter elaboró y pudo concretar. En su momento me quedĆ© con un "faaaaa!!!!"  La mĆŗsica ayuda mucho, muchĆ­simo en esta parte, y logra que el efecto intimidante se supere.

¿Termina todo aquĆ­? Nop, la chica novata del FBI y su antagonista poseen mĆ”s pĆ”ginas en la continuación en papel llamado Hannibal, asĆ­ que una secuela en cine era posible, (usando el mismo nombre del libro) siendo estrenada aƱos despuĆ©s, sin embargo pierde vitalidad.

 La razón es simple, Jodie Foster no aceptó protagonizar una segunda parte de su personaje, le gustó el cierre de "El silencio..." y deseaba apartarse con un buen recuerdo. Julianne Moore aceptó el desafĆ­o, es competente y...no...no es lo mismo cuando ya tenemos a una heroĆ­na en nuestro cerebro.

 El desenlace de Hannibal cambia radicalmente, atención con el SPOILER, no chillen luego: en el metraje, Anthony Hopkins se encuentra en un avión cuando un chico quiere probar algo que tiene buena forma, a lo que Lecter replica: "por supuesto, siempre hay que experimentar cosas nuevas en la comida". El alimento, of course, era parte de cerebro de un malhechor.

En la versión papel de Thomas Harris, Lecter...¡¡enamora a Starling!! Viven en Argentina (y la rmpm, quĆ© mal quedamos parados, siempre aquĆ­ es un paraĆ­so para nazis o gente de talla similar). En el Teatro Colón, el enfermero Barney (uno de los pocos que respetaba y accedĆ­a a los pedidos de cultura cuando el psiquiatra estaba retenido) advierte la presencia del dĆŗo, quienes disfrutan de una obra de Opera. A pesar de no ser un enemigo, decide escapar y no mencionar lo ocurrido, consciente del terrible poder.

Algo que Hopkins improvisó en la actuación fue su caracterización de no pestañear casi nunca cuando tomaban primeros planos de su rostro, factor que contribuyó sobremanera a resaltar su rostro, y la sensación de locura se acrecienta.

¿Dije locura? No se equivoquen, que no es de los "loquitos" con navaja y Ć”vidos de prepotear, Lecter es un asesino que piensa constantemente, permaneciendo en las sombras por mucho tiempo, hasta que pequeƱos deslices lo hicieron caer (en la precuela "Dragón Rojo", al principio de la cinta). Su inteligencia estĆ” mĆ”s que intacta, al punto que el encierro pareciera favorecer sus estrategias para obtener información, manipular...y escapar de la fĆ©rrea guardia.

Desde el estreno en 1991 "El silencio..." no ha dejado de estar entre las mĆ”s celebradas, sea en crĆ­tica y pĆŗblico. Obtuvo Ɠscar en:
*Mejor pelĆ­cula,
*Mejor director
*Mejor actor
*Mejor actriz
*Mejor guión adaptado
*20 premios nacionales e internacionales Gracias a la presencia de este genio del mal, el suspenso tiene un baluarte de oro, nos vemos en dos semanas.