Sé que hoy no debería salir esta review, pues son los lunes los fijados para el anime, pero por varias razones que llevaron al retraso de su publicación (debido a priori a un servidor) y a que en unos días (espero pronto mÔs que tarde) saldrÔ el nuevo número y con preferencia sus respectivos artículos, tenía la necesidad de sacar éste pues hago referencia a él en uno de ellos. Sin mÔs dilación os dejo con el Mata Ogros.

    "Hace mucho, mucho tiempo, habĆ­a una madre ogro que por extraƱas circunstancias dio a luz a un niƱo con forma humana. Aunque era de pura raza ogro, aquel niƱo estaba destinado a matar a los de su misma especie. En lugar de cuernos, aquel niƱo tenĆ­a una espada mortal; y una firme creencia que una vez exterminado todo ogro de este mundo terrenal se convertirĆ­a en humano. Aquel niƱo nunca tuvo nombre humano, sólo se le conoce por el nombre de su espada: Onikirimaru, Mata Ogros."


Creador Original: Kei Kusunoki
Director: Yoshio Kato
Productora: OB Planning

GƩnero: terror, sobrenatural.
CategorĆ­a: Seinen

CapĆ­tulos: 4 (OVA)
AƱo: 1994


Si hay un tipo de demonio predominante en la cultura y el folclore japonés, ese es el ogro, seres diabólicos que habitan en este mundo, alimentÔndose de carne humana y la oscuridad de sus almas. Onikirimaru (Ogre Slayer en occidente) es una historia de estos ogros malvados. Las vísceras, la sangre, y un clímax oscuro y sobrecogedor, envuelve esta colección ínfima de OVAs basado en un manga exitoso de su país de origen. Una de esas obras que cuando era un crío me consolidaron a este mundo del manganime.





El Ogro con Forma Humana


Onikirimaru estÔ basado en el manga del mismo nombre de la autora Kei Kusunoki, compuesto por veinte tomos y de los cuales sólo he podido ver dos, los únicos editados en Estados Unidos, a lo que me ha llevado al no hablar en extenso de éste pero si hacer unas meras reflexiones para que acudÔis a él si podéis.

Los OVAs de Onikirimaru, así como el principio del manga, no tienen una trama continua, son historias individuales con puntos en común: seres humanos -mujeres en su mayoría- que por una razón u otra se topan con la malicia de un ogro y se cruzan en la particular guerra del protagonista para volverse humano y obtener un nombre. Todo aderezado con historias que intentan emular cuentos del folclore japonés, dar una filosofía del ser humano poco profunda pero directa, mientras la sangre y las vísceras inundan de vez en cuando unos buenos minutejos de la serie - lo mejor ahora y cuando era un enano-.

Los cortos capítulos de los OVAs, de unos 23 minutos, nos reflejan historias modificadas basÔndose en los mangas, algo bueno ya que no es exactamente igual a su original pero mantiene la esencia de la historia. De los cuales resalto el primer capítulo, tal vez debido a que fue el que mÔs me impactó en mi infancia; y el último donde extrañamente cambia el marco temporal, pasando de un Japón actual al Japón feudal y al occidentalizado, donde por primera vez intentan mostrarnos a un protagonista que parece enamorado o al menos se ve reflejado en la vida de un ser humano, dando un poco de dramatismo aunque acabe siendo banal por su duración.



Pero como se ve, no nos lleva a nada, a ningún punto de finalidad, lo que convierte a este anime en una pequeña obra sólo para ser visionada alguna vez, no para sacar nada en claro ni disfrutar de una historia compleja, sólo para verla y disfrutar de ese halo de pequeñas historias de terror, con toque de gore explícito. Y eso hace que nos quede un sabor agridulce en la boca si esperamos una trama. Así, se convierte en una fabulosa manera de promocionar el manga, como han pasado en otros casos como con Dogs:Bullets and Carnage, ya que este manga -y repito- es de veinte tomos, a lo que nos lleva que de seguro hay mucho mÔs, puede que un final, o historias mÔs interesantes.

Como he dicho no puedo extenderme mucho con el manga, pero sí quiero señalar ciertos puntos que he podido atisbar. El manga es mucho mÔs entretenido, pero tampoco le veo una trama continua ni nada por estilo, añadiendo mi ignorancia sobre el final. Otro punto, es el protagonista, donde en los OVAs se muestra superior pero con cierto apego y deseo de ayudar pese a que lo esconda; mientras que en el manga, a veces parece un criajo algo cabrón que usa a los seres humanos para llegar a los ogros, otras se acerca a la personalidad que se ve en el anime. Puede que lo del OVA fuera simplemente el que pareciera menos antipÔtico por la brevedad de estos. La cuestión es que puede que a la gente le resulte mÔs interesante el manga y por eso quería estos meros apuntes; si bien es cierto que parece una ardua tarea encontrarlo en un idioma legible.

Punto, no sé si negativo, de los OVAs y que difiere de lo visto en la obra original, es el aprovechar que es seinen y que salen chicas para mostrar en todo capítulos algún seno. A veces queda natural, realista... y no lo discuto pues no queda mal, pero otras aparecen meras excusas para desnudarlas. Destacar la grata sorpresa saber que es una mujer la que se encargó del manga.


Una Espada en vez de Cuerno


Bajo los estudios de producción OB Planning que se a ocupado de obras como Initial D o New El Puño de la estrella del Norte, y bajo la dirección de Yoshio Kato, que entre sus obras destaca Blue Seed; Onikirimaru se presenta como pequeñas historias de terror donde la espada mata ogros saciarÔ su sed de sangre ogro.

Dibujo a manos de Masayuki Goto que emula al de la autora, si bien el dibujo es demasiado estÔtico y abrupto en los primeros episodios, siendo algo simplista en personajes y fondos, muy detallados en los ogros por contra punto, siendo los mÔs llamativos. El dibujo de vísceras y demÔs órganos también se dibujan con detalle pese a su corta duración en pantalla.

Buena animación con movimientos en su mayoría fluidos, si bien es cierto que a veces parece demasiado estÔtico y quedan raros ciertas poses, pero en general bien, no hay grandes fallos y es mÔs que admisible, mejorando y mucho en las cortas batallas. Teniendo en cuenta la época de su producción, se trata de una obra bastante cuidada en estos aspectos -dibujo y animación- y pasable por esos puntos negros, puntos que en la actualidad si que no pasaría.


Banda sonora a manos de Tomohiko Toyama, un completo desconocido que sólo tiene este trabajo en su haber -y eso si la adaptación que he visto no fue retocada por los yankis, habitual en la Ć©poca-. Nos topamos con una mĆŗsica tradicional japonesa de inspiración feudal que nos refleja ese mundo de folclore, mitos y leyendas. Mientras que a su vez son melodĆ­as oscuras, con cierto toque de intriga, donde suelen aparecer en sus momentos justos, pues el silencio tiene un gran juego. MelodĆ­as rĆ­tmicas electrónicas para las escenas de acción que al estar en un ambiente moderno no quedan mal. 


Teniendo en cuenta que sólo he tenido la oportunidad de ver los OVAs en versión doblada al español, sólo puedo decir que si debo destacar voces, es justamente la voz "anciana" del opening. El resto son simplemente pasables, no te hacen vibrar de la emoción, y estÔn muy sobreactuadas. Pero no es mal doblaje. Destaco el último episodio como el mejor doblado.


En definitiva, cuatro historias cortas con sangre, vísceras, algún despelote, ogros y un chico con katana que hubiera tenido mucha mÔs chicha si hubieran querido, que de veinte tomos hay para sacar.

Lo mejor: el toque de leyenda y folclore japonés de cada capítulo autoconclusivo, así como el tinte gore y cierta reflexión -aunque ínfima- del ser humano.

Lo peor:
una obra demasiado corta y sin niguna meta.

Redacción: Jorge Jiménez R.