Tras varias entrevistas tanto con autores consagrados como a los mÔs noveles, llevo un tiempo dÔndole vueltas a la cuestión.

Antiguamente (en el JurÔsico casi) solo había dos cadenas de televisión en España, la conocida como la Primera y el UHF. Todos veíamos lo mismo y esperÔbamos ansiosos los dibujos que se emitían el fin de semana, en donde quien mÔs y quien menos, se influenció con el arte nipón.

Marco, Heidi, Mazinger Z y posteriormente Candy,Candy, hacían nuestras delicias y ponían colofón animado a nuestros sueños.

Actualmente y echando la vista atrÔs a la época en la que la televisión empezó a tener mÔs canales, seguimos con esa influencia.

Dragon Ball, Dos fuera de serie (Sergio y Juana), Los caballeros del ZodĆ­aco (Saint Seiya), Rurouni Kenshin, Sailor Moon, One Piece… Todos japoneses y todos fantĆ”sticos.
¿QuĆ© quiero decir con esto?



Que es lógico que en mayor o menor medida, hayan influenciado en los trazos de la mayoría de los dibujantes y que actualmente, como reconoció Manu López (Ataraxia) parece ser un lastre para según qué escuelas de dibujo o algún entendidillo despistado.

Vamos al quid de la cuestión.

Viendo que la influencia de trazos estĆ” equitativamente contrastada, que todos han bebido de las mismas fuentes y a todos les apasiona el mundillo, ¿quĆ© hace que unos lleguen a publicar y otros no? Me voy a mojar y sabĆ©is que no suele salir el nombre de quien postea en una noticia, pero en este artĆ­culo, la opinión es mĆ­a, no de todo el staff.

Tras seguir varias trayectorias (unas mÔs que otras) y hablar con editoriales que claramente han apostado por el autor patrio, como Norma o EDT y las florecientes Letrablanka o Neodragon, llego a una conclusión peliculera: quien tiene padrino se bautiza.

No necesariamente los que llegan a una gran editorial son los mejores. DevianArt estÔ plagado de obras de arte que esperan edición; fantÔsticos entintados que harÔn palidecer al autor mÔs laureado, viñetas que hablan por sí solas o dibujos que expresan sentimientos sin hacer falta palabras.

Para entrar en este mundillo de flores y chocolate, hace falta primero, conocer a alguien (o caer en gracia, como prefirÔis) y estar dispuestos a dejar muchas horas en promoción no remunerada.
Segundo, titƔnicas jornadas de trabajo poco compensadas, tanto a nivel monetario, como anƭmico.

Tercero una dibujo y una historia atractivos ( y preferentemente, haber trabajado antes fuera del paĆ­s, a modo de curtimiento).

Por este orden. Lo último debería ser lo primero y no es así. No os engañéis.

No voy a dar nombres, no soy periodista ni juzgo el trabajo de nadie, pero todos estarƩis de acuerdo conmigo en que el status del que gozan algunos dibujantes patrios, a los que se promociona mƔs a unos que a otros, dentro de la misma editorial, con obras salidas al mismo tiempo, depende en demasƭa tanto de su feeling personal como del espaldarazo que hayan dado.

Aquƭ nadie es profeta en su tierra. DesengaƱaros, iros a Francia, a BƩlgica, a EEUU, que os tenderƔn una alfombra: allƭ valoran el arte, no las amistades.

Se de buena tinta, lo que es tener una obra a punto de salir y que se cancele por X motivos. Si no fuera buena artista, no le habrĆ­a salido trabajo a la de YA en otro paĆ­s… Simplemente, no tuvo el apoyo no ya que necesitaba, el que merecĆ­a (si habitualmente me seguĆ­s, sabrĆ©is a quien/es me refiero).

Seguid trabajando, como bien decís en la última pregunta de mis entrevistas, mejorando y sobre todo relacionÔndoos. Lo que antiguamente se llamaba (y perdonad la expresión) Lamer el culo. Desgraciadamente, es lo que funciona en cualquier trabajo. No solo en el de dibujante.

La otra opción es triunfar fuera y que sean ellos los que os lo laman a vosotros.

Mi “trabajo” en la revista es daros a conocer, potenciar lo que mejor sabĆ©is hacer y alentĆ”ndoos a que continuĆ©is. Porque lo valĆ©is, no dejĆ©is que os digan lo contrario.

La legión de fans que arrastra un/os artistas es el mejor índice de calidad de un trabajo. Algunos no necesitan ni promocionarse, lo hacen los fans directamente.

Espero que nadie se ofenda, este escrito estĆ” hecho desde la rabia de saber que se nos van los artistas porque no son amigos de tal, o porque tienen el culo cerrado para estos menesteres.
Os quiero igual.
Bienvenido Mister Marshall.