La niƱa que vaga en un mundo donde el silencio del hombre impera
Cuando hablo de Mamoru Oshii suelo tener los ojos iluminados pese a que
sé que las obras de este hombre no sólo son complejas, sino lentas y que
pueden hastiar, caer en el sopor mÔs profundo, al público medio y no
sin razón. Y si habĆa
una obra que querĆa ver con cierto ahĆnco era El huevo del Ć”ngel, un
corto animado surrealista donde los haya que cuenta con el dibujo del gran
Yoshitaka Amano, uno de los principales diseƱadores de la saga Final
Fantasy, que actualmente suele encargarse solo de sus portadas. Saber que
estos dos genios en su campo trabajaban juntos solo aumentaban mi
placer para con esta obra, imaginƔndome el gran orgasmo final con el que
me dejarĆa.
La pelĆcula es sencilla en cuanto a planteamiento primario. Dibujo con esa estĆ©tica entre en manga y el dibujo japonĆ©s mĆ”s tradicional, donde el color se vuelve cĆ”lido y frĆo en sus debido momentos. El silencio suele imperar y el ruido de alrededor se convierte en un protagonista mucho mĆ”s palpable a nuestra pequeƱa niƱa. Una niƱa que comienza su rutina, protegiendo en su vientre, bajo ropajes, un extraƱo huevo ante el viaje que va a emprender por los verdes prados, por los bosques fantasmagóricos, entre lugares anegados de agua y ciudades no tan vacĆas donde zombis obsesionados en cazar sombras sólo se mueven en presencia de Ć©stas. Todo ello mientras una aparente guerra parece existir.
La naturaleza: la bella, la agónica, la hipnótica y la terrorĆfica.
La pelĆcula es sencilla en cuanto a planteamiento primario. Dibujo con esa estĆ©tica entre en manga y el dibujo japonĆ©s mĆ”s tradicional, donde el color se vuelve cĆ”lido y frĆo en sus debido momentos. El silencio suele imperar y el ruido de alrededor se convierte en un protagonista mucho mĆ”s palpable a nuestra pequeƱa niƱa. Una niƱa que comienza su rutina, protegiendo en su vientre, bajo ropajes, un extraƱo huevo ante el viaje que va a emprender por los verdes prados, por los bosques fantasmagóricos, entre lugares anegados de agua y ciudades no tan vacĆas donde zombis obsesionados en cazar sombras sólo se mueven en presencia de Ć©stas. Todo ello mientras una aparente guerra parece existir.
La naturaleza: la bella, la agónica, la hipnótica y la terrorĆfica.
La
ciudad creada por el hombre: oscura, desolada, vacĆa, sólo dominada por
hombres que viven para un sueƱo surrealista siendo meros zombis de su
propia obsesión.
El huevo: esa incógnita que protege con todo su ser una
niƱa indefensa, como si solo viviera para ello, es lo que le insufla
vivir en aquel desolado mundo.
La niƱa: la humanidad, perdida en aquel
extraƱo mundo, vacĆo pese a la existencia de personas, siempre oscuro, aunque a
veces hermoso.
La guerra o no guerra mƔs allƔ de los que vemos: el
miedo de todo ser vivo, una muerte que se asoma al umbral de la puerta.
Pero en ese dĆa algo va a cambiar en su rutina, la presencia de un joven
guerrero que estĆ” destinado a hacer algo con esa muchacha. ¿Viene para
liberarla o confinarla a ese mundo de miseria pero mundo a fin de
cuentas?
No se le puede buscar mĆ”s sentido a esta pelĆcula que no sea lo que
haga sentir a cada espectador que la mire. Para muchos el sopor, para
otros plagar nuestra mente de incógnitas; y para pocos solo mostrar
incógnitas que siempre estĆ”n ahĆ, frente a nosotros, en el dĆa a dĆa,
nada nuevo en realidad y a las cuales no es necesario responder.
Por muy católica que se revele la animación, con detalles a esta desde el comienzo que irĆ”n de menos a mĆ”s hasta la confesión del protagonista masculino, revelando el punto bĆblico exacto que podrĆa darnos una solución con respecto a la historia que nos intenta plasmar Oshii; la verdad, y siguiendo una declaración general de este director, es que la solución que el espectador quiere ver, no es lo importante. Lo que aquĆ importa es el enfermizo aferramiento a los sueƱos como sueƱos, o a lo material esperando un sueƱo irreal. BĆ”sicamente, nos engaƱamos, muchas veces de forma innecesaria, otras no hay otra para seguir viviendo. | |
Zombis aferrados a cazar sombras, una niƱa aferrada a un huevo… Todo
hilvanado con nuestro cuarto protagonista, la mĆŗsica, escasa pero
envolvente, siendo asfixiante cuando debe, una delicia cuando procede de Yoshihiro Kanno.
Su final es solo el comienzo, el comienzo de que
queramos o no entender en quƩ nos hemos sumergido. Y aunque no queramos
entender nada, aunque creamos que argumentalmente puede ser el mayor
bodrio y tomadura de pelo que jamĆ”s se ha escrito –lo cual es un hecho
donde yo opino todo lo contrario-, es imposible negar la belleza
tĆ©cnica, artĆstica, con la que se nos plantea.
Y acabemos asĆ, recordando a ese Ć”ngel encorvado, sin escapatoria, lleno de una pena tal y un terror incomprensible para el hombre, que se convierte en nuestro despertar, el despertar de una obra que desde el comienzo sólo tiene un fin: dejar aquello a lo que nos aferramos para seguir adelante, dejando la antigua mentira a un lado.
Ficha TƩcnica
Director: Mamoru Oshii
CompaƱĆa: Studio DEEN
Género: Ciencia Ficción.
CategorĆa: Seinen.
AƱo: 1985
CompaƱĆa: Studio DEEN
Género: Ciencia Ficción.
CategorĆa: Seinen.
AƱo: 1985



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