Viernes 12 de Octubre del 2012. 

 Eran las seis de la maƱana cuando el ojo derecho ya lo tenĆ­a abierto de par en par. PodrĆ­a decir que los nervios de que pronto debĆ­a a entrevistar al director de Cowboy Bebop era el causante de ello, pero no era asĆ­. Desde hace dos semanas, antes siquiera de que mi Jefa (mĆ”s conocida por aquĆ­ como Calistina) me amenazara a punta de pistola para ir a la FicZone de Granada por susodicha entrevista, me va ocurriendo. AsĆ­ que saltĆ”ndome detalles de la habitualidad tras levantarse de la cama, me miro al espejo.
“Mi mente es el General, mi cuerpo el EjĆ©rcito”

 Es lo Ćŗnico que se me pasaba por la cabeza, un signo evidente de que recientemente leĆ­ a Sun Tzu.

  Varias horas despuĆ©s, bien desayunado, limpiado el piso, acicalado, con la cĆ”mara de fotos, los bolsillos atestados de cosas que creo importantes y preparado el macuto con el indispensable BOCATA DE JAMƓN entre otras cosas, marchĆ© hacia la Feria de Muestras de Armilla, que tiene el inconveniente de estar a unos treinta o cuarenta minutos a pie con un largo tramo donde si da el sol acabas peor que un pollo en un asadero.

“Mi mente es el General, mi cuerpo el EjĆ©rcito”

  Me repetĆ­a nuevamente. No eran nervios de un fan al ver a un Ć­dolo. Watanabe es un director al que aprecio, pero en mi familia lo del “fan” lo tenemos justamente desarrollado. Somos de los que piensas: ellos cagan y mean como nosotros… y su mierda no huele a flores precisamente (por regla de tres y deducción lógica, mĆ”s que por demostración). Mis nervios venĆ­an por la responsabilidad para con mis compaƱeros y el lector. Y es que, si no los llego a controlar, tartamudeo, se me cae todo de las manos y sudo como si me fuera a deshidratar en segundos.

   No habĆ­a mĆ”s remedio que sentarse en el bus urbano antes de la corta caminata mientras era consciente de mi y de lo que me rodeaba.

“Mi mente es el General, mi cuerpo el EjĆ©rcito”

   Al llegar me sorprendió no ver cola. En realidad tiene su explicación y me explayarĆ© en ella en la susodicha Crónica para el próximo nĆŗmero 33 de KZ. Pregunto por el pase de prensa mientras el encargado de coordinar a la gente con los invitados dice algo desesperado intentando cuadrar horarios “¡¿QuiĆ©n diablo es este Jorge JimĆ©nez y dónde estĆ”?!”. “Pues aquĆ­ estĆ”” le indica su compaƱera mientras me da el pase al cual respondo con una sonrisa.

“Mi mente es el General, mi cuerpo el EjĆ©rcito”

   Soy la persona… o hasta hace poco he sido la persona mĆ”s cerrada que os habĆ©is podido echar en la cara. Algunos lo llaman tĆ­midos. Sea como sea, la timidez estoy cada vez mĆ”s seguro que no es una forma de ser, es tan sólo un mal hĆ”bito que no se arregla si no vas para delante. Pero como digo, estoy aĆŗn comenzando ese camino. AsĆ­ que soy parco en palabras y me dejo guiar por el organizador mientras me lleva donde se realizarĆ” la entrevista mientras me dejaba claro algunas de las condiciones con respecto a Watanabe (pocas, por suerte, la verdad).

    AĆŗn quedĆ”ndome mĆ”s de media hora doy una vuelta, miro quĆ© me puedo comprar tras la entrevista y espero manso cerca de la zona de entrevista mientras repaso el cuestionario, hago pequeƱas seƱas de quĆ© es prioritario y quĆ© no, o aƱado alguna mĆ”s por si la cosa fuera demasiado rĆ”pido.

“Mi mente es el General, mi cuerpo el EjĆ©rcito”

    Llegó el momento. Por suerte me sacan fuera del recinto, lo cual agradecĆ­ por no aguantar el machacante ruido de la mĆŗsica allĆ” dentro. La entrevista: en KZ nĀŗ 33.

   Por cierto, sĆ­ que puedo contar que el Sr. Watanabe tiene la costumbre de transformarse en un Hulk amarillo con ojos achinados que ¡APLASTA! todo lo que hay a su paso si le sacas una foto sin sus gafas de sol… bueno, tal vez lo haya exagerado un poco, pero lo de las gafas de sol es cierto ¬__¬

Fdo. Jorge JimƩnez/Lax