Os doy la bienvenida a todos nuestros lectores. Me presento de nuevo ante vosotros con el Ć”nimo de profundizar un poco dentro de la cultura oriental, mĆ”s concretamente dentro de la cultura de las artes marciales, para hablaros sobre una de las disciplinas mĆ”s apasionantes que he tenido la oportunidad de conocer: el Hapkido. Aprovechando la interesante entrevista que hemos tenido la oportunidad de realizar este mismo mes al maestro Jose Vicente Llopis Candela, 4Āŗ DAN y Hapkidoca desde hace mĆ”s de 20 aƱos, (la cual podĆ©is encontrar dentro de nuestro nuevo nĆŗmero), os dejo un pequeƱo reportaje que cuenta de manera breve la historia y caracterĆ­sticas de este maravilloso arte marcial. Originario de Corea, se trata de un arte bello, moderno y efectivo que hace de la defensa personal un estilo de vida, y nos enseƱa a conocer los lĆ­mites de nuestro cuerpo y a canalizar nuestra energĆ­a. Pocas veces tendrĆ©is la ocasiĆ³n de experimentar un  arte marcial que se adecĆŗe tanto a nuestros tiempos y que a su vez posea unas bases tan sĆ³lidas e inquebrantables. Bienvenidos a este extenso, apasionante y firme camino llamado Hapkido.

Choi Yong Sul: el inicio del camino”

Para hablar del origen de este arte marcial, debemos fijarnos principalmente en la figura de un hombre: Choi Yong Sul. El maestro Choi fue una de las personas que mĆ”s influencia tuvo en la estructuraciĆ³n del Hapkido tal y como lo conocemos en la actualidad, y que menos mĆ©ritos se llevĆ³ por ello.

Choi Yong Sul.
HuĆ©rfano a los ocho aƱos de edad, naciĆ³ en un pequeƱo pueblo de Corea de Sur, y segĆŗn cuenta la historia fue secuestrado por un hombre de negocios japonĆ©s, en tiempos de la represiĆ³n Japonesa de Corea, y obligado a mudarse al paĆ­s NipĆ³n, donde debido a su mal comportamiento fue abandonado en las calles de Osaka, terminando en uno de los templos budistas de la ciudad de Kioto. Fue allĆ­ donde conocerĆ­a a la persona que cambiarĆ­a su vida para siempre: fue adoptado por el maestro de artes marciales Sokaku Takeda, fundador del Daito-Ryu Aiki-jujutsu. El maestro Takeda era un hombre descendiente de samurĆ”is, muy orgulloso de su naciĆ³n y con unos ideales muy rectos y tradicionales, por lo que obligĆ³ a Choi a desterrar su nombre y costumbres coreanas, y lo bautizĆ³ con el nombre de Yoshida Asao. Tras varios aƱos de enseƱanzas, en los cuales tuvo como compaƱeros a posteriores grandes maestros como Morihei Ueshiba (fundador del Aikido), entre otros, Choi volviĆ³ a su Corea natal despuĆ©s de que fuera liberada del pueblo JaponĆ©s tras finalizar la 2ĀŖ Guerra Mundial. Una vez allĆ­, puso en prĆ”ctica todos sus conocimientos marciales, mezclando el Aiki jujutsu japonĆ©s con los mĆ©todos de lucha nativos coreanos (el Taekwondo), montando una pequeƱa escuela y apodando su arte con el nombre de “Yu Kwon Sul”. Varios aƱos mĆ”s tarde, uno de sus alumnos mĆ”s aventajados, el maestro Ji Han Jae, expandiĆ³ y popularizĆ³ este arte fuera de Corea del sur, organizando numerosos seminarios en paĆ­ses occidentales como EEUU, e incluso llegĆ³ a participar con Bruce Lee en la pelĆ­cula “Game of Death”, para finalmente acabar bautizĆ”ndolo con su nombre actual: Hapkido.

“El Hapkido: defensa personal y militar Coreana”.

Ji Han Jae.
Nos encontramos ante uno de los artes marciales mĆ”s modernos y efectivos que existen en este momento. EstĆ” compuesto por todo tipo de ataques y mĆ©todos de defensa marciales, ya sean cuerpo a cuerpo (como pueden ser luxaciones, proyecciones, inmovilizaciones, tĆ©cnicas de patada, de puƱo, combate cuerpo a cuerpo a corta distancia, puntos de presiĆ³n, etc.) o con armas (defensa contra ataques de cuchillo, pistola, palos… o la utilizaciĆ³n de armas como el nunchaku, el tanto, la katana, el bokken, palos de kali, la tonfa, el sai, etc).-, aparte de poseer ejercicios clĆ”sicos como la tĆ©cnica de respiraciĆ³n y meditaciĆ³n o la tĆ©cnica de giro, uno de los principales fundamentos de este arte marcial. Su principal objetivo es neutralizar al oponente, ya sea disuadiĆ©ndolo o simplemente derribĆ”ndolo, pero se diferencia de otros mĆ©todos de combate en que se suele aprovechar de la fuerza del contrario para utilizarla contra Ć©l y poder derribarle, guardando grandes semejanzas con el Aikido japonĆ©s, pero su filosofĆ­a es totalmente distinta, ya que pese a ser reconocido como un mĆ©todo de defensa personal, no rehuye de las tĆ©cnicas de ataque, pues su esencia y tradiciĆ³n es puramente militar.

Otro de los principales rasgos que posee es que en los Ćŗltimos aƱos se ha puesto mucho hincapiĆ© en darle un aspecto mĆ”s moderno y actual, en contraposiciĆ³n a otras artes marciales mĆ”s rĆ­gidas y cerradas. La sociedad evoluciona y el Hapkido debe evolucionar con ella, y hoy en dĆ­a se enseƱan mĆŗltiples tĆ©cnicas de caĆ­da para evitar posibles lesiones rutinarias, te enseƱan a defenderte contra posibles ataques de navajas, armas de fuego o hasta jeringuillas, asĆ­ como aprender a inmovilizar a una persona sin causarle lesiones de gravedad. Este mĆ©todo moderno ha originado que instituciones como la PolicĆ­a Nacional incluyan el Hapkido como rĆ©gimen de enseƱanza y defensa profesional.

Jose V. Llopis Candela, 4Āŗ DAN.
Entrando en lo que es puramente la enseƱanza, el entrenamiento se realiza en el dojang (como el dojo, pero en coreano), y la distribuciĆ³n de los alumnos se hace en funciĆ³n de su grado y experiencia. En la parte delantera se colocan los alumnos de mayor grado, posicionĆ”ndose de derecha a izquierda enfrente del maestro o Sabo-nin, y en ese mismo orden sucesivamente se van colocando detrĆ”s los alumnos de menor nivel. Cada uno viste un traje llamado Dobok (normalmente de color negro, aunque en grados superiores puede variar), y antes de empezar, se acostumbra a saludar a la bandera coreana, y seguidamente al maestro que imparte la clase. Los grados se diferencian como es habitual por el color del cinturĆ³n, cuyo orden es el blanco, amarillo, naranja, verde, azul, rojo y negro, siendo el blanco el de menor nivel (6Āŗ Kup), hasta el rojo (1ĀŖ Kup), para despuĆ©s avanzar hasta el negro, convirtiĆ©ndote en 1Āŗ DAN. Los exĆ”menes suelen ser bastante completos, en los cuales los alumnos tienen que demostrar su nivel de entrenamiento delante de un tribunal, ejecutando normalmente tĆ©cnicas de respiraciĆ³n (Dan Jon Ho Hop), tĆ©cnicas de caĆ­da (Nakbop Sul), tĆ©cnicas de pierna (Danshik Jok Sul), Defensa personal (Ho Shin Sul) y una exhibiciĆ³n libre en la que el alumno debe demostrar lo que ha aprendido hasta el momento con tĆ©cnicas pensadas por Ć©l mismo, cada uno a su nivel. Hay que resaltar que cada dojang puede variar pequeƱos matices en sus mĆ©todos de enseƱanza y evaluaciĆ³n.
La manera en la que se imparten las clases depende casi en su totalidad del maestro que las da, pero en lĆ­neas generales se trata de un arte marcial bastante complejo y variado, y que necesita mucho tiempo de prĆ”ctica y dedicaciĆ³n. Se suele hacer mucho hincapiĆ© en los fundamentos tĆ©cnicos, pero sin descuidar la forma fĆ­sica, la prĆ”ctica se ejecuta por parejas y se lleva a cabo con tranquilidad y cuidado, siendo primordial la ayuda y protecciĆ³n entre los dos estudiantes, pues aquĆ­ no existe la competiciĆ³n ni la rivalidad entre compaƱeros, sino tan sĆ³lo con uno mismo.

En definitiva, el  Hapkido es un arte marcial que ofrece un mĆ©todo de defensa personal variado, moderno y efectivo, perfectamente controlado y regulado por un organismo internacional (la FederaciĆ³n Mundial de Hapkido), y que gracias a sus caracterĆ­sticas puede ser  practicado por cualquier persona, estĆ© en mejor o peor forma, sea mĆ”s joven o mĆ”s viejo, o sea hombre o mujer. Ofrece un mĆ©todo de combate que aparte de enseƱar a defenderte, te ayuda a obtener carĆ”cter y autoestima, te proporciona salud y disciplina mental, y se ajusta a cualquier tipo de capacidad fĆ­sica, pues, citando palabras textuales de mi maestro, “tĆŗ no tienes que adaptarte al Hapkido, sino que el Hapkido se adapta a ti”.